18- Celos

-Marqués, a quien busca con tanto interés.

-Cómo te atreves a hablar conmigo.

-Calma no causes alboroto por qué todos se van a preguntar por qué, acaso no están bien?

-No me provoques, por tu culpa dudé de ella, casi se muere por tu culpa.

-Si lo acepto, fui un cobarde al no darme cuenta de que en verdad la amaba

Javier se acerca a él con intención de golpearlo

solo se contiene por qué el barón le señala a la gente alrededor.

-Es en serio, ella está contigo, como puedes seguir dudando de ella, es por mi, estoy casado, talvez no lo creas pero respeto a mi esposa, no la amo, pero jamás la haré sentir menos, tu deberías valorar a Luisa ella es buena, nunca me hizo sentir inferior, al contrario el que le fallo fui yo...

-Tú no sabes nada, no quiero que la vuelvas a ver, no le hables, ella no te ama

-Estás celoso? Somos nobles, claro que me la seguiré encontrando y también le hablaré, ella es la marquesa Michelob, le debo respeto.

-Buen día, marqués, barón Lampart? No sabía que se conocían?

Javier no pudo seguir platicando con el barón, Clara llegaba con otras damas, quienes saludaron amablemente.

Buen día señoritas

-Barón, el marqués le compra joyas para su esposa? ¿Ella y usted se conocen, de hecho se dice que ustedes tenían relación?

Clara decía eso con una sonrisa, esperaba que el barón lo confirmara, desde lejos vio como ellos dos estaban por pelear, si lo hacen provocarán un escándalo y los nobles sabrán del asunto.

Javier solo se tenso con la pregunta, por fin veía las intenciones de Clara, al ver a Lampart él estaba calmado, solo sonrió y contesto sin estar nervioso.

-Una relación? No señorita no se confunda, la duquesa era una compañera mía en la academia, ella siempre ha sido amable con todos, si se refiere a una relación sentimental, no es así, debería cuidar sus palabras o se puede malinterpretar, ella es una dama.

Clara no sabía que decir pensó que él no perdería está oportunidad, así que las mujeres que están con ellas poco a poco se van.

-Oh lo siento, yo creí.

-No digas tonterías de mi esposa, es la última vez que lo tolero.

Javier le dijo eso y se retiró.

El barón solo se acerca a Clara quien estaba nerviosa

-Más te vale cuídate, no sé quién te dijo eso, pero el marqués no es nada amable, yo tampoco, ahora tengo también una esposa no dejaré que nadie la haga sentir menos por venir de plebeyos, si ella sabe algo de mi pasado con Luisa y descubro que fuiste tú, te voy a matar, si sabes sobre Luisa y yo, también sabes quién soy, así que estás advertida.

-No puedes amenazarme, Luisa no ama al marqués, lo ama a usted, aún puede hacer que se vaya con usted cómo esa noche.

-Jamás le haría eso, estás bien informada, ya quiero ver al Marqués atravesado tu pecho por difamar a su esposa, no sé dé qué noche hablas, que esté bien señorita.

El barón se va al notar a más damas, las cuales conoce, él sigue con su trabajo, Clara sigue ahí, después de recuperar él aliento, va con otra dama, esa dama la ha contratado recientemente para que la ayude.

Mientras Javier busca nuevamente a Luisa, a lo lejos ve a su hermana con el príncipe, es evidente que ambos aceptaron el matrimonio.

Luisa estaba enojada así que camino por los jardines, se sentó entre el pasto para pensar sobre lo sucedido.

-Voy a golpear a Javier, en serio sigue dudando de mí, todo este tiempo estábamos bien, llevamos una vida como cualquier pareja, demasiada diría yo, lo que me recuerda que...

-Rayos te he buscado por todos lados, por qué estás escondida, observas a mi hermana, al menos ellos si se casan por amor.

-Pues si no quieres estar conmigo, te puedo dar el divorcio.

Luisa se va enojada, Javier la sigue nuevamente, hasta que llegan a un pequeño lago

-Espera, Luisa te estoy hablando, ven acá.

Javier la toma de los brazos y la pone frente a él, .

-Tanto te afecto verlo, acaso tú.

Luisa, toma su rostro en sus manos y lo besa para que deje de decir estupideces, poco a poco el beso sube de intensidad, ella lo pone contra un árbol y él la carga para quedar más juntos, Luisa entrelaza sus piernas en la cadera de Javier, el besa sus labios, su cuello incluso le sube el vestido y toca sus suaves piernas.

-Luisa...

-Solo tú puedes hacer esto, tenerme así, tocar mi cuerpo, por qué sigues dudando, si no sintiera nada por ti, no estaría así contigo, por qué sigues dudando, acaso lo vas a hacer siempre, siempre pensarás mal de mí, si es así es mejor separarnos, no estar juntos.

Ella baja y se acomoda el vestido, Javier vuelve a abrazarla y pone su cabeza en el hombro de ella.

-Perdón, verte con él hizo que mis celos me dominarán, solo de imaginar que tú sientas algo por el, hace que pierda la razón.

-Lampart es un noble, siempre lo vamos a ver en algún evento, así te pondrás siempre, yo no estoy dispuesta a soportar eso.

-Luisa, en serio piensas en el divorcio.

-Si esto no se soluciona si

-Yo te amo, no quiero estar lejos de ti.

-Entonces, no te he demostrado lo que siento por ti, todas las noches dormimos juntos y la mayoría de esas noches me haces el amor, acaso crees que miento ahí, lo deseo yo disfruto igual que tú, como piensas que quiero a alguien más.

-No, es solo mi inseguridad, yo no resistiría perderte.

-No me perderás yo estoy contigo, tú tu eres mi esposo, yo te amo también, no quiero que dudes de nadie

Javier está feliz por sus palabras, Luisa lo ama y siempre ha querido escuchar eso, jamás durará de ella.

-Luisa me amas, has llegado a amarme.

-Si, eres un hombre maravilloso, un padre amoroso, claro que te amo, tonto...

-Gracias, no sabes cuánto te amo, más que nada en este mundo.

-Bien vamos con nuestros hijos.

Ambos regresan a la mansión Michelob que está en la ciudad, ahí Luisa manda a llamar al doctor, ella tiene unas dudas respeto a algo, Javier va a su cuarto por qué lo ha llamado también.

-Pero que dice eso es imposible.

-No hay duda, usted está embarazada, felicidades mi señora.

-Que, que fue lo que dijiste? ¿Mi esposa está embarazada?

Luisa no podía creer lo que escuchaba, quedó blanca por la noticia, Javier solo la ve hasta que ella reacciona, él se aleja un poco porque la ve enojada.

-Tú, te vi tomar la primera dosis del medicamento, que fue lo que pasó.

El doctor estaba confundido, no sabe de qué hablan.

-Este... Lo que pasó es que...No termine de tomarlo..

-Pero que demonios dices como que no te lo tomaste, haaa te voy a matar.

Luisa se levantó y Javier salió corriendo, su madre venía entrando y paso de largo, seguido de Luisa que le aventaba bolas de hielo.

-Pero que les pasa a esos dos, acaso sigue. Peleando.

Decía el padre de Javier, el doctor bajo las escaleras y vio a los dos confundidos.

-Doctor que sucede.

-La joven marquesa está embarazada.

-Jaja sabía que esto pasaría.

-Que dices pensé que ya no querían más hijos

-Ella no, Javier tomo la primera dosis del medicamento para ser estéril.

-Que? Que hizo que?

El marqués estaba confundido al igual que el doctor.

-Pero mi señora, eso no tiene cura.

-Ya sé yo no deje que tomara el medicamento lo vi tomando la segunda dosis y la tercera se la quite, nunca se la tomo.

-Mi señora si el tratamiento no se completa poco a poco pierde efecto, en algunos casos ha funcionado con dos dosis, pero si ellos son muy... Ustedes entienden, era lógico que ella quedará embarazada en cualquier momento.

-Dios! Querida por qué hiciste eso, si Luisa ya no quería más hijos debiste respetar la decisión o al menos haberle dicho

-Yo supuse que Javier lo haría, esa decisión la tomo ella sola, después del parto de los gemelos, estaba muy triste, ellos merecen ser una familia más grande.

-Bueno si, aun así debes disculparte, ella debió estar enterada.

-Lo haré, solo espero que no se maten, voy a ver a los niños

-Que? mejor voy a buscarlos, dios...

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