Capítulo IX

La ayudo a levantarse, entonces Gareth la coge y la carga.

 Miro si dejo algo y ay cuando me doy cuenta — No puedes ser — Me abajó para ver el bulto envuelto, lo abro y ay, un bebe no puede ser. 

Esto es lo que estaba protegiendo con su vida — Hola, soy alguien amigable — Le hago caritas para que ría, lo cojo con cuidado y lo llevo conmigo.

— Katherine estás demente y si te hubiera llegado a golpear — De una vez llego al carruaje con los demás el primero en hablarme es él, chico bonito está preocupado.

— No dejarías que me pasara nada, confió en ti — Le sonrió para que se calme y lo logro y es ay cuando noto el alboroto, al parecer cuando Chris me llamó por mi nombre. La mayoría de las personas se dieron cuenta quién soy y más con la demostración que di — Debemos irnos, su mamá necesita atención médica — Advierto entrado al carruaje y Sarah me ayuda con el bebe.

Ya cuando llegamos al palacio llamaron al médico de cabecera y lo llevaron a una habitación de invitados, estoy muy nerviosa. 

Es solo un bebe, ella lo protegió con todo su cuerpo para que no le insiera nada, eso es amor de madre. Algo que yo jamás tuve.

Sigo camino en círculos esperado alguna noticia mientras los demás están sentados esperado. Intentaron convencerme de sentarme, pero no pudieron. Ellos deben estar bien, por favor deben de estarlo. La puerta se abre y voy rápido para saber — Sus majestades, el bebe está bien, solo necesita más vitaminas y buena alimentación, pero estará bien, no tienen nada de preocuparse — Todos dejamos caer nuestras preocupaciones, mayormente yo.

— ¿Y la madre estará bien?— Pregunta Gareth y mis preocupaciones vuelven otra vez.

— Ella bueno, seré sincero. Tiene muchas contusiones y quemaduras de segundo grado, se puede mejor sí, pero que pueda volver a caminar, lo dudo.

 — No, no puede ser, me tapo la boca, pero Chris me hala hacia él y me abraza — Se puede mejorar, claro está lo de caminar dificultoso, pero lo más importante es que podrá vivir con la medicación y cuidado adecuado, pero eso ya sería muy costosa para este tipo...

— Yo— Yo me haré cargo — Me adelanto a Gareth porque aunque sé que lo hace de corazón esto debe ser muy caro — Yo tomare la responsabilidad de los gastos y quien la cuidara, usted solo encárguese de los demás — Dicto y asiente.

 Sale después de hacer una reverencia con Sarah acompañado lo.

— No era necesario.

— Sí, lo era Gareth. Yo me interpuse y lo seguiré haciendo ello si merece una segunda oportunidad déjame dárselo — Él asiente y por primera desde que lo conozco me hace una reverencia y después va a ver como están y solo puedo llorar.

— Cariño, no llores, estarán bien — Me limpia las lágrimas y me deja varios besos sobre ellos.

— Lo siento por no preguntar antes si te incomoda, te lo pago después con mi nuevo negocio.

— Crees que no te apoyaré tú y yo prometimos cuidarnos y apoyarnos y no digo el día de la boda sino el día que te tuve en mis brazos llenándote de placer — Lo callo con mi mano, en serio me gusta este hombre.— Lo se lo prometimos — Lo abrazo, pero él me carga — Te quiero — Le digo. Vuelvo a besarlo porque por ahora no quiero saber la respuesta, solo lo quiero a él solo a él.

Sabe cuando llega ese momento donde te preguntas si el chocolate o bizcocho es medio, indeciso para otros, no para mí - Ok todo está arreglado para el festín, verdad Carla - Mientras verifico para mi gran ocasión, firmo algunos papeles importantes que deje agrupar por lo ocupada que estaba con los estilistas.

 —Si su majestad, también verifique los invitados nacionales e internacionales y a los de la finca también vendrá - Asiento estoy muy feliz de que pueda venir, ellos ayudaron a que esta celebración se esté festejado. Pero ay algo que me inquieta desde que llegue. Solo ha pasado dos semanas y no he visto nada fuera de lo normal, bueno, mientras dure debo organizar mis trabajos.

 — Sarah, ella ya aceptó mi invitación al tE - Pregunto al terminar mi trabajo y me centro en el otro.

— Sí, ya envió su aceptación, su majestad.

 — Muy bueno, aunque las veré en la celebración no es lo mismo, necesito conseguir aliadas de la capital para florecer mi negocio y más porque en esta sociedad no se sobrevive sin poder —¿Y su majestad que está haciendo? - Llevo una semana sin entablar una buena conversación por el poco tiempo que tenemos juntos. Ahora debo darle prioridad. 

—El emperador está entrenado junto con los guardias - Ah entiendo entonces es el mejor momento para proponerlo.

—Sarah tráeme una ropa para entrenar, iré con ellos. 

—Su majestad se siente bien.

—¿Por?

— Esas son cosas de chicos - Dice clara y después de cambiarme me acerco a ella y pongo mis en sus hombros.

— Y eso me va a detener los límites, los pongo yo; no la sociedad - Ella asiente y salgo hacia donde está mi chico bonito y Gareth.

~°•Christopher•~

-Ey no olvides tu izquierdo, no solo la derecha o te noqueará de ese lado.

 — En serio estos chicos. 

Que estará mi esposa, ella a esta hora está en su despacho o en nuestro dormitorio creado diseños, después de un tiempo me di cuenta de que eso lo apasiona. Ella se emociona y se deslumbra cuando me habla de sus diseños que está a mí me diseña ropa me imagino como se podrán cuando tengamos hijos espera digo es mi esposa seria lo normal. Hace mucho que no estamos solos o yo estoy ocupado o es ella, debería sacar un día para ella y para mí, si debería— Hola su majestad - Ah, mi esposa está aquí ... Espera.

—¿Qué haces aquí? Viniste a buscarme.

—No quiero que me enseñes a ser un espectacular espadachín— Eh se ve muy buena en esas prendas apretadas, pero lo importante ahora es. 

—No

—¿Por qué no?

— Porque no, esto no es para personas delicadas - Intento convencerla, pero no me deja.

—Sabes, no soy la única mujer que intenta esto, quiero saber defenderme, no depender de Gareth quiero ser como él para protegerte - En momentos así se me complica un poco decirle no a esa cara tan bella. Es en serio, es muy Bonita y buena con las palabras.

 —Lo que tiene de bonita lo tiene de loca.

— Silencio - Gareth los silencia al instante.

—Crees que podrás con esto, no es tan fácil como se ve - Le advierto. 

—No te preocupes, no te defraudaré - Me encanta su sonrisa, pero en unas horas estoy seguro de que no será igual, pensado en ello debo poner más prácticas a los soldados por su desliz.

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