Capítulo XVI

— Sigrind ¿estás segura de esto? No lo hagas por mí, tu bienestar va primero — La ayudo a acomodarse porque el viaje a la capital es largo.

— Madre es por las dos, me convertiré en alguien importante en la guardia del palacio hasta la guardia personal de la emperatriz, ya no tendremos que vivir carencias — La animo, si lo que dijo la emperatriz es así, debo esforzarme para no defraudarla por su elección al escogerme.

Creí que estaría en más problemas al casi herirla, pero ahora podre vivir en el palacio si logro entrar en la guardia real, seré el mejor espadachín del imperio y le haré ver que ser mujer no me limita como siempre me dijo mi padre...

En el palacio

— Majestad la emperatriz está por regresar al palacio — Me informan y dejo de sellar los documentos.

— Tan rápido, pensé que se quedaría un poco más — Uh, debe haber pasado algo, pero si Gareth no mando ninguna señal es porque no es un problema mayor.

— Es mejor que seamos los primeros en recibirla, ya que la señorita está todavía en el palacio — Dice Sarah mientras me ayuda acomodado los papeles.

— Yo no la invite.

— Aun así, en su lugar podrían surgir malentendidos.

— Su majestad no hay casi nada más peligroso que una mujer celosa y más una que sabe manejar un arma — Negado con la cabeza, aun así sé que se está riendo de mí. Si no fuera que es uno de mis más confiables compañeros, Evander ya estaría bajo tierra por sus insultos a la familia real.

— Vamos.

—Gareth esto es innecesario, puedo encargarme — Le sugiero, pero aun así sigue queriendo llevar mi bolso junto con el de Rosa, pero aun así estoy segura de que es por Rosa, pero como soy la emperatriz se vería mal que no lo llevara. Esto es solo para verse caballeroso delante de ella, qué gracioso se ve.

Seguimos caminando por el jardín principal del palacio, decidí quedarme un rato por aquí cuando llegamos para refrescarme un poco, sin embargo, no esperaba compañía — Su majestad — Uh, no la conozco, pero siento que la he visto antes. Una chica se ve joven, pero no tanto como Rosa.

—¿Señorita?.

— Ja Majestad va a fingir que no me recuerda, pensé que nuestra futura amistad sería acogedora — Mierda es alguien que al parecer mantenía una relación cercana con la antigua Katherine.

— Ah, bueno, no recuerdo que hayamos tenido una conversación lo suficiente amistosa para eso — Le sonrió. Esta chica debe saber algo, pero si fuera así para que venir a verme a menos que tenga dudas.

—Es verdad que tonta soy disculpe, ya que la última conversación fue hace unos meses antes de su boda sobre él, trato de ayudarla — ¿Qué?, un trato no he escuchado de eso bueno, es verdad Katherine solo tenía a Sarah, jamás he escuchado de una amiga, pero ay cosas que ni siquiera su majestad puede averiguar.

— Pasemos a mi palacio, tener unos refrigerios será más cómodo para esta larga conversación.

— Gracias su majestad — Hace una reverencia, es educada, atenta a los detalles y lo mejor sabe como hablar con doble intención, pero mejor primero averiguo que quiere de mí. Llegamos a mi residencia y nos resguardamos en el jardín trasero esperado que las sirvientas terminen de arreglar todo.

No sé lo que quiere, pero imagino que no debe ser algo muy ¿no? Espero no ser muy ingenua por tal pensamiento. Lo bueno que Gareth y Rosa deben estar todavía en el jardín central embelesado como para mostrarnos atención, así no abran interrupciones — Su Majestad...

— ¿Qué quieres? Mejor dicho que necesitas como para venir a mí, en vez de otra persona — Insinuó a la emperatriz viuda porque aunque no tiene tanto poder como el emperador, es alguien a temer y más por la razón por la que me odia, bueno, odia a Katherine.

— Ja es directa, muy diferente a Katherine ella hubiera esperado más o me hubiera insinuado mis debilidades para que piense las cosas — Uh, era dura de manejar esa chica entonces — Pero es mejor así para ambas.

—No sé dé lo que hablas —Disimulo mientras tomo té.

— Bien dicho, pero volviendo a lo nuestro, Katherine me aviso que haría lo necesario para irse de aquí y parece que funciono — ¿Qué?.

— ¿Qué acabas de decir?

— Casarse solo era una tapadera para su verdadera intención y era irse del reino, pero de forma más acertada, ella no quería seguir siendo el objeto de su familia. Y para ella solo habia una forma de hacerlo sin morir en el intento como antes su majestad — Me mira con tristeza, pero no, eso no me saca de mi confusión, no, mejor dicho de mi enojo — Intercambio de almas.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***