Capitulo XVIII Viviendo juntos

Annia

Llegamos a la casa de Emanuel no era la misma donde vivimos cuando nos casamos, esta casa parecía una fortaleza había muchos hombres custodiándola me dio un poco de miedo sé que la vida de él no es fácil y que por sus padres tuvo que meterse en negocios ilícitos, ahora la duda me estaba comiendo el alma, nos bajamos del carro Emanuel cargo a Chris y a mí me agarró de la mano.

Emanuel: bienvenidos a su casa, espero les guste.

Annia: está muy resguardada.

Emanuel: así es amor, está casa es impenetrable, pero no te fijes en eso, mejor mira las cosas bonitas que tiene.

Annia: está bien esto es nuevo para Chris y para mí solo ten un poco de paciencia con nosotros.

Emanuel: mi conejita tienes que entender algo, ustedes dos son mi vida y haría cualquier cosa para que estén bien.

Annia: gracias por cuidar de nosotros.

Emanuel: mejor entremos, seguramente Chris quiere conocer su nuevo hogar.

Chris: siiiii, ya quiero ver la casa por dentro.

Entramos a la casa y realmente era impresionante, esta casa era muy sobria y elegante, tendré que hacer unos cambios pensé.

Emanuel: a la casa le falta el toque femenino, espero y tú se lo des mi conejita.

Annia: por qué sigues llamándome conejita?

Emanuel: después te digo, ahora les voy a presentar al personal y luego conocerán la casa.

Nos presentó a todas las personas que trabajaban ahí eran demasiados y solo recuerdo el nombre de cinco de ellos, había una señora a la cual Emanuel abrazo y le dio un beso en la frente, este gesto fue muy tierno, me preguntaba quién era ella.

Emanuel: ven amor te voy a presentar a la mujer a la que le debo no ser peor de lo que soy, ella es como mi madre, Carmen ella es la mujer de mi vida y mi hijo.

Carmen: es un placer, niña, que bueno que aceptaste darle una oportunidad a esta cabeza dura y tu pequeño Chris verás como te voy a consentir.

Annia: un gusto señora Carmen y nombre es Annia, pero creo que la lo sabía.

Carmen: por favor nada de señora, llámame Carmen.

Annia: con gusto lo haré, Carmen.

Era una señora muy amable me cayó muy bien y más porque gracias a ella mi Emanuel no es completamente un monstruo.

Llevamos a Chris a su habitación, está estaba cargada de juguetes al parecer Emanuel ya había mandado a arreglar esta habitación para nuestro hijo, cuando Chris vio aquel lugar salió corriendo a jugar.

Annia: creo que está noche no va a dormir.

Emanuel: y nosotros tampoco. Ven te muestro nuestra recámara, está justo al lado de la de Chris.

Esas palabras me pusieron roja como un tomate, Emanuel solo reía, no podía creer que fuera tan descarado.

Entramos a la que iba a hacer nuestra recámara y me encantó era muy grande tenía un balcón la cama era enormel closetts todo era hermoso.

Emanuel: ven te muestro el clóset.

Annia: esto es enorme y toda esta ropa de mujer.

Emanuel: es tuya escoge lo que te guste, mandé a traer muchas cosas, para que tú escojas ok.

Annia: no debiste molestarte recuerda que yo tengo mis cosas.

Emanuel: tómalo como un regalo, sé que no necesitas nada, pero yo quise darte la sorpresa.

Annia: gracias amor.

Emanuel me dio un tierno beso, que fue subiendo de intensidad él quería más, pero aún estaba Chris afuera y debía dormirlo antes de cualquier cosa.

Annia: debemos esperar Chris está aún despierto.

Emanuel: tienes razón, pero a penas se duerma serás toda mía.

Annia: sabes que si, ahora salgamos de aquí antes que no podamos hacerlo.

Emanuel: está bien, vamos.

Salimos de la habitación y Chis estaba con nana, está le había preparado una cena muy ligera, pues ella decía que era muy tarde para comer pesado, nos quedamos con Chris hasta que terminó de comer y se durmió imagino que estaba muy cansado.

Emanuel y yo también bajamos a cenar l comida estaba realmente deliciosa parecía hecha por un chef profesional.

Annia: quien es tu cocinero.

Emanuel: un chef muy talentoso, el solo viene en ocasiones especiales a preparar la comida.

Annia: como lo imaginé. Bueno necesito dar un paseo para poder asimilar la comida, me acompañas.

Emanuel: con el ejercicio que haremos ahora creo que la asimiladas muy bien.

Emanuel dijo esto delante de una de las muchachas de servicio, eso me dio mucha pena, realmente estaba loco, como podía decir algo así.

Emanuel: tranquila ellos no pueden comentar nada de lo que pase en esta casa, ellos son una tumba.

Annia: igual no me gusta que sigas esas cosas delante de nadie, así sea una estatua.

Emanuel: jajaja está bien mi querida esposa no volverá a pasar, bueno vamos por tu caminata.

Salimos de la casa y el jardín era muy grande y bonito, Emanuel tenía muy buenos gustos y además me estaba tratando como a su esposa, algo que les dijo a los empleados era que mi palabra era igual a la de él, lo que yo dijera se cumplía sin objeciones y punto, esto me conmovió mucho.

Terminamos nuestra caminata y regresamos a la habitación, Emanuel no espero ni un segundo cuando me cargo y me llevo a la cama.

Emanuel: mi conejita sabes cuánto te amo.

Annia: lo sé amor porque yo siento lo mismo por ti. Me quiero duchar ahora vuelvo.

Emanuel: no es necesario espérate yo te ayudo.

Annia: buena idea.

Así nos fuimos a bañar juntos, está noche fue inolvidable y como me había dicho no me dejó dormir.

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