Capítulo XIII

— Sigo pensado que es una muy mala idea — Sigo haciéndome la que no escucha.

—Estoy de acuerdo, pero les interesa saber mi opino, lo dudo —Lo miro y Garet solo se encoge de hombros mirando hacia fuera por la ventana del carruaje.

— No es apropiado ver las propiedades de Katherine de cerca —Mencionan mientras acomodo mis guantes tranquilamente.

.— En momentos así preferiría el egocentrismo de la anterior — Aja, para mi ver las propiedades, yo misma es lo mejor.

— Mientras te sientas cómoda está bien.

Me alegra que ella haya aceptado acompañarme a este pequeño viaje y nos como a Garet le moleste que venga con nosotros después de todo de la coronación, ella y yo nos hemos vuelto muy buenas amigas aun cuando me volví emperatriz, tener a alguien que sea fuera en buen sentido de lo aristocrático es bueno.

— Su Majestad llegamos al Ducado Mecklar de la primera casa — Uh bueno, ya llegamos a la casa de mis tíos como será, espero que chico bonito esté tomando un descanso de los papeles para cuando vuelva.

...Una hora antes...

Ya casi llevo dos días leyendo sobre las propiedades dadas y son tremendas cantidades. Y además tener que hacer las tareas de ser una emperatriz y ayudar a mi esposo con los suyos. Uh se siente raro decir esposo así como nada — Necesito Cafeína ah ...

— Ya pido que te traigan, pero si quieres descansar hazlo me has ayudado mucho.

— Ah, con la cafeína está bien.

— Sus majestades — Dejo los papeles para ver a Sarah que tiene dos cartas — Las casas de Mecklar han enviado correspondencia a la emperatriz — Oh que raro que yo sepa la casa principal. Las de mis tíos no los he conocido todavía y ni siquiera vinieron a saludarme el día de la coronación, aunque no es como que me halla trato mal por lo que he oído.

— Déjame ver que es lo que quieren.

— Me imagino que querrán verse agraciados hacia ti ahora que te tengo tanto cariño — Dice y sinceramente sé que no es intencional, pero me siento ofendida, entonces le tiro varios objetos que había en su escritorio donde estoy trabajo — Auch Pero que he dicho... no tires eso, es un regalo de un país aliado cariño — Lo bajo, pero intento calmarme.

— Entonces aquí la mujer es importante si consigue agarrar a un hombre o su cariño bordado de oro, ja qué horrendo — No creo poder volver a trabajar con este enojo, abro la carta.

||Estimada Katherine, he sabido que te has estado comportando con más tranquilidad y, ya que ha sido tu coronación, ya es momento de que te entregue los bienes dan dos de tu herencia, sería un placer pedir una audiencia con su majestad y contigo. ||Atte.: Tus tíos Mecklar.

Esto es una gran burla — Segura que este es de la primera casa Sarah porque es muy insultante para mí — Se lo paso a chico bonito y me siento junto a él en el sillón.

— Es de ellos su majestad.

— En serio que no cambian se nota que llevan la sangre Mecklar — lo miro mientras se concentra en momentos, así me doy cuenta de que tengo a alguien muy meticuloso a mi lado y ...

— En serio deben contratar a alguien que les enseñe como escribir para alguien de más alto rango, debería meterlos en el calabozo del palacio — Y objetivamente se centra en cosas que alguien no haría, esto me hace reír mucho.

Me distraje tanto, al parecer que no me di cuenta cuando los sirvientes y Sarah salieron del cuarto hasta que caí acostada en el sillón con chico bonito enzima de mí — ¿Qué pasa? — Pregunto entre besos que nos damos.

— De Veras dejarás a tu guapísimo e inteligente esposo atrás para ir a ver a unos pares de viejos arrugados con mentalidad anticuada — Es tan adorable y tonto su comentario, aun así esta parte de él es una de mis favoritas, le beso en el cuello y después en la mejilla mientras me quita la parte superior del vestido.

— Creo que al final de esta conversación terminaré ganado yo — Sonrió cuando siento sus manos por mis muslos y me alzo un poco para ayudarlo con la parte inferior.

— Intenta convencerme un poco más, tal vez lo piense — Entonces quito su camisa.

— Cariño en este tipo de conversación, yo tengo más la de ganar — Suelto suspiro cuando me comienza a dejar un camino de besos comenzado por el cuello.

— Si me cuentas como es el mundo de donde vienes con más gusto, aceptaré — Asiento, pero lo apuro a que siga con su trabajo.

— Lo que quieras, pero no te detengas — Solo escucho su risa entre mis senos, poniéndome más ansiosa de lo que ya estoy.

— A la orden emperatriz.

Debo de dejar esos pensamientos mientras no este con el emperador — Me gustaría no saber por qué te sonrojas, pero lastimosamente presiento la razón — Le doy la mano al bajar del carruaje y le guiño un ojo haciéndole poner una mala cara haciéndonos reír a Rosa y a mí.

— Su Majestad — Una Gran multitud me reverencia deben ser trabajadores del ducado y como pensé vinieron con una elegancia característica de los Mecklar mis queridísimos tíos.

— Su majestad, querida sobrina que hermosa, estás bienvenida al Ducado— Sabía que sería un aprovechador.

— Sobrina — Y mi lastimosa tía que tuvo la desgracia de tener a este tipo como esposo.

— Es un gusto igual estar aquí, aunque mi visita serán corta.

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