Encontrarla

Nadaba con todas mis fuerzas, siento que la corriente del agua la está arrastrando sin control alguno, solo ruego por que esté viva, que solo sea un estado de inconsciencia.

Lenox: ¡Lila! Gritaba con todo mi ser.

Un torbellino la llevó a la profundidad, seguía buscándola con desespero, no voy a permitir que se aleje de mí.

El final había llegado, era una cascada inmensa, mi esposa estaba cerca, ella salió a la superficie, trate de tomarla de brazo pero fue en vano, cayó al vacío.

Lenox: ¡No!

Sin pensarlo me lancé al vacío junto a ella, pero por más que busque no la encontré.

No sé cuánto tiempo ha pasado, quizás minutos horas o días, yo sigo buscando a mi esposa , he abierto la conexión para intentar hallarla pero no he tenido éxito.

Gritó una y otra vez su nombre, debo encontrarla, ella es mi vida, si la pierdo yo me perderé en el limbo.

“Lenox hijo, ¿dónde estás”

Mi madre intentaba conectarse pero no quería perder mi objetivo, aún no podía encontrar a mi esposa, no puedo desviarme en este momento.

Estoy sobre una gran roca, el agua está tranquila, pero las esperanzas de encontrarla se agotan.

¡Lenox!

Es mi padre quien me llama, él llegó junto con Ian, los dos estaban cubiertos de sangre, sé que buscaban una respuesta de mi esposa pero no la tenía.

Lenox: No la encuentro padre, no la encuentro

mis palabras van con lágrimas, soy un inútil, como veran no pude protegerla, por qué la dejé sola en este momento.

Nazil: Ella aparecerá, es una Zenda muy poderosa.

Lenox: No la escucho, no siento su respiración.

Nazil: Trata de calmarte, debes concéntrate en su alma, los dos están unidos.

Mi respiración era fuerte, mis manos temblaban, creo que parte de mi cuerpo se paralizaba, seguro es un ataque de pánico.

Nazil: Ian y yo te ayudaremos a buscarla.

Mi madre seguía insistiendo en que nos comunicáramos pero no quería, sé que ella está preocupada pero la conexión es solo para mi esposa.

Comencé a sentir señales de otros Zenda, al parecer sabían que algo malo había pasado, algunos manifestaron que venían en camino.

Ian se lanzó al agua, vi cómo se transformó en un tritón, se que nadie mejor que me puede ayudar.

Ian: Tendré noticias, lo juro

Vi como se sumergió, él podría hablar con todos los animales marinos, sabrá muy bien dónde está Lila.

Nazil: Ella estará bien hijo.

Lenox: ¿puedes jurarlo?

Nazil: ¿Acaso ella no es como tú? Incluso es mejor que nosotros, es una diosa.

Mi padre tenía razón, ella no es una mujer débil, solo está inconsciente, supongo que es por eso que no puedo sentirla.

Siento que el tiempo pasaba, la noche había llegado, yo observaba la luna, estaba más grande y brillante que nunca, eso en definitiva me aterra, no sé si ella sabe algo que yo desconozco.

“Hijo”

Por fin pude responderle a mi madre, ella merece saber que está pasando.

Lenox: Aún no la encuentro.

Beca: Ya aparecerá, los cachorros la siente y reclaman comida.

Lenox: Mis hijos ¿están vivos?

Beca: Si mi amor, los dos están perfectos, ellos están buscando a su madre.

Lenox: Madre no la encuentro.

Beca: Lo siento hijo, sé que estás sufriendo y es por mi culpa, yo debí cuidarla.

Lenox: La culpa es mía, yo debía protegerla.

Beca: Quiero que sepas que tengo a la mujer bajo custodia.

Lenox: Camille… quiero ser yo quien le quite el aliento.

Beca: Lo sé.

“¡Lenox! Era Ian quien me llamaba.

Lenox: Lo siento madre debo irme ya.

Corte la conexión con mi madre y me uní a Ian.

Lenox: Dime que la encontraste.

Ian: La encontré, por favor ven rápido.

Mi padre y yo nos transformamos, sabíamos que de esa manera seríamos más veloces, los dos estábamos dejando todo en esa carrera, sentía el olor de Ian cada vez más fuerte, estábamos cerca eso es seguro.

Al final lo vi, estaba en la orilla con mi esposa en sus brazos, él pasaba magia de curación, quiero pensar que está viva, solo un poco débil.

Lenox: !Lila!

Ian levantó su rostro, por lo que expresa no son buenas noticias, algo malo sucede.

Llegue a su lado, con rapidez la tome en mis brazos, yo sostenía a mi mujer contra mi pecho, ella estaba inconsciente.

Lenox: Lila mi amor, por favor abre los ojos.

La coloque con delicadeza en el suelo, le revisaba el cuerpo, las heridas no estaban, había sido curada, pero no había reacción.

Nazil: ¿Qué pasa hijo?

Lenox: Ella no responde.

Ian: Lila no está muerta, sí reacciona.

Lenox:¿Qué dices? ¿Viste algo que yo no?

Cuando la estaba sacando del agua me lastime con una roca afilada, un poco de sangre cayó, juro que vi que su nariz se movió buscando el olor.

Lenox: ¿Será la sangre?

Saqué una garra afilada y me rasgue la piel, la sangre comenzó a salir, la acerqué a la boca de Lila, inmediatamente ella se prendió de mi mano y comenzó a succionar.

Lenox: ¡Lila!

Ella no abría los ojos, solo bebía sangre con sus ojos cerrados, una vez terminó de saciar su sed quedó inmóvil.

Nazil: Vamos a casa.

Levante a mi esposa en mis brazos, no entiendo qué pasa, es como si estuviera atrapada en algún lugar.

Después de un largo camino habíamos llegado, a lo lejos veía a mi madre, ella estaba pendiente de nuestra llegada, pero mis ojos se desviaron al ver que dos hermosos cachorro, ellos salían de su escondite.

“¿Papá? ¿Mamá? Los escuché decir.

Mis lágrimas salían sin poder controlarlas, mi esposa me había regalado dos bellos hijos, pero yo no pude ayudarla, qué les diré a ellos, que soy débil que no la pudo proteger.

Los dos corrieron hacia mi, yo me arrodille, los dos olfateaban a su madre.

¿Mamá está bien?

Hola pequeña, mi lobita era blanca como su madre, sus ojos son azules como el agua cristalina, veo como expresa tristeza.

Lenox: Ella estará bien, debemos llevarla adentro.

“Padre la maldita está siendo torturada”

Escuché decir a mi hijo, este lobo es peor que yo.

Lenox: Quiero hablar con ella, necesito saber qué pasó.

Entramos a casa, me prepararon la bañera, debía limpiar el cuerpo de mi esposa, estaba lleno de lodo y algunas plantas.

Mientras limpiaba todo rastro de impureza le hablaba, necesitaba saber que ella estaba aquí conmigo, pero fue en vano.

Seque su cuerpo y puse un vestido blanco, la recosté con delicadeza en la cama, podía notar que sus mejillas eran rosadas, sus labios rojos, mi esposa no estaba muerta, al menos el cuerpo está vivo, ¿pero dónde está su alma?.

Mis hijos volvieron, ellos por lo que veo no querían cambiar de forma, seguían siendo lobos, los dos se subieron en la cama y comenzaron a lamer a su madre.

Los veía empujarla con su cabeza, quería que respondiera pero fue imposible.

Habían movimientos extraños, así que acerqué por la ventana, el gran rey mago había llegado, el tío Andrés hacía su aparición, pero no solo el, mi abuela Mirna y mi abuelo Noah llegaban, a lo lejos veían que muchos más estaban apareciendo.

Me acerqué a mi esposa y la bese, después le susurré.

“Te voy a encontrar mi amor, te lo juro”

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