Capitulo 19: Entre risas y Revelaciones.

Después de que Ángelo hablara su problema, Bethany comenzó a hablar sobre el suyo, le dijo sobre sus momentos juntos de como él la ayudo en todo este asunto, como estaban cómodos conversando, se sentía que en el mundo solo estaban ellos dos y nadie más, era un sentimiento extraño que había sentido hace tiempo, pero no le daba importancia.

También le dijo sobre sus pensamientos y sentimientos que tuvo al oír la palabra "divorcio". Le dijo sus Con eso Ángelo la hizo comprender que ella estaba enamorada de Michael y deberían darse una oportunidad para que estén juntos.

Ángelo le aconsejo que olviden lo del divorcio y mejor vayan a una cita.

-¿Una cita? ¿Qué se supone que deba hacer ahí?

-Solo tengan un momento de una charla cómoda y luego pregúntale que es lo que piensa de ti o del amor. Tal vez te dé la respuesta que tú quieres, pero no te rindas.

-¿A dónde debería de llevarlo? No puedo salir de casa, está pasando algo y bueno no quiero estar en peligro.

-Si entiendo, puedes hacerlo en el patio de tu casa, pueden hacerlo como un pícnic.

-Sí, es una maravillosa idea, ¿Sí lo pudiera hacer mañana? Es que está muy ocupado con su trabajo.

-Claro, prepara todo primero y luego lo invitas a una cita estoy seguro de que dirá que sí.

-Muchas gracias Ángelo, fuiste de mucha ayuda. Espero que mi hermana no se dé cuenta de cuánto la amas.

-Solo tengo que esforzarme en enamorarla aún más de mí, no será difícil es una tarea fácil.

-Si, cuando pase llámame.

-También debes de contarme lo tuyo.

-Claro, de eso no lo olvidaré, adiós. -cuelga la llamada.

Bethany suspira y dibuja una sonrisa en su rostro, está contenta y nerviosa por lo que hará mañana, nunca antes había hecho esto. Cómo dijo Ángelo se preparó para hacer el pícnic, espera que todo salga bien y poder descubrir si Michael también la ama.

Al día siguiente. La tarde se teñía de tonos cálidos cuando Bethany, decidida a explorar los sentimientos que flotaban en el aire, extendió una invitación a Michael para una cita. La sugerencia, aunque llevaba consigo el peso de la incertidumbre, prometía un momento de revelaciones y quizás, un paso más allá de la amistad.

La cita estaba planeada con unos platos deliciosos que su amiga la sirvienta la ayudo a preparar. El patio de la casa era una buena idea para una cita, el aire fresco soplaba suavemente, el césped mostrando su bello color verde y el cielo despejado lo hacía aún mejor, era un lugar tranquilo dónde las risas y las confesiones pudieran encontrar su camino. Bethany, nerviosa, pero llena de exportación, recordaba los consejos de Ángelo sobre cómo descubrir los sentimientos de Michael. Sus ojos. Brillaban con la chispa de la anticipación mientras esperaba la llegada de Michael al sitio acordado.

Cuando él apareció, una sonrisa cómplice se dibujó en el rostro de Bethany.

-Llegaste, me alegro de que así sea -dijo alegre.

-Por supuesto, no podría rechazar una cita en mi propia casa.

-Es lo mejor que se me pudo ocurrir. Siéntate en el mantel, está limpio.

Michael se sienta en el mantel al igual que Bethany mientras lo miraba aún con una sonrisa en su rostro, le muestra los postres que ella había preparado, bueno algunos.

-¿Quieres café? Espero que te guste.

-Claro.

La suave melodía del café y el tintineo de las tazas crearon un fondo armonioso para la conversación que se desarrollaba entre Bethany y Michael. Entre risas y anécdotas, la química entre ellos se volvía cada vez más evidente.

-¿Alguna vez has pensado en el amor, Michael? Quiero decir, ¿encontrar a alguien que te haga sentir mariposas en el estómago?

Michael hace una pausa momentánea y reflexiva.

-Bueno, supongo que todos pensamos en eso en algún momento.

Bethany, observadora, noto su pausa en las palabras de Michael. Decidió explorar un poco más.

-Es solo que Ángelo me contó una vez que el amor puede ser algo mágico, algo que te hace sentir vivo. ¿Has tenido algo así una vez?

Michael sonríe ligeramente.

-Tal vez... En algún momento del pasado. No lo sé.

La conversación continuó, tejiendo un tapiz de confidencias compartidas y risas compartidas. Bethany, consciente de cada gesto y mirada, buscaba pistas sobre los sentimientos de Michael.

-Michael, ¿qué piensa sobre la idea de darle una oportunidad al amor, aunque sea solo una vez? -Dijo mirándolo directamente.

-A veces, darle una oportunidad al amor puede cambiar tu vida de maneras que ni siquiera esperas -con una mirada penetrante- solo te da problemas.

-Si es verdad, pero hay cosas buenas de eso, no siempre son problemas.

-... ¿Estás enamorada de alguien?

Bethany se sorprendió y se puso nerviosa de inmediato.

-Bueno sí, es algo que recién descubrí, eso es lo que creo.

-... Me alegro, así podrás cumplir tu sueño. No te precipites, primero mira que sea un buen hombre para ti no escojas a cualquiera.

Bethany, sintiendo la profundidad de esas palabras, sonrió. La cita transcurrió entre confidencias y complicidad, y cuando llegó el momento de despedirse, Bethany se sintió un poco triste, no obtuvo la respuesta que sería en esta charla.

-Gracias por esta tarde Michael. Fue realmente especial.

-Lo pase bien, Bethany -Dijo levantándose del suelo.

-Quédate un poco más -Michael la mira- ya sé que terminó la cita, pero quédate un poco más, descansa de tu trabajo.

-Tengo muchas cosas que hacer.

-Te ayudaré con eso, pero quédate un poco más, conversemos, está vez sin las preguntas.

-Dije que no, si quieres hablar, habla con la sirvienta o con tu amigo Ángelo, ya que tanto confías en él -Dijo de mala gana.

La mención casual de Ángelo por parte de Michael no pasó desapercibida para Bethany, quien captó la sutil pero evidente animosidad en la voz de Michel. Un destello de compresión iluminó sus ojos cuando comprendió que tal vez, solo tal vez, Ángelo podía provocar celos en él.

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