6- Decisión 2

La doctora ordena mantas, a Luisa la cambian de ropa, calientan su cuerpo pasándole mana, la doctora se da cuenta que son dos bebés, su estado es normal por el momento, todo se complica al ver que la fuente se rompe.

-Excelencia, está muy mal su maná es muy débil, la fuente se ha roto, quiero que venga el doctor que la atiende.

-Que tan mal.

-Mucho, excelencia a quien debemos salvar, los bebés están bien, pero ha empezado el trabajo de parto, la marquesa no está en condiciones de pujar, es más no creo que vaya a estar consciente, debe tomar una decisión.

-Cómo? Son dos?

-Si, se sienten dos clases de maná, sus síntomas que describe su doncella es una condición que tienen las mujeres embarazadas de gemelos, aunado a toda las preocupaciones y problemas entre ustedes, eso empeoró la situación, sin ofenderlo ella debia estar en el Marquesado donde está el centro médico, ahí sus síntomas no habrían pasado desapercibidos.

-Pero el médico que viene es de ahí.

-Si, leal a su familia algo que todos aquí saben, todo el personal piensa que ella lo traiciono, que los bebés no son suyos sabe la presión que eso le causó a ella, el médico solo la atendía por deber, para la mayoría aquí ya no es la marquesa, es mejor que salga, mi deber es salvarla a ella, pero la decisión es suya.

-No, por favor no quiero que nadie muera.

Beatriz lo saco de la habitación, el medico llegó y fue regañado por ella, estará sujeto a investigación en el consejo medico por dejar que la condición de la marquesa empeorará, ahora prepara todo para hacer una cirugía, algo nuevo que incluso ella evita hacer a no ser qué sea muy necesario.

-Señora Rubí está aquí.

-Rubí, tu maná de calor lo necesito, ella es un mago de hielo, debes calentar su cuerpo con maná, en la cirugía yo cerraré su herida, pero no debes dejar que su maná se enfríe.

-Si lo que ordene.

-Todos fuera!! Y tú me ayudarás, pero si ella se muere, dejaré eso en tu expediente, debes atender a tus pacientes desde un emperador hasta un plebeyo, que fue lo que hizo ella para que no te dieras o no quisieras atenderla.

-Perdon mi señora, doctora yo...

El doctor estaba nervioso, la doctora Beatriz lo ha regañado y no solo eso, una investigación significa que algo grave paso, puede causar que no lo dejen ser médico nunca más.

-Nada, nada justifica que ella esté en estás condiciones, dolor de cabeza, mareos, pies hinchados, es algo básico y de sumo cuidado en una mujer embarazada.

Beatriz estaba tan enojada, Rubí no la había visto tan enojada, la doctora siempre ayuda a todos sin importar quienes sean, lo peor que un médico puede hacer es no atender bien a su paciente, este procedimiento es muy nuevo, las doncellas también están listas para recibir a los bebés.

La doctora hace una incisión profunda, rubí controla el maná de la marquesa, el doctor jamás había visto ese procedimiento, la doctora es una de las pocas personas que lo realizan se debe tener un gran control en del mana para cerrar bien la herida.

En la sala está Javier con las palabras de la doctora en su cabeza.

-Maldita sea!! No debí dejarla aquí, prometí cuidarla y no he cumplido, si algo le pasa será por mi culpa.

-Calma eso no pasará, ellos estarán bien, la doctora es muy buena en lo que hace.

Le decía el capitan que es su amigo y lo acompaña.

Beatriz logra sacar a los bebés, el llanto inundó la habitación, es una niña y un niño con cabello rojo como el fuego, el doctor y las doncellas los ven es prueba de que los niños son del joven marqués, solo la descendencia de los Michelob tienen cabello rojo.

Pero Rubí grita que el maná se ha descontrolado, Beatriz cierra la herida lo más rápido que puede.

-Doctora su maná... ella se muere...

-Es su corazón, Beatriz con su magia da choques a su corazón, Vamos!! Vamos!! Luisa no puedes dejarlos, debes cuidarlos, esos niños necesitan a su madre.

-Doctora, ya va reaccionando, su maná se eleva, pero no mucho está en un sueño profundo, ella...

Rubí ve a la Marquesa, se ve muy mal.

-Si, si no despierta puede morir, llamen al Marqués, vayan a conseguir nodrizas para los niños, como están los bebés, Doctor?

-Son pequeños, pero su mamá es estable, en el rango normal.

-Bien, hablaré con el marqués, limpien todo, perdió mucha sangre, vigila su maná, al menos haz eso por ella.

-Si señora.

Beatriz baja a la sala seguida de dos doncellas, cada una con un bebé.

-Felicidades, marqués, son una niña y un niño.

Javier se acerca a verlos, son tan pequeños, sonríe al verlos, su cabello es rojo, son suyos, en eso no hay duda.

Los padres de Luisa también se sienten aliviados, pero preguntan por su hija.

-Doctora como está mi hija.

Javier también escucha atento, pero la cara de la doctora lo dice todo.

-Si bien la magia es de gran ayuda, ella está grave, está en sueño profundo, no sé si despierte.

-Pero no se puede hacer nada, mi hija puede morir?

-Si, si no despierta, poco a poco su cuerpo morirá.

Todos en la sala guardan silencio, ella se va, va a ver a Zafiro, quien ya había sido atendida, ya estaba despierta.

-Cómo estás? Tus piernas están bien?

-Si doctora, esa loca no solo congelo el hielo, me congelo las piernas, casi me mata.

-Zafiro cuida tu lengua, ella es la marquesa.

-Esta loca, no se cayó, ella se aventó al agua, quería morir, intenté detenerla y me congelo las piernas.

-Que es lo que has dicho.

Ambas se sorprenden al ver a Javier, tenía más preguntas y siguió a la doctora.

-Te estoy diciendo que me digas que paso, doctora déjeme con ella.

-Si, Zafiro compórtate.

Zafiro solo ve de mala gana a la doctora, ella es una plebeya como se atreve a regañarla.

Beatriz sabe quién es ella, conoce a la mayoría de nobles en la academia, ni siquiera Rubí que es una princesa se comporta como ella, es altanera y presumida.

-Mi señor, la marquesa subió al barandal, fue que la vi de lejos, no pensé que se fuera a aventar.

-Pero por qué, tal vez se rompió el barandal.

-Es de madera, pero ella lo congelo, se rompió por eso ella cayó al agua, al detenerla ella congeló mis piernas y me desmayé, no pude detenerla más

-Si vi cuando te desmayaste y ella cayó al agua.

-Puede ir a ver el barandal, ella lo congelo.

Javier no quiere imaginar que Luisa intentará suicidarse, quería morir no solo ella, sino con su hijo, tal vez dejar a los niños con ella no sea buena idea.

Camina sobre el puente y comprueba lo que Zafiro dijo, el capitán también le dice que Luisa siempre iba al puente, pero está vez se veía mal, Zafiro siempre está del otro lado del puente, por qué no dejan que vaya al bosque.

-Que? Por qué no?

-Su suegro lo ordeno, ella no podía ir más allá del puente, tampoco salir de la mansión.

-No podía ir al pueblo?

-No, solo una vez salió, de ahí no volvió a salir.

-Estuvo encerrada todo este tiempo.

-Señor no sé si los chismes sean ciertos, pero ella no habla con nadie, si le soy sincero no creo que lo haya engañado.

-Gracias, sigue con tu trabajo.

Javier regresa a la casa, sube a ver a Luisa que está en cama con fiebre, el doctor controla su maná para que no suba más la fiebre, su doncella pone paños de tela sobre su frente.

-Salgan.

La doncella sale junto con el doctor.

-Luisa perdóname, nunca debí mandarte aquí, por favor despierta.

Javier la cuida a ella y va a la habitación de los bebés los ve y son muy bonitos, como les dirá que dejó morir a su madre.

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