4- Tristeza

Javier en la capital está más calmado, han pasado ya 6 meses, recibe informes constantes del estado de salud de Luisa, su doctor le indica que todo es normal, solo que ella está un poco alterada, cosa que preocupa a Javier, quisiera verla solo falta poco tiempo, ha decidido viajar al Marquesado, para cuando el bebé nazca esté cerca, sus padres van y vienen a la capital y vienen a ver su hermana, ella será la emperatriz de Altair.

Luisa solo está en su casa, no quiso salir al pueblo desde que fue por única vez y las damas preguntaban por el joven Marqués, de alguna manera el rumor de que ella se quería ir con su amante se propagó por todo el territorio, no solo eso, sabían que el marqués dudaba de la paternidad del niño.

Ella se encerró en su cuarto, no salía y si lo hacía solo era a aquel puente, para ver el lago pensamientos de querer desaparecer ahí, rondaban en su cabeza, sus padres no le hablaban más que lo necesario, los sirvientes a pesar de que no preguntan la ven con desagrado, poco a poco pierde las ganas de seguir adelante.

Luisa bajaba por las escaleras para ir a comer cuando ve a su madre entrar con algunas cosas y botarlas todas en el piso.

-Maldita sea, todo esto es tu culpa.

Le decía a Luisa apuntándole con su mano.

-Que te pasa mujer, por qué vienes asi.

-En todo el condado ya saben que tu hija engaño a su marido y que por eso está aquí, saben que se va a divorciar en cuanto se haga la prueba de paternidad.

-Pero cómo? No puede ser.

-Si lo es, algún guardia o los sirvientas habrán hablado, solo con decir algo entre los pasillos fue más que suficiente, la marquesa está muy enojada ya hasta busca nueva esposa para su hijo y que está vez va a elegir a una dama no a una zorra.

-Calmate, por favor mujer, mira como está Luisa, su vientre ya está grande y no debes alterarla.

-Y yo que, sabes lo que dicen de mí que no pude educar a mi hija, jamás me ha importado lo que dicen de nosotros por caer en la ruina, pero tenía la conciencia limpia de ser de una familia con valores, has manchado mi nombre y el nombre de toda mi familia, maldita sea el día que acepte lo que me propuso mi amiga.

-YO NO LO ENGAÑE, JAMAS ME ACOSTE CON EL BARON, ADMITO QUE DUDE Y ACEPTE VERLO, PERO MI HIJO ES DE MI ESPOSO.

-Eso es irrelevante, la gente ya habla de ti, así sea su hijo serás una mujer divorciada y otra cuidara a tu hijo.

Luisa regresa a su cuarto, se ha sentido mal y piensa que es normal, tiene mareos, náuseas, su cabeza le duele, al caminar le falta el aire y su pies están hinchados, supone que es por el embarazo, nota también que su vientre esta grande para el tiempo que tiene de embarazo, ya pregunto con el doctor, quien le dio té para relajarla, debe controlar su maná, los Michelob nacen con mucha magia, también puede ser eso.

Su padre le escribe a su yerno para que se investigue lo del rumor, sin saber que él ha salido de la capital y va al Marquesado.

En el bosque un halcón alza el vuelo, una joven toda de negro solo sonríe de lado al saber que todo va por bien camino.

Ella es Zafiro, una rosa, que en realidad es una noble, su magia es de viento y es la segunda hija del marqués de York, su territorio está al sur, la familia Michelob es importante incluso igual que la familia real, a ella le conviene que se divorcien, una vez que ese niño nazca ella podrá regresar, sabe que el joven marqués se casara de nuevo, su madre ya se encarga de hacer amistad con la marquesa.

-Solo espero que ese escuincle no sea de él, pero no creo, ella jamás salió del marquesado y el barón jamás hubiera podido entrar, solo esa noche la vi dejar la mansión para encontrarse con él, sería más fácil si en realidad fuera una adúltera.

Luisa en su cuarto solo llora, su doncella intenta consolarla, pero se duerme su cabeza siente que le estallara por el dolor, siente que ya no puede más.

Después de unos días Javier llega al Marquesado, su padre no estaba, pero su madre si y le informa lo de los chismes, no sabe de dónde salió el rumor por qué en los alrededores del marquesado no se dice nada, él está confundido supone que fue el barón de Lampart, solo él podría hacerlo, aunque no entiende por qué.

-Madre iré al condado, pero tengo un poco de trabajo me daré prisa en terminar e iré, Luisa está en los últimos meses y no debe estar preocupada.

-Mi niño, la amas, mi amor si la amas tal vez...

-Madre, ella se iba a ir con otro, quiso abandonarme estando embarazada y si se fue con el por qué el niño si es de él.

-Cariño, escúchala y habla con ella, la conozco desde niña, no sería capaz.

-Pero madre.

-Solo no seas tan duro, deja que hable

-Esta bien, hablaré con ella.

El día que terminó su trabajo, Javier alista su caballo y manda un mensaje avisando de su llegada, el capitan recibe el mensaje y le dice a Zafiro que le avisé a la Marquesa.

-Bien.

-Señora, puedo pasar?

-Que haces aquí?

-Me mandaron a darle un mensaje.

-Habla y vete.

-Mi señor viene en camino, lo más probable es que llegue mañana por la tarde.

-Javier viene, dijo algo más, todavía falta para que mi hijo nazca.

-Tal vez viene a apresurar el divorcio, se dice que la marquesa ha encontrado a la que será su esposa, otra mujer cuidara de su hijo, claro si el bebé es de mi señor, a usted la dejarán aquí sola, o puede irse con su amante,

-Quee, eso no es cierto vete eres una víbora, lárgate de aquí

-Sería mejor que ese niño no naciera, la nueva marquesa jamás lo aceptará, ella tendrá a sus propios hijos, solo será el hijo de una zorra que no supo respetar su matrimonio.

Zafiro se había dado cuenta de que Luisa poco a poco se sentía deprimida, noto como cuando iba al puente veía el lago, su mirada es sin alegría, sin ilusiones, ella no va a desaprovechar esa oportunidad.

-Eres una maldita, vete Javier sabrá de esto cuando llegue, haaa Jaz! Jaz! Ven por favor!!

-Que pasa? Mi señora que tiene.

Era su doncella que entraba y Zafiro estaba en el balcón.

-Nada, tu señora que está alterada, grita por todo, dale un te o algo para que se calme.

-Haaa mi cabeza, Jaz dame la medicina.

-Si voy

-Que se vaya.

-Ya escuchaste a tu señora vete

Zafiro solo se va, ríe al verla mal, pero sus síntomas son como una condición que vio en mujeres del campo que trabajan mucho, sus pies están hinchados.

-Tal vez no sea necesario mi plan, si tiene esos síntomas puede morir en el parto, sería lo mejor.

Ella quiere el puesto de marquesa y hará todo lo posible por obtenerlo, por nobles como ella en la academia empieza un debate de sí los nobles deben o no ser aceptados, reciben entrenamiento, pero no comparten los mismos valores, no tienen lealtad y ellos se creen superiores, si bien hay nobles que si son buenos siempre hay algunos que no.

-Mi señora que le dijo, estos días había estado bien, me preocupa que haya bajado de peso, eso no es bueno.

-Me lo quitarán Jaz, me van a quitar a mi hijo, prefiero morir si eso pasa, nadie lo va a querer como yo.

-Señora no diga eso.

Jaz ya estaba preocupada, pero los padres de ella no la escuchan, el doctor dice que es normal, pero que le duela tanto la cabeza y tenga mareos no es normal, Jaz le ha rogado al doctor que examine bien a su señora pero el le dice que todo está en orden

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