Capitulo 17 Puertas cerradas

Más tarde en la noche, Bethany despierta en su habitación con su pijama puesta. Mira a su alrededor y no había nadie, no estaba la sirvienta que la vigilaba cada 10 minutos.

-¿Me quedé dormida? -Se levantó de la cama- Quería molestar un poco más a Michael.

Bethany gira la perilla de la puerta, pero simplemente no abre, intenta varias veces y no abre. La puerta estaba cerrada al igual que las ventanas, no podía salir de la habitación.

-... Está tan enojado conmigo que ahora me encierra en mi habitación ¿Quién se cree?

Por supuesto Bethany no pensó algo más, no quería malinterpretar está acción de Michael. Así que espero pacientemente la llegada de Michael.

A la mañana siguiente.

-Señorita despierte -Dijo la sirvienta moviendo despacio su cuerpo.

-¿Qué? ¿Me quedé dormida otra vez?

-El desayuno ya está servido.

-¿Y Michael? ¿Dónde está?

-Está en su habitación, pero él...

Bethany se fue de la habitación antes de que la sirvienta terminara de hablar.

La puerta de la habitación estaba entreabierta, revelando a Michael mientras se vestía con una concentración que parecía excluir el mundo exterior. Bethany, sin previo aviso, ingreso a la habitación, sus ojos demandado una explicación.

-Michael -comenzo su tono firme- ¿Por qué me dejaste encerrada en mi habitación.

Michael, sin perder la calma, la miro con indiferencia y simplemente dijo:

-No ves que me estoy vistiendo, lárgate

-¿Así tratas a tu esposa? Quiero una explicación del por qué me dejaste encerrada anoche.

-Fuera de mi habitación.

Bethany, decidida a no ser ignorada, permaneció en su lugar.

-No, no me iré hasta que me des una explicación. ¿Por qué lo hiciste?

Michael suspiró, como su enfrentar la situación le resultara más molesto de lo que esperaba. Avanzó hacia ella con paso seguro, sus ojos encontrando los suyos con una mirada intensa.

- No te incumbe -respondió finalmente tomando la decisión de enfrentar el tema- Es mi asunto, no el tuyo.

Bethany, sin inmutarse, lo miro fijamente.

-No puedes simplemente encerrarme y esperar que me vaya sin entender por qué. Estoy aquí para entender, Michael.

El hombre suspiró nuevamente, aparentemente resignado ante la persistencia de Bethany. Sin decir una palabra más, la tomo suavemente de los hombros, la alzo ligeramente y la condujo fuera de la habitación. La puerta se cerró con un clic firme, dejando a Bethany afuera mientras Michael regresaba a su espacio personal.

-No creerás que me intimida tu cuerpo y tus músculos, no lo hacen.

-Hablaremos en el comedor -Dijo cerrando la puerta.

Bethany, ahora en el pasillo, se quedó mirando la puerta cerrada. La incertidumbre persistía, pero la determinación en sus ojos prometía que no dejaría que este misterio quedará sin resolver. Con un suspiro, se alejó de la puerta y fue al comedor donde su desayuno ya estaba listo.

Luego de unos minutos, Michael bajo a desayunar, y vio a Bethany con el ceño fruncido.

-¿Ahora sí puedes decirme el por qué? O tengo que esperar hasta mañana.

-... Algo paso en la empresa y otra cosa, eso es lo que te voy a decir, además ya no saldrás sola, si vas a salir tienes que obtener mi permiso y te irás con las personas que están encargadas de cuidarte ¿Entiendes?

-No, no te entiendo, dime las cosas claras si quieres que te entienda.

Michael suspira.

-No quise encerrarte sin que sepas nada, pero era necesario hacerlo, no intento hacer nada malo, solo te estoy protegiendo.

-... ¿De quién?

-Eso no importa, yo me encargo de esto, mientras tú te quedas aquí ¿De acuerdo?

-Si, pero aún así me tienes que decir que es lo que está pasando, puedo ayudarte.

-Te lo diré, después de descubrir si es esa persona o es otra, aun no estoy seguro, pero de lo que si estoy seguro es que podrían hacerte daño y ambos no queremos eso ¿Verdad?

-No, claro que no.

-Entonces obedece lo que te digo y todo lo que me pidas trataré de cumplirlo, pero tienes que ser cuidadosa.

-Si.

Bethany estaba asustada por lo que había dicho Michael, no sabía quién era, pero podía deducir que era su padre quien está detrás de todo eso. No podía creer que su propio padre le haga daño a su hija por su traición. Le llegó un pensamiento que debería de hablar con él y tratar de arreglar las cosas. Pero sabía que no sería tan sencillo como ella lo imaginaba.

-No contactarás a tu hermana desde ahora.

-¿Qué? ¿Por qué? -Dijo sorprendida.

-Encontramos la sensación de que ella está en este problema, pero solo es una suposición. Déjame averiguar primero y luego te avisaré cuando puedas hacerlo.

-Pero ella...

-Sé que confías en ella, pero yo no y no cambiaré de opinión hasta que ella demuestre lo contrario.

-Oh, está bien, pero no le hagas nada, si hay algo en el que sospechas de ella, dímelo y trataré de hablar con ella o con Ángelo.

-¿Qué hará Ángelo? Le pondrá correa a su

-No lo digas -Dijo interrumpiendo a Michael.

-Iba a decir "cachorra" lo de perra se lo diría en la cara.

-... No entiendo por qué la odias tanto, más bien no entiendo por qué se odian.

-Así es la vida Bethany.

-Que vida más rara ¿No crees?

-Si, ahora déjame desayunar en paz, tengo hambre.

-Después de comer podemos volver a las preguntas.

-No, tengo trabajo que hacer, esta semana estaré muy ocupado así que no podré jugar contigo.

-Entonces ¿Qué haré? Estaré en casa todo el día sin hacer nada.

-Le puedo decir a la servidumbre que te instalen un televisor en tu habitación para que veas las películas, series que quieras y también cantar tus canciones favoritas.

-¿En serio? -Dijo con una sonrisa- eres el mejor Michael, solo por esto sería tu esposa de verdad.

-Aún eres mi esposa, todavía no firmas el divorcio... Tal vez pase algún día.

-¿Algún día? ¿Quieres que firme el divorcio?

Michael no entiendo por qué menciono el divorcio, era claro que no quería hacerlo, pero lo primero era la felicidad y la libertad de Bethany así que esto era algo bueno para ella.

El aire en la habitación se volvió denso cuando las palabras "divorcio" resonaron en el espacio entre Michael y Bethany. La idea, inicialmente propuesta con la intención de liberar a Bethany y permitirle perseguir sus sueños. Había tomado una forma palpable. Sin embargo, la reacción de Bethany no fue la que Michael había anticipado.

-Cuando este listo te avisaré y estarás libre de todo esto. Podrás cumplir tu sueño de encontrar a tu esposo y tener los hijos que quieras.

-Oh...

Bethany, lejos de alegrarse por la supuesta libertad, se sumió en un silencioso reflexivo. Sus ojos, antes llenos de brillo, ahora reflejaban una mezcla de confusión y, posiblemente, conflicto interno.

-Desayunaré en mi habitación -Dijo tomando su plato y abandonando la habitación.

-Esta bien...

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