RICHARD
Lo menos que pasó por mi mente, fue encontrarme con la chiquilla insolente en la cafetería favorita de mi hermana. Ella había ido temprano a visitarme en la empresa y me invitó según ella, a tomarme el mejor café y comer la mejor chesse cake de la ciudad… allí nos encontramos casualmente en la entrada a nuestro hermano Patrick y a mi sobrinito.
. – Caramba, si nos hubiésemos puesto de acuerdo no nos hubiésemos encontrado…
. – Jajaja es cierto, pero me da gusto verlos… - me agacho a saludar a mi sobrinito – Hola campeón – lo levanto emocionado porque lo adoro, los niños me encantan, juntos entramos al local.
. - ¿Cómo has estado hermano?
Estábamos conversando cuando un movimiento llamó mi atención, miró al frente, y veo que se acerca una figura conocida, que desde hace algún tiempo no ha salido de mi mente. En la medida que la chica se acercaba a nuestra mesa, yo me iba quedando boquiabierto y fijo, enganchado en su belleza y en la sorpresa de verla trabajando allí, la chiquilla al parecer no me reconoció al principio, más yo a ella por supuesto que sí, y cuando me distinguió se hizo la desentendida, pero pude notar las ganas que le dieron de mandarme a comer a otro lado.
En todo momento busqué su mirada mientras que ella se empeñó en esquivarla, y quienes no apartaban su mirada de mi eran mis hermanos, y entendía porque lo hacían. Ellos sabían que yo solo he tenido ojos para la que se supone es el amor de mi vida, mi esperada Julia, y que desde que se fue, yo me había negado a ver a otra mujer, aguardando por su promesa. Después que tomó el pedido, la señorita Ross se retiró lo más rápido que pudo de nuestra mesa.
Cuando nos trajeron el pedido, me sorprendí aún más que no era ella quien había vuelto, sino que se acercó otra chica, demasiado exhibicionista para mi gusto… me molesté porque supe que la señorita Ross lo había hecho a propósito, no quiso seguir atendiendo la mesa por estar yo en ella. La busqué con la mirada, pero no se veía por ningún lado, hasta que la distinguí nuevamente… había tomado el puesto de cajera, y me sonreí de su audacia.
Así que me propuse volver hasta lograr hablar con ella… por supuesto, debía ser sincero conmigo mismo, y aceptar que no solo lo hacía por la disculpa que quería ofrecerle, sino porque la quería volver a ver, puesto que también debía aceptarlo, realmente estaba fascinado con ella, cosa que me sorprendía y contrariaba a la vez… y así fue, comencé a volver a la cafetería, siempre a la misma hora, su horario ya era de mi conocimiento.
Cada vez que llegaba, ella normalmente rechazaba mi presencia, dependiendo de donde me sentara ella cambiaba con sus compañeras de rango todo para no atenderme… otras veces salió por la parte de atrás de la cafetería dejándome allí esperando hasta que literalmente me corrían para cerrar, era una total tramposa, más yo no iba a desistir, y decidí ser más atrevido.
. – Buena tarde… – la saludé y ella hizo un gesto de cansancio, ese día estaba atendiendo la caja, así que me acerqué directamente al mostrador, la vi cerrar un gran libro en el que pude leer, anatomía humana... levantó la mirada y me vio directo a los ojos, dejándome completamente prendado en su hermosa mirada esmeralda.
. – Por favor haga su pedido a alguna de las chicas… - Me dice sacándome del embelesamiento, volviendo su atención nuevamente al libro, y antes de que lo abriera le hablé con firmeza…
. – Deja ya de esquivarme, sabes que lo que deseo es hablar contigo – Ella cerró el libro y volvió a mirarme bastante molesta – tenemos hablar…
Sonó a una orden, pero esa no fue mi intención, por ello agradecí su interrupción.
. – Aquí usted no puede venir con su aire de jefe a exigir nada señor, yo ya no soy su empleada ¿Recuerda?
. – Lo sé y lo siento – Bajé la vista apenado - Justo de eso quisiera hablar contigo, porque…
. – No creo que haya nada que hablar entre usted y yo, como le dije, hace un mes no pertenezco a su nómina, por favor déjeme trabajar…
. – Miranda por favor… – Vi la sorpresa en sus ojos al escucharme decir su nombre, entonces frunció el ceño – Me gustaría que me regales unos minutos para poder hablar contigo y… - Me interrumpe al preguntar.
. - ¿Qué es lo que deseas decirme? – Su mirada altiva realmente me encanta…
. – Ya casi es tu hora de salida – Ella nuevamente frunce el ceño al darse cuenta que hasta su horario me sé – Nos podemos tomar un café aquí mismo si quieres… ¡No pido más Miranda por favor!
La vi bajar la vista, pensar, suspirar y volver a mirarme…
. – ¿Siempre eres tan persuasivo?
. – Solo cuando deseo mucho algo… - Su mirada de sospecha me hizo sonreír.
. - ¿Y qué es lo que deseas conmigo cuando antes no me dejaste ni hablar?
. – Te lo diré tomándonos un café… te esperaré en esa mesa – Le señalo al final donde me sentaré a esperarla y ella voltea los ojos, cierto que sigue pareciendo que le ordeno, pero es que su terquedad en rechazar mi presencia me exaspera.
. – Okey... – Dice resignada, parece que sabía que no me iría y por fin cedió.
Después de unos minutos ella entró al aérea del personal y luego salió ya vestida con su ropa casual, era muy sencilla, pero realmente se veía hermosa Miranda. Ella tenía un aire entre inocencia y a la vez de mujer fatal, era una combinación que la hacía resaltar mucho…
Llegó a la mesa y sin más se sentó… mientras yo la miraba sin perder detalle de sus gestos y movimientos.
. - ¿Qué te gustaría tomar? – Le pregunto cuando ella con mirada seria me miraba y yo ni hablaba, fue un momento incómodo para los dos…
. – El café que me ofreciste… – Jajaja sé que está queriendo ser antipática.
. – Okey… - Le digo con una sonrisa que hizo que ella me mirara más de la cuenta y al darse cuenta que le pasó lo mismo que a mi anteriormente, retiró la vista toda sonrojada, lo que a mi parecer la hizo ver más hermosa e infantil – ¿Te gustaría comer algo?
. – Pues la verdad si, tengo mucha hambre…
. – Bien – le hice señas al chico y pedí dos hamburguesas con papa a la francesa y sus respectivas bebidas… - ¡Y dos café por favor!
. – Te agradezco – me dijo cuando el chico nos dejó el café en la mesa, yo solo le sonreí - ¿Por qué estás aquí realmente?
. – Porque te debo una disculpa y como un caballero que soy quiero ofrecértela…
. - ¿Eres un caballero? – Su mirada irónica me hizo reír y merezco que me diga eso, después de haberme comportado como un patán con ella.
. – Lo soy, ese día no era mi mejor momento…
. – Tampoco era el mío y no te importo… - me miro mordaz – No eres el único en el universo ¿sabes? Y deberías tomar en cuenta que nadie es consciente de las goteras del techo ajeno…
. – Vaya, no tienes pelos en la lengua… pero tienes toda la razón, no tomé en cuenta tu situación y lo siento mucho Miranda, por favor discúlpame… - Ella me miraba con incredulidad - Sé que ya no haría ninguna diferencia, pero es importante para mí, la verdad no he podido estar tranquilo desde entonces… – No he podido sacarte de mi mente, quise decirle…
. - Pues no, no lo haría, pero ya ni al caso... bien dice que las mejores cosas son las que suceden ¿No?
. – Nuevamente tienes razón ¿Cómo te sientes aquí?
. – Muy bien gracias, aunque si me sintiera mal tampoco tendría opción… - La miré sin entender a qué se refería - Debo trabajar, no soy cuerpo glorioso, no vivo del aire sabes…
. – ¡Jajaja, ciertamente! – Por segunda vez desde que la conozco la vi sonreír y me encantó mucho más que aquella vez… la miré tan fijamente que la hice sonrojar - ¡Eres muy hermosa Miranda!
Al escucharme me miró sorprendida, incrédula de lo que dije, pero al notar mi seriedad y fascinación por ella, bajó la mirada.
. – Miranda… - La llamé porque ya el silencio se estaba volviendo además de incomodo, extenso – Mírame nena, no te sientas incomoda, es cierto lo que te digo…
. - ¿Por qué? – me pregunta luego que decidió por fin mirarme.
. – Porque es cierto, eres hermosa y… - Justo cuando iba a decirle que me gustaba, llegó el chico con las hamburguesas – ¡Gracias! – luego la miro nuevamente a ella - Buen provecho princesa…
. – Igual para ti… - Respondió mirándome fijamente – ¡Y, por cierto, tú también eres muy guapo!
Ahora el sonrojado de pies a cabeza era yo, me sentí sumamente halagado, era la primera vez que una mujer así sin más me lanzaba semejante piropo… la vi sonreír e hice lo mismo.
¡Así comenzó nuestra historia…!
***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***
Updated 61 Episodes
Comments
Yise
A comer a otro lado no!!! A comer 💩💩💩💩💩eso era lo que te mandaba a comer cada dos segundos todos los días 😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣😂🤣🤣🤣😂🤣😂🤣🤣
2024-08-14
3
Moraima Chirino
estaba indecisa de leer está novela pero no me arrepiento me está gustando
2024-07-18
4
Mildred Álvarez
muy bello comienzo,pero tuvo un tropezón muy grande.Te abandonó.
2024-07-10
3