Capitulo VII La luna de miel o de hiel

Emanuel

Ver personalmente a los causantes de la destrucción de mi familia me lleno de odio, como quería hacerlos pagar el daño tan grande que nos hicieron, al verlos tan felices protegiendo a su querida hija me hizo reconsiderar mis sentimientos, no podía permitirme enamorarme de una Gil eso jamás, pensé que está noche podía hacerla mía y empezar mi venganza, pero esta mujer ni es fácil que caiga, con las otras el mismo día me las llevaba a la cama y luego chao, me despedí cuando me rechazo, no quería que se notará mi molestia, así que me subí al auto y me marché, desde ese día han pasado tres meses y esta mujer nada que cae, se está haciendo la difícil conmigo.

Emanuel: buenos días doctora Gil.

Annia: buenos días, señor Jones, dígame qué lo trae por aquí?

Emanuel: solo vine a ver a la mujer más hermosa del planeta entero.

Annia: usted siempre tan galante, y dígame qué tiene preparado para hoy?

Emanuel: bueno quiero llevarla a cenar, si usted está de acuerdo?

Un

Annia: claro que sí jefe, ahora sí me disculpa tengo pacientes que atender.

Emanuel: muy bien doctora, buen trabajo.

Sali del consultorio de Annia, ahora tenía que preparar todo está noche le pediría ser mi esposa, estoy seguro de que aceptara.

La noche llego y fui por Annia a su apartamento la llevo a un lugar privado y ahí le pedí matrimonio, la muy tonta dijo que si sin dudarlo, ahora había que notificarles a sus padres, estos estoy seguro de de que no aceptarán y Annia no les hará caso, he trabajado eso con ella.

El día de la boda llegó, Katherine Gil no estaba de acuerdo con este matrimonio pues ella decía que era muy pronto para casarnos, pero mi querida novia no le hizo caso, el día de la boda conocí a los hermanos de Annia, realmente la hermana era idéntica a su madre, pero también tenía perecido a alguien más solo que no lograba ubicar a quien y bueno el hermano Mathias si era igual a su padre, el circo se terminó así que me lleve a mi mujer a nuestra luna de miel de ensueño u lugar desértico donde solo estaremos los dos, vamos a ver qué tanto resiste la princesa de mamá.

Salimos a este lugar y al llegar la cara de fascinación de Annia me sorprendió, pensé que me reprocharía traerla aquí.

Annia: amor este lugar es maravilloso, mira la luna como se refleja en el lago, y el cantar de los grillos es música para mis oídos, ya quiero que sea de día para ir a explorar el lugar.

Verla con esa sonrisa tan genuina hizo que me olvidará de esta estúpida venganza, la tome en mis brazos y la lleve a la cabaña al entrar la coloque con sumo cuidado en el piso y empecé a besarla con tanta dulzura, quería que está noche fuera perfecta, poco a poco la fui despojando de su ropa y ella no sabía que hacer, cosa que me gustó mucho, la lleve a la cama y ahí la hice mía por primera vez, realmente estaba siendo el primer hombre en la vida de Annia, ella realmente era pura y yo estaba quitándole esa pureza, está fue la noche más increíble de mi vida, nunca había estado con una mujer tan perfecta como Annia, y este sentimiento que estaba despertando en mí me hizo reaccionar, no podía enamorarme de ella, eso no podía pasar, ella es la hija de mis peores enemigos, mi cabeza se sentía explotar, así que me levanté de la cama y dejé a Annia durmiendo se veía tan linda como iba a hacer para lastimar a tan perfecta mujer, me voy a convertir en un monstruo y eso me estaba matando. Salí de la cabaña tenía que aclarar mi cabeza y pensar en el próximo paso.

Annia

Annia: me sentía en un sueño, Emanuel es el hombre perfecto, nuestra primera noche fue increíble, me hizo el amor con tanta dulzura y yo que pensaba que esto no era real, me desperté temprano para ir al baño al ver la habitación me di cuenta que él no estaba aquí, así que me puse ropa fui al baño y salí a buscarlo, cuando estoy por salir a buscarlo fuera de la cabaña, Emanuel entra por la puerta principal.

Annia: buenos días, amor, ya iba a buscarte.

Emanuel: acaso ahora serás mi perro guardián.

Annia: que estás diciendo, yo solo quería verte.

Emanuel: bueno ya me viste, ahora tráeme mi desayuno.

Annia: ya lo preparó.

Emanuel: quiere decir que ni siquiera has hecho algo, aquí ya no tienes los privilegios de ser la niña de papá, a mí me atiendes y cuando yo diga tengo hambre mi comida debe estar lista.

Annia: no te voy a permitir que me hables así, si tienes hambre prepárate tu mismo el desayuno, no sé qué te pasa, pero este no fue el hombre que me pintaste.

Emanuel: tú a mí me obedeces y punto si no...

Annia: si no que, me vas a golpear, bueno hazlo inténtalo, sabes que yo mejor me voy de aquí, no quiero verte tu estúpida cara nunca más.

Salí corriendo de aquella cabaña no sabía que le estaba pasando a Emanuél, el nunca me había hablado así, estoy muriendo por dentro, empecé a caminar por este lugar desconocido para mí, me senté en una piedra a llorar, cuando siento que algo muerde mi perna, al ver que era vi a una serpiente alejarse, entre en pánico yo nunca había estado en un lugar así y, por tanto, no tenía idea de los peligros que aquí había, empece a sentirme mareada, a lo lejos vi una cueva, ya estaba anocheciendo no me había dado cuenta que salí desde temprano de esa casa entre en la cueva y ahí empecé a sentir mucho frío y el sudor corría por mi frente, perdí el conocimiento, bonita manera de morir pense, lo último que recuerdo es la cara de mi madre diciéndome que no me casara con Emanuel.

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