Capítulo XI

●Inicio De La Segunda Parte●

— Me alegra verla en tan buen estado — Me mira detalladamente, muy poco disimulado, pero no puedo decir nada de ello.

— Después de lo que oí en tu luna de miel, que bueno que no fue grave — Me da una sonrisa que le devuelvo.

— Estoy muy agradecida por su preocupación antigua emperatriz — Digo recalcado mi nuevo título haciendo le cambia por unos minutos su rostro sonriente, pero lo valió. Aún no sé cómo manejarme con ella, pero tampoco debo ser blanda.

— Ja al parecer si te hizo bien esas vacaciones lejos de la capital querida — Recuerda para ver si caigo, pero sinceramente no lo vale y menos en mi coronación.

— Descuide, lo pasé de maravilla — Junto a mis manos hacia delante, con la frente en alto, mientras tenga esta corona, no le será tan fácil querer herirme.

Es una lástima grande que el dueño de este cuerpo fuera odiado por casi todo el imperio que triste y todo por amor — Sus majestades, es un placer poder estar frente a tan hermosas flores de este imperio — Volteo para ver a un señor haciendo reverencia con una chía joven al lado, debe ser su hija, pero siento que ya lo he visto ¿pero dónde?.

— Felicidades, majestad por su coronación — Sonrió es una chica educada y muy bonita, debería preguntarle a Gareth si está de nuestro lado o la de la emperatriz— Aunque nadie pensó que llegaríamos a ver este día su alteza —! Esta chica¡ja esa sonrisa al parecer esconde unas buenas cuchillas detrás!

— Niña respeta, no estás delante de cualquier persona, es nuestra emperatriz actual — Ah, le asiento, pero no le dejo ir su bien acentuado actual,  eso me da una idea de quién son.

Al parecer no saben que se mete con alguien que no le importa mucho la opinión suya, pero...— Tú debes ser la famosa amante de mi esposo... ah digo la antigua amante — La miro mejor y le sonrió para ver su cara de terror.

Chica de donde yo vengo estas cosas en la cara es normal, pero aquí se dice sus cosas a escondidas cuando saben muy bien que todos lo saben o sabrán.

Silencio es lo único que ay después de mis palabras, además de las caras consternadas y asombradas de los demás. Tal vez fui muy dura por mencionar que en cierta forma no es "pura" , anticuados, pero bueno, esto no es nada. Le asiento a la Emperatriz Viuda que sigue igual que los demás y sigo mi camino hacia el otro lado, pero algo o más bien alguien me detiene por sujetar mi vestido y la veo —! Como pudo decir eso así, ¡no tiene pudor — Susurra con enojo intentado no mostrarlo, pero se nota en sus ojos su enojo!

— Señorita, se lo pediré una sola vez suelte a la emperatriz en este instante — Gareth aparece a mi lado y en momentos como estés no me irrita que lo haga.

— Quien quiera que seas no me interesa una batalla verbal con alguien insignificante y no dije algo del otro mundo, después de todo no estabas restregado que mi esposo te favorecía — Sonrió sacando mi vestido haciendo que lo suelte a la fuerza haciendo la cae ante mí.

— Su Majestad no debería decir tales palabras a la ligera.

— Exacto soy la emperatriz y lo que digo es ley, por eso mantente alejada de mí — Me En camino con Gareth hacía chico bonito cuando siento un tirón de mi brazo y lo empujo.

Es en serio — ¡Señorita!—Ella está tirada en el suelo llorando porque al parecer la tire al suelo

— Mm esto es muy dramático — Muchos va a su ayuda a para no decir que casi todos los hombres del salón.

— No debió tratarla tan duramente, aunque sea la favorita del emperador emperatriz— Dice una de las "señoritas" que la ayudan a levantarse, al parecer que es su amiga.

— Es muy injusta.

— Al emperador no le gustará.

— Que falta de respeto a su emperatriz tendrá su castig— Lo interrumpo.

— No es necesario Gareth ellos saben su equivocación y pidieran disculpa como se debe, ¿verdad? — Les sugiero porque es mejor tenerlos mansos a que me odie.

Como dije no lo vale, vuelvo a mi camino dejándola sin habla hasta que llego al trono y me siento — ¿Te molestas?

— Para nada.

— ¿En serio? No lo creo.

— Emperatriz es mi presente y futuro — Lo escucho, pero sigo mirando hacia delante, donde la mayoría habla en susurros lo que paso y otros se ríen, él puede decir muchas palabras bonitas, pero sigue siendo hombre, no sé qué pensar al respecto, pero lo que sí se es que no permítete que me hiera otra vez.

— Gareth gracias.

— No es nada emperatriz — Río, emperatriz, jamás pensé llevar ese título y ahora quiero protegerlo con todo lo que tengo como cambia las personas.

— Que empiece la música — Lo miro y me está mirando con esa tonta sonrisa, niego, pero aun así se para — Bailamos — Tomo su mano y caminamos hacia el centro.

— Emperador — Lo miro de frente con una sonrisa de tonta, estoy perdida.

— Emperatriz — Y presiento que no seré la única.

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