Epílogo

Cinco años después

_Ya eres un viejo de casi 50 años._

Hablo Thiago riendo.

_Un casi cincuentón, pero maravillo, hermano._

Interrumpió Trini, besando a su daddy que trataba de darle a la bola de golf, Donato sonrió y después que la metió donde la quería, volteo a ver a su cuñado.

_No puedes negar que soy muy bueno, mira nada más lo que logró hacer._

Señalando a Jean Lucas de casi nueve, una niña de 2 y otro de casi un año dando sus primeros pasos.

_Eso querías, que mi tío te molestará amor._

Genoveva besó su cara fruncida, viendo jugar a su niño de dos años.

_¿Qué pasó aquí? ¿Por qué las caras largas?_

Dylan llegaba junto a su esposa embarazada y sus gemelos.

_Me pregunto, si ustedes actúan como conejos._

Thiago hablo riendo, seguía bromeando para terminar molesto.

_¿Por supuesto o será que a mi sobrina le falta un cincuentón?_

Thiago se levantó molesto, pero rápido lo detuvo su esposa, aunque riendo de cómo él caía rápido en las bromas de su tío, el tiempo pasaba y ellos seguían siendo los mismos adolescentes, sus juegos, su manera de querer reír a diario, sin pensar tanto en sus días malos, salían a respirar con sus tesoros, trinidad ya tenía sus tres hijos, casi seguidos, Dylan sus gemelos y ya esperaban otro, Thiago y Genoveva solo tenían uno y en camino otro, ya empezaban a tener sus propias, familia, una muy grande, por qué aún ninguno sabía si se detenían ahí, todos disfrutaban de esa etapa de ser padres, de llenar las casas y corazón de sus abuelos.

_Papá, ya no quiero más hermanos, no tendré tanta fuerza para cargarlos y sin contar a mis primos._

Jean Lucas era todo un niño consentidor, siempre al lado de sus padres, al momento de bañar o cambiar a sus hermanos y más, cuando sus primos se reunían.

_Ya no pondremos a mamá tan cansada, ahora la llenaremos de mucho amor._

_Oohh si papá, ¿por qué no la llevas a cenar, escuché que le dijo a la abuela que deseaba salir a cenar?_

Donato se quedó viendo a su hijo y luego, su reloj, se levantó de inmediato y llegó a la cocina.

_Quiero sacar a mi esposa a cenar._

Belén sonrió.

_No te preocupes, regresen mañana por los niños._

Donato le dio un abrazo y salió en busca de su bonita, quien ya terminaba una sesión de fotos, se sentó y observo su trabajo, términos unas cosas y camino a la salida del edificio, al llegar observo a su daddy, su reloj, su traje que le hacía Lucir tan galante, con su pierna y brazos cruzados, recostado en su camioneta, Trini caminaba y lo escaneaba con su mirada hasta llegar a él.

_¿Vas de salida sin mí?_

Hablo ella muy seria, pero Donato la acercó a él, besando sus labios con gran posesión.

_Así debes saludar a tu esposo._

Trini sonrió.

_Cundo estoy celosa, se me olvida saludar._

_¿Celosa? ¿Por qué?_

_Estás muy guapo ¿Tienes reunión?_

_No, tengo una cita, vamos a llevarte al apartamento._

Trini arqueó una ceja, pero no le quedó de otra que subir al auto, sin decir una palabra, solo observaba como su esposo conducía y tocaba su pierna, llegaron, bajaron, subiendo al piso y él seguía sin decir nada.

_¿Con quién es tu cita?_

Pregunto Trini molesta.

_Con la única persona que tendré citas._

Donato sacó unas cajas y se las entrego, donde estaba un hermoso vestido, zapatos y accesorios.

_Pero._

_Pero nada, tu madre se queda con los niños, tendremos toda la noche para nosotros._

Trini besó sus labios y fue arreglarse a pasar la noche con su esposo, a quien seguía amando aún más que antes.

_¿Dylan, quieres más hijos?_

_Mi Reina, yo quiero todos los hijos del mundo, pero también te quiero disfrutar a ti, quiero que sigas cumpliendo tus sueños, que hagas lo que te gusta, así que este es el último._

Sheila besó sus labios y dejó que su esposo la abrazara, que acariciaba su pancita, algo que le encantaba hacer él, tocar a sus hijos en el vientre, hablarles, expresar lo feliz que era al lado de su madre, hasta quedar dormidos.

Thiago y Genoveva aprendían cada día a valorar el tiempo, cada segundo, al lado de su hijo, les recordaba por quién luchar, por quién pensar antes de cometer una locura.

_¿Mi princesa, eres feliz?_

Genoveva se levantó de la cama y se acercó a él, quien observaba a su hijo.

_Por supuesto, mi príncipe, soy feliz y afortunada de tenerte._

Thiago beso sus labios y bajo a su vientre ya abultado.

_Yo soy más feliz de tenerlos, me hacen el hombre más feliz del mundo._

Genoveva sonrió, recibiendo caricias y escuchando las lindas palabras de su esposo.

El amor se puede ver de diferentes maneras, pero muy pocas personas, presumen lo que aman, tal vez las malas decisiones, que te llevan amar equivocadamente, donde eliges mal y ya cuando llega esa persona, que de verdad te ama, ya has dejado de creer en los finales felices, dejando atrás las oportunidades que te demuestran que sí mereces ser feliz.

Las decisiones te ayudan de cualquier manera, o decides intentar así fracases, o te pierdes la oportunidad de saber si vale o no vale la pena el intento.

Fin ♥️

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