El terror

No salía de mi asombro, como era posible que Ian estuviera relacionado con mi bebé, ella aún no sale del vientre de Lila y ya él se cree con el derecho de reclamarla.

La bestia que llevo dentro salió, mi sangre estaba caliente, quería romperle el cuello de un solo mordisco.

Lila: ¡Cálmate Lenox! Guarda esa energía para los enemigos no tu familia.

El regaño de Lila me sorprendió, ¿acaso ella lo aceptaba?

Volví a mi forma, tuve que colocarme un abrigo encima, mi ropa había sido destrozada.

Beca: Pero qué bien domesticado te tienen hijo.

Mis mejillas estaban rojas, pero sé que mi madre tenía razón, yo solo soy un cachorro obediente por Lila.

Lenox: ¿Cómo es que lo aceptas?

Lila: ¿Acaso tenemos opción ? Mírame y mírate, tú y yo éramos enemigos, yo quería asesinarte y ahora estamos casados y en espera de dos hijos, no crees que el destino es quien decide y no nosotros.

Lenox: Pero es mi bebé.

Ian: Lo lamento en verdad pero ten presente que no me casaré con ella siendo un bebé, esperaré la edad adecuada.

Lenox: Sabes que, mejor ni hables, no quiero escucharte.

Pase a mi habitación, quería buscar algo de ropa, no acepto lo que está pasando pero Lila tenía razón, debía concentrarme en los enemigos.

Lila: Cariño…

Sentí como me abrazaban por la espalda, me di la vuelta y estaba ella, la mujer de mi vida y su hermoso vientre.

Yo la abrace y comencé a besar su cabeza.

Lila: Por favor no te enojes conmigo, no creas que es fácil para mí enterarme que nuestra bebé tiene un destinado ya, pero yo confío en tu familia por completo, sé que todos son como tú, hombres y mujeres leales y amorosos. Es justo lo que todo padre desea para sus hijos, ¿tengo razón?

Yo solo suspire, sé que ella tenía razón, yo solo quiero que mis hijos encuentren sus elegidos y seña felices.

Lenox: Tienes razón, es lo mínimo que nuestra hija merece, pero quiero que sepas que no se la pondré fácil.

Lila: Me parece perfecto, que demuestre ser digno de nuestra hija.

Al menos ya pude tranquilizarme, Lila tiene razón, sé que Ian está lleno de valores, amara y protegerá a nuestra bebé con su vida si es necesario.

Lila: Vamos a descansar, mañana es un día complicado.

Lenox: Si, tienes razón cariño.

Los dos pasamos a la cama, yo acariciaba el vientre de Lila, decidí acercarme y tener una conversación con mi niña, mi esposa solo me veía con burla.

Lenox: Hola princesa, sé que el idiota de Ian ya te puso el ojo, pero quiero que sepas que se hará lo que tú digas, si no es de tus afectos me lo dirás y yo lo asesino, sabes que tú eres más importante.

Sentí un golpe en la cabeza.

Lila: ¡Lenox! No hables de muerte, mi niña ya está inquieta.

Lenox: Está bien no lo asesinare, solo le daré un par de golpes, quizás le rompa los dientes.

Le di un beso en el vientre y abrace a mi esposa.

Lila: Eres un caso perdido, se supone que yo no debía estar contigo y míranos, somos felices.

Lenox: Jamás lo superaré.

Lila: Descansa amor, te amo.

Lenox: Y yo a ti.

Dormir abrazando a mi esposa y mis cachorros no tienen comparación, a veces quisiera que no salgan de su vientre, este mundo es peligroso para ellos.

La mañana llegó, podía sentir a los lobos inquietos, extraños se acercaban a nuestro reino.

Dejé a mi esposa en cama, ella no pasó una noche buena, el dolor de su vientre fue fuerte llevándola a tener un vómito,

Ahora la veo dormir, quizás hace una hora que por fin lo logró, por ahora la dejaré que recargue energía.

Tome una ducha rápido y baje en busca de mis padres, era momento de defender a mi esposa y mis hijos.

Los encontré en la entrada, ellos estaban con Ian, podía sentir la preocupación.

Lenox: ¿También los sienten?

Ian: Hola suegro, tienes razón, ya vienen

Lenox:Cállate imbecil,

Beca: Mi amor, siento que son muchos, pero también sé que Lila no se siente bien, puedo sentir su cansancio.

Lila: Paso una mala noche, no sé lo que le pasa.

Beca: Está cerca al alumbramiento mi amor, esos días son difíciles.

Lenox: Jamás la volveré a embarazar, no sabes cuánto me duele verla así.

Beca: Eso dices ahora, en un par de años veré más cachorros por aquí, no te preocupes solo son unos días, tan pronto nazcan tu querida Lila estará perfecta.

Ian: ¿Cuál es la orden?

Lenox: ¿Madre puedes quedarte con Lila? Debo ir hablar con la manada.

Beca: ¡Claro! Vayan y yo cuido a tu esposa,

Ian: Yo también me quedo, debo protegerla.

Lenox: Tu vas conmigo, necesito que me ayudes en la batalla.

Ian: Está bien, lo mejor es bloquear el paso de esos malditos.

Nazil: Es hora.

Mi madre volvió dentro de la casa, yo comencé a caminar junto con Ian y mi padre, los lobos estaban reunidos en el salón principal, podía sentir lo inquietos que estaban.

Lenox: Buen día, espero que pasaran buena noche, hoy será un día caótico.

Alfa antiguo: Mi señor, ya están cerca.

Lenox: Lo sé, necesito proteger el reino, ¿sabemos quién lidera el ataque?

Ramona: Si, se hace llamar Paul, es un lobo híbrido, madre loba y padre humano.

Lenox: ¿Viene por mi esposa?

Ramona: Y los cachorros, él tiene hijos y desea que nuestros príncipes se unan a sus hijos.

Ian: Pero qué estupidez, jamás lo vamos a permitir.

Nazil: ¿Cuanto tiempo tenemos?

Alfa Antiguo: Llegarán antes de caer la noche.

Lenox: Vamos a interceptarlos, no permitiré que pisen el reino, sería arriesgarnos.

Nazil: Me parece perfecto, ¿todos lo presentes lucharán?

“¡Si!” Gritaron

Lenox; Los espero en una hora en el límite norte, los líderes de las casas Grill y Xors los quiero vigilando el sur y el este, Beta Rodrigo, vigila el puente con 20 hombres, los demás conmigo.

Todos comenzaron a salir, debían alistar sus armas y estrategias, yo debía ir por Lila, quiero verificar que esté bien, al salir me encontré con Ramona, podía sentir algo de tristeza.

La abrace por la espalda, ella tomó mis brazos con sus manos.

Lenox: Sabes que te considero como una madre, por favor no te sientas mal, mejor vamos y te presento con mi otra mamá.

Ramona: Hijo no quiero incomodar.

Lenox: No lo harás, sé que mi madre se pondrá feliz de conocer a la mujer que me ha consentido por más de medio siglo.

Ramona: Está bien, quiero conocer a la mujer que te dio la vida, es mi deber agradecerle.

Tome su mano y la entralece, todo el camino a casa iba hablando con Ramona y mi padre, ella mencionaba que yo era un muchacho loco y rebelde, le reclamó a mi padre por qué no me dio un par de nalgadas cuando era niño.

Pero la conversación se terminó abruptamente, un grito de mi madre nos preocupó.

Beca: ¡Lenox!

Lenox: ¿Qué pasa madre?

Beca: Es lila, ella no está.

Lenox: ¿Cómo es que no está?

Beca: Ella me pidió que la ayudara a sentar en el jardín, fui un momento a traerle una manta, al volver no la encontré, la he buscado por todo el lugar pero no la encuentro.

Abrí mi conexión pero no podía comunicarme con ella, un olor inundó mis fosas nasales, el olor a sangre se hacía presente.

Lenox: Lila…

Ian: Lenox son los bebés.

Comenzamos a correr hacia el olor, por el camino veía gotas de sangre hasta que el horror se apoderó de mí, podía ver charcos de sangre, mi esposa se estaba desangrando.

Los lobos de la manada venían ayudarnos pero el enemigo ya estaba en nuestra tierra, escuchamos como comenzaron atacar.

Nazil: Ve por tu esposa, nosotros protegeremos el reino.

Yo solo asentí y seguí corriendo, mi madre y Ramona venían a mi lado, sé que mi esposa estaba viva pues así lo sentía, pero es posible que mis bebés no.

Llegué a las montañas, el olor era más fuerte, yo estaba desesperado, necesitaba encontrarla, al final me encontré con mi pesadilla.

“Lenox yo”

Era Camille quien tenía su cuerpo cubierto de sangre, se muy bien de quién era.

Lenox: ¿Qué haz hecho?

Camille: En verdad lo siento.

Beca: ¡Hijo! Es Lila.

Lleve mi mirada haciando donde mi madre señalaba.

Un cuerpo flotaba en el río, lo iba arrastrando, solté el cuello de Camille y me lancé al agua, debía ir por mi mujer.

No entiendo cómo fue que pasó todo esto…

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