El cachorro

Lenox: Buen día.

Lila: ¿Si son buenos? Por qué creo que para mí no lo es.

Lenox: Dije que vendría hablar contigo hoy, podrías vestirte.

Lila: ¿Acaso no has visto una mujer desnuda?

Lenox: Solo vístete.

Yo trataba de mirar hacia otro lado, su cuerpo me estaba llevando a la locura.

Lila: Como órdenes.

La vi entrar a la casa, yo me quedé vigilando, se que ayer puse un campo de aislamiento pero no puedo confiarme.

A lo lejos escuchaba los lobos de la manada, todos estaban seguros que Lila estaba cerca.

Lila: Entra.

Escuché decir…

Ingrese a la cabaña el desayuno estaba servido.

Lila: Siéntate, supongo que no has comido nada.

Lenox: No tengo hambre.

Lila: Claro que si, recuerda que hicimos el vínculo, siento todo lo que tú sientes, ¿por cierto qué tal tu noche?

Lenox: Sin novedad.

Lila: ¿Enserio? Entonces nuestro vínculo falló, yo estuve toda la noche envuelta en una fiebre intensa, tuve delirios donde tú y yo teníamos intimidad.

Lenox: Pues falló, anoche tuve mi noche de bodas.

Lila: Entiendo, siéntate y hablamos.

Definitivamente estábamos conectados anoche no pude dormir solo pensando en ella pero no quería aceptarlo.

Lenox: ¿Quién eres?

Lila: Come y hablaremos, no me dejarás con el desayuno servido.

Esta mujer es imposible así que comencé a comer.

Lila: Lindo cachorro.

Yo solo apreté los cubiertos, jamás me habían tratado así, me siento como un niño indefenso.

Lila: Vine a matarte.

Lenox: Que honesta.

Lila: Tu mataste a mis ancestros así que vine a cobrar venganza.

Lenox: Pero fallaste.

Lila: Si, no tenía idea que tú eras mi pareja destinada.

Lenox: No lo soy.

Lila: Cuando puse la daga sobre tu cuello mi loba me detuvo, ella mencionaba que eras nuestro, si acababa contigo nos destinaríamos a una vida solitaria.

Lenox: Yo estoy casado.

Lila: Lo sé, pero no la amas.

Lenox: Claro que si.

Lila: Cachorro si eso es cierto estarías con ella en este momento y no conmigo desyunando, sé muy bien cuánto dura las faenas entre los lobos.

Lenox: ¿Mucha experiencia?

Lila: ¿Acaso son celos?

Lenox: La verdad no me importa.

Lila: Mejor dime si me entregarás a los lobos, sé que ellos quieren que tenga a sus hijos.

Lenox: ¿Entonces lo sabes?

Lila: Puedo escuchar tus pensamientos Alfa, sé muy bien lo que piensas y te lo agradezco pero sabes que ellos no se van a detener.

Lenox: ¿Tú qué quieres?

Lila: Déjame pensar si deseo ser la puta del reino.

Podía notar el sarcasmo en sus palabras.

Lenox: Jamás permitiría una violacion.

Lila: Me estás cayendo bien.

Terminamos el desayuno, hace tiempo que no comía así, esta loba cocina muy bien y no tengo idea de donde saco todo los ingredientes.

A lo lejos escuchaba los aullidos, ya se estaban acercando. Seguro siguieron mi olor.

Lila: Bueno creo que se acabo la charla, ya vienen a ultrajarme.

Lenox: Vamonos de aquí.

Lila: ¿Para dónde?

No quise responderle simplemente la tome del brazo y salimos huyendo, no existe rincón alguno en este reino donde pueda esconderla.

Solo se me ocurrió llevarla a mi casa, sé que no se atreverán a entrar sin mi permiso.

Una vez entramos Camille nos esperaba.

Camille: ¿Qué hace esta zorra aquí?

Lila: Error, soy una loba.

Lenox: Camille vete a tu casa.

Camille: Está es mi casa, recuerda que soy tu esposa.

Lenox: Solo sal de aquí.

“Alfa entréganos a la mujer”

Afuera todos estaban desesperados, el olor de Lila estaba volviendo locos a todos, incluyéndome a mí.

Camille: Entrégala Lenox.

Lenox: No lo haré.

Lo mejor era salir y calmar a los lobos, Camille salió a mi lado y Lila estaba detrás, en ese momento comprendí el error que había cometido trayéndola, todos pudieron verla con la luz del día, ella se veía hermosa.

Bernie: Alfa sabes que es la tradición, debes entregarla.

Lenox: He dicho que ella debe elegir con quien quiere estar, no voy a permitir una violacion.

Antiguo sabio (Yair): Mi Alfa ella no tiene pareja destinada, solo son creadas para la procreación, no son de un solo lobo, y los lobos no pueden reclamarla como suya.

Eso es imposible, yo lo hice y desde entonces siento todo lo que ella siente y ni hablar de los pensamientos, son uno mismo.

Lenox: Ella tomará la decisión.

Antiguo sabio: Hoy será su segunda noche en celo, será más fuerte que ayer, en ese momento vendremos por la loba y será nuestra.

Lila sujetó mi brazo, podía sentir el miedo y el temblar de su cuerpo.

Camille: Querido pueblo, esta noche mi esposo la entregará, él sabe que la loba tiene un propósito y debe cumplirlo, como sabrán él jamás iría en contra de ustedes.

Bernie: Volveremos en la noche, gracias nuestra luna por pensar en el pueblo.

Todos se marcharon, Lila seguía detrás de mí, yo tomé a Camille del brazo e ingrese a la casa.

Lenox: Lila por favor ve a mi despacho, es la tercera puerta a la izquierda,espérame allí.

Lila: Si.

Camille: Amor ¿Qué es lo que pasa contigo?

Lenox: Quiero el divorcio.

Camille: ¿Qué? ¿Por qué?

Lenox: Desconozco la mujer que veo en ti, ¿quién eres?

Camille: Tu me conoces Lenox, he estado a tu lado todo este tiempo, aquí la pregunta es ¿quién eres tú?.

Lenox: Siempre he sido así, no me cambies la conversación, no entiendo por qué te empeñas en decir que eres mi luna cuando sabes que no estamos unidos.

Camille: Tu prometiste quererme y no has hecho el intento, no me desprecies de esa manera que yo siempre he sido tu apoyo.

De cierta manera Camille tenía razón, fui yo el que le propuso matrimonio, también le había jurado intentarlo y no lo estaba cumpliendo.

Lenox: Tienes razón pero debes entender que no me gusta la actitud que has tomado, te pido que no te tomes atribuciones.

Camille se acercó a mí, sus manos estaban en mi pecho, podía ver como quitaba mis botones.

Camille: No hemos consumado nuestro matrimonio, hagámoslo en este momento.

Tome sus manos con fuerza, la verdad no quería intimar con ella.

Lenox: Ahora no Camille.

La dejé en la sala y fui por Lila…

Abrí la puerta del despacho y la vi, ella estaba sentaba en mi escritorio leyendo un libro, levantó el rostro y nuestros ojos se encontraron, me había regalado una sonrisa que hizo que mi corazón latiera con fuerza.

Eso en definitiva jamás me había pasado, cada día reitero que cometí un error en casarme.

Lila: ¿Problemas con tu luna?

Lenox: Vida de casado.

Lila: ¿Qué vas hacer conmigo? Supongo que no me dejarás ir.

Lenox: Dime tu qué quieres.

Lila: Quiero acabar con todos aquellos que extinguieron mi clan.

Lenox: Yo soy uno de ellos.

Lila: ¿Por qué lo hiciste?

Lenox: Ellos venían atacar mi pueblo, solo nos defendimos.

Lila: Al parecer te contaron la versión equivocada de la historia.

Lenox: Es la única y verdadera:

Lila: No es así, te contaré quién soy y qué misión tengo en esta vida, también quiero que sepas por qué destruyeron mi clan, solo espero que tengas la mente abierta y al menos trates de créeme.

Lila se sentó en el sofá, ella pidió que me sentara a su lado, no quería hacerlo pues su presencia me pone nervioso.

Una vez lo hice ella comenzó un relato, solo un pensamiento se cruzaba por mi mente.

¿Acaso los malos fuimos nosotros? Espero que no sea así, si Lila tiene razón me lamentaré por el resto de mi vida.

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