Capitulo 14: Un sentimiento extraño

-Iré a hacer una pijamada con mi hermana, quiere pasar más tiempo conmigo antes de irse con Ángelo a Italia.

-¿Qué día y a que hora llegarás?

-Solo serán dos días, pero en el último día Ángelo tuvo una idea de prender fuegos artificiales, será divertido ¿No quieres venir?

-No gracias, no quiero estar cerca de tu hermana.

-Ah sí, es cierto, bueno entonces si quieres ir avísame ¿Está bien? Adiós -Dijo entrando al auto.

Michael suelta un suspiro, mientras mira como Bethany se va alejando.

Desde el día en que Michael extendió su mano para ayudar a Bethany a liberarse de las sombras de su pasado, algo en el cambio. Un sentimiento extraño, una amalgama de emociones que no había experimentado Antes, empezó a tejerse en lo más profundo de su ser. Cada encuentro con Bethany provoca una mezcla de nerviosismo y serenidad que lo dejaba desconcertado.

A veces la evitaba para no sentir ese sentimiento tan extraño en él. Pero no funcionaba, cada vez que lo hacía no podía trabajar tranquilo como antes.

Michael se encontró reflexionando sobre ese sentimiento extraño que lo envolvía cuando estaba con Bethany. Era como si su presencia tuviera el poder de calmar las tormentas internas que él, un hombre acostumbrado a la firmeza, apenas reconocía. Los días compartidos envolvían oasis de tranquilidad y risas, despejando la nubosidad que a menudo oscurecía su mente.

Sin embargo, cuando Bethany se alejaba, una inquietud desconocida lo embargaba. No entendía por qué su corazón latía más rápido, ni por qué la idea de ella divirtiéndose con su hermana y Ángelo generaba una sensación incómoda. Desde que es libre y pudo salir de la casa, Michael se encontraba vigilando las horas, esperando su regreso, un comportamiento que reconocía como desconocido incluso para él.

Las noches se volvieron testigos silenciosos desde sus preocupaciones. Desde la ventana, Michael observaba las luces de la ciudad, preguntándose por qué la esencia de Bethany resonaba en su interior de manera tan profunda. La lógica le decía que ella tenía su propia vida, pero sus emociones parecían desafiar toda lógica conocida.

En una de esas noches de vigilia, Michael tomo la decisión de explorar este sentimiento desconocido. En la última noche que Bethany se quedaría en casa de su hermana, Michel decidió ir aquella casa y cuando salió del auto de inmediato se encontró con Bethany en la oscuridad, esperando a su hermana y a su novio. Quería entender el porqué el tiempo sin ella se le hacía eterno y por qué su regreso iluminaba su mundo.

Bethany alzo la vista y se alegro al ver a Michael venir hacia ella.

Bethany, sin saber la tormenta emocional que batía en el interior de Michael, le sonrió como siempre lo hacía.

-Pense que no vendrías, me alegra que estés aquí.

Un halo de complicidad flotaba en el aire mientras compartían pequeñas charlas, y Michael se dio cuenta de que su conexión iba más allá de la simple amistad.

A medida que el sentimiento extraño se intensificaba, Michael se encontró atrapado en un conflicto interno. ¿Cómo reconciliar está sensación inexplorada con la amistad sólida que compartían? Aunque el miedo de perderla de alguna manera lo atormentaba, también reconocía la importancia de no dejar que está extrañeza afectara su relación.

Finalmente, en un momento de claridad, Michael aceptó este sentimiento extraño como una nueva faceta de su vida. Optó por abrazar la conexión especial que compartia con Bethany, confiado en que el tiempo revelaría la verdadera naturaleza de esta relación en constante evolución.

-Pero que mierda haces aquí -Dijo Casandra arruinando la atmósfera que tenía la pareja.

-Bethany me invito, así que vine a ver los fuegos artificiales.

-¿Por qué Bethany? Yo no te dije que lo invitarás.

-tu no, pero Ángelo sí. Me dijo que podía invitarlo para que Michael no se sienta solo en casa.

-¡Ángelo! -dijo entrando a la casa.

-Yo no me siento solo, vine por qué me invitaste y no me gusta rechazar invitaciones.

-Sí, sí, puedes mentir todo lo que quieras, pero yo sé la verdad -Se ríe.

-Ya te dije que no es así, deja de creer lo que dice un extraño y créeme a mí.

-Si te creo, pero también le creo a ese "extraño". Además, él no se llama extraño, se llama Ángelo.

-Como sea. ¿Y cuando veremos los fuegos artificiales?

-Creo que tardará un rato, están buscándolos desde hace media hora.

Michael suspira y espera con Bethany.

La noche se extendía ante la casa de Ángelo, envuelta en una atmósfera de anticipación.

Sentados en el porche, Michael no pudo contener su curiosidad. Miró a Bethany y, con una sonrisa llena de matices, preguntó sobre Ángelo.

-Entonces, ¿Cómo es Ángelo? Debe de ser alguien interesante si estás tan involucrado en tu mundo.

-¡Oh, Ángelo es increíble! Además de ser un pintor talentoso, ha leído mis novelas y siempre tiene palabras tan amables. Realmente tenemos una conexión especial -Dijo con entusiasmo.

Sin embargo, sin darse cuenta, sus palabras desencadenaron una tormenta de inseguridades en Michael.

La respuesta de Bethany desato en Michael un torbellino de preguntas impulsadas por la ansiedad y los celos ¿Por qué Ángelo la elogiaría de esa manera? ¿Qué tenían en común que él no compartiera con ella? La confusión y el resentimiento se mezclaron, y Michael, incapaz de contener sus emociones, atacó con preguntas que reflejaban sus propias inseguridades.

-¿Conexión especial? ¿Qué tan especial?

Bethany, perceptiva ante la incomodidad de Michael, sintió una risa burbujeante en su interior. La ironía de la situación no pasó desapercibida para ella, Aunque no se rió abiertamente, una sonrisa traviesa bailo en sus labios mientras respondía las preguntas con calma.

-No te preocupes, Michael. Es solo que compartimos intereses y nos entendemos. No hay nada extraño.

-Ya veo... -dijo mirando hacia otro lado.

-Encontramos los fuegos artificiales, espero que estén listos para el espectáculo de fuegos artificiales.

-¡Definitivamente! Ya era hora de que los traigan.

La pareja llegó con una lluvia de chispas en el cielo, distrayendo momentáneamente la tensión que se había acumulado.

Sin embargo, Michael continuaba en su juego de sombras, ignorando a Ángelo y manteniéndose cerca de Bethany, creando una barrera invisible entre ellos.

Bethany, aunque disfrutaba de la compañía de Michael, notó la incomodidad de Ángelo, sus ojos se encontraron en un intercambio silencioso, reconociendo la tensión que ahora flotaba en el aire.

A medida que la noche avanzaba, Bethany se dio cuenta de que Michael estaba luchando con sus propios demonios internos. Decidió ser su refugio, a pesar de la incomodidad que envolvía la velada.

-¿Estás bien, Michael? Puedo sentir que algo te está molestando.

-No es nada, Bethany. Solo estoy disfrutando de la noche -Dijo tratando de ocultar sus emociones.

-Sabes que puedes hablarme¿Verdad? Somos amigos después de todo -Dijo con una mirada comprensiva.

-... No me gusta que hables de otros Chicos frente a mí.

-¿Qué? Pero tú preguntaste primero.

-No sé, pero no me gusta y ya.

-Está bien, está bien, entiendo, pero Michael, Ángelo es solo un buen amigo, solo eso.

-¿Un buen amigo que te elogia y comparte tus intereses? Suena como algo más -Dijo frunciendo el ceño.

-No dejes que tu imaginación te juegue malas pasadas. Es el novio de mi hermana, no podría ser algo más con Ángelo, si no lo sería, él solo sería mi amigo y nada más. Además, todavía no busco una relación, estoy trabajando conmigo misma primero.

-lo se -suspira- Solo... No, lo siento, no quise decir eso.

-Está bien, está bien -coloca una mano sobre su hombro- dime ¿Qué pasa?

-No es nada, mejor disfrutemos de los fuegos artificiales.

-... Está bien, si alguna vez quieres hablar, estoy aquí para ti ¿Si? -Michael asiente- Bien.

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