Solo los dos

Sé que tengo que pensar en el bien de la manada, pero cuando se trata de vulnerar la vida de un ser humano no lo permitiré.

Veo como todos tratan de vincularse con Lila pero no tiene éxito, ella simplemente se da vuelta y se marcha.

Quiero ir tras de ella pero me detienen.

Bernie: Alfa tenemos que hablar.

Lenox: ¿Ahora qué quieres?

Bernie: Ya está claro que tomaras a la loba como tu concubina, pero después ¿la entregarás?

Lenox: Ella no será mi concubina, es mi mujer así que la respuesta es obvia.

Bernie: Pero tu Luna es Camille.

Lenox: No lo es y nunca lo ha sido.

Los dejé discutiendo solos, entre a mi casa, necesitaba hablar con lila pero antes de que lo hiciera Camille intervino.

Camille: Lenox quiero que hablemos.

Su voz era suplicante así que accedí.

Entre a mi habitación, ella ingresó detrás.

Camille: Amor ¿por qué me tratas así?

Lenox: No comiences con lo mismo.

Camille: Quiero entender por qué la defiendes a ella y a mí me humillas ante la manada, ¿acaso no escuchas todo lo que dicen de mí?

Lenox: Jamás me ha importado lo que hablen los demás.

Camille: Pues a mí sí, todos dicen que soy una loba infertil, que llevo años a tu lado y no he podido concebir, también que soy tu empleada de servicio, dicen cualquier cosa menos que soy tu esposa.

Lenox: Lamento que te sientas mal pero sabes que nada de eso es cierto.

Camille comenzó a soltar su vestido, ella se acercaba con intensiones sexuales.

Lenox: Camille…

En ese momento mi olfato se activó, Lila estaba afuera.

Camille: Por favor, hazme el amor como solías hacerlo, quiero sentirte de nuevo.

Yo seguía concentrado en Lila, su aroma se estaba alejando, trataba de entrar a su mente y ver hacia donde iba.

Mientras yo seguia buscándola Camille me estaba desvistiendo.

Vi a Lila ingresar a la cabaña, justo en ese momento volví a mi realidad, Camille estaba soltando mi pantalón.

Lenox: ¡No!

Hice que se levantara, ella comenzó a llorar.

Camille: ¿Por qué me rechazas de esta manera?

Lenox:Sabes que no puedo, en verdad no siento nada por ti.

Traje un bata y se la coloque encima, ella no paraba de llorar.

Vi como se sentó en un rincón de la habitación, su llanto era desgarrador, así que la tomé y la llevé a la cama.

Hice que se acostara, yo también lo hice, mientras miraba el techo yo jugaba con su cabello.

Lenox: Lo mejor es que te vayas Camille, yo no puedo serte fiel, tampoco puedo quererte.

Ella simplemente se aferraba a mi pecho, podía sentir como sus lágrimas caían.

Lenox: En verdad lo lamento.

Nos quedamos así un par de horas, por un momento el sueño se apoderó de mí.

Me desperté en la madrugada, mi cuerpo estaba caliente, solo tenía la imagen de Lila, ella estaba en celo y yo estaba reaccionando a sus estímulos.

Me senté en la cama, a mi lado dormía la mujer que por años me ha acompañado, sé que le tengo aprecio y está en mi corazón, pero por otro lado está Lila, esa loba intrusa que se convirtió en mi mate.

Pasé rápidamente a la ducha, quería bajar la calentura pero fue imposible, sentí como Camille ingresaba.

Camille: Déjame ayudarte.

Trato de tocarme pero no lo permití.

Salí rápidamente, me vestí para salir, podía ver por las ventanas que habían tormenta de nieve.

Camille solo gritaba que volviera con ella pero yo abandoné la casa.

Caminé en busca del ministro, se que dormía a esta hora pero en verdad lo necesitaba.

Tuve que derrumbar su puerta pues no atendía mi llamado, mi gran sorpresa fue al ver a Ramona durmiendo a su lado.

Ministro: ¿Gran alfa que hace aquí?

Lenox: Quiero divorciarme de Camille, arréglalo todo.

Ramona: ¡Hijo!

Ministro: ¿Qué pasó?

Lenox: Encontré a mi luna así que disuelve ese matrimonio y tú, ya que estás aquí Ramona, necesito que le encuentres un lugar a Camille, no la quiero ver más en mi casa.

Ramona: Esa loba Lila sí que llegó a causar estragos.

Lenox: Ya dije lo que quería así que espero que lo cumpla.

“Si Alfa”. Escuché decir

Salí a la tormenta, podía ver los lobos tratando de buscar a la dueña de ese olor, Lila estaba llegando a su pico más alto, aquellos que aún no tenían la edad para transformarse lo hacían de manera prematura ante su aroma.

Caminé hacia la cabaña, el frío no era impedimento, mi cuerpo se quemaba como en el mismo infierno.

A lo lejos la vi, ella salía sosteniéndose de la puerta, una ligera tela cubría su cuerpo, la escuché gritar que me detuviera pero no deseaba hacerlo.

Llegue a su lado, no podía resistirme más, debía reclamar su cuerpo como mío así que la bese.

Ya no eran sueños húmedos los que tenía, ahora vivía la realidad de poseer ese cuerpo, Lila me regaló su primera vez, sé que inmediatamente la vi quedé conectado a ella.

Nos entregamos a la pasión sin medida, en mis años de vida jamás había tenido un encuentro tal explosivo como este,

Yo clavé mis dientes en su cuello, mi lado vampiro había sido revelado, ahora no solo la tomé como loba, también era una inmortal bebedora de sangre como yo,

Era mía y yo suyo…

El proceso de transformación comenzó, ella vio mi pasado, los dos nos estábamos sincronizando, tuve que llevarla afuera mientras el proceso duraba.

Una vez terminó le juré que estaríamos juntos por toda la eternidad, si bien es cierto, ella es amapola y yo él lobo celestial, no voy a permitir que me la arrebaten.

Nuestra pasión se extendió por 14 días, ella pidió detenerse para arreglar el lugar, creo que habíamos destrozado todo.

Antes de ceder a su petición la tomé una vez más, ahora estaba siendo sometida sin piedad alguna.

He atado sus manos a su espalda, su rostro está ahora contra la madera sólida, yo entro y salgo de ella una y otra vez, la escucho decir mi nombre entre gemidos.

Quiero más de ella, lo quiero todo.

Pongo mis manos en su cadera, quiero ir más rápido, deseo estar más adentro.

“Lenox” la escucho gritar

En ese momento libero todo lo que hay en mi,

Lila: Me vas a matar.

Suelto sus manos y la ayudo a recomponerse, su cuerpo está lleno de marcas, no hay espacio para su piel blanca.

Lenox: Me encantas.

Le susurré para después besarla…

Lila: Iré a tomar una ducha.

Yo no la dejaría sola así que entré con ella, lentamente pasaba mis manos por su cuerpo, quería que se recuperara.

Lila: Eso que haces es increíble.

Lenox: ¿Qué de todo lo que te he hecho?

Lila: Tu poder de curación, siempre que terminamos de hacer el amor estoy a punto de morir, luego tú poner tus manos sobre mi cuerpo y me recupero por completo, es como si nada me doliera.

Lenox: Tu podrás hacerlo también, tengo que enseñarte muchas cosas.

Ella se dio la vuelta, ahora me veía a los ojos.

Lila: ¿Qué pasará conmigo?

Lenox: Estarás a mi lado, junto gobernaremos el reino.

Lila: ¿Y tu esposa?

Lenox: Tu eres mi esposa Lila.

Lila: Hablo de Camille.

Lenox: He pedido la disolución del matrimonio, también que la ubiquen en otro lugar, no estará más en mi casa.

Vi como frunció el ceño.

Lenox: ¿Qué pasa?

Lila: No quiero vivir en tu casa, supongo que tienes muchos recuerdos con ella en ese lugar.

Yo tomé su rostro en mis manos, si Lila me pide vivir en el cielo la complacería.