Capitulo 3

Presente

El amor no puede ser comparado con ser tóxico, el amor es lo que sientes por alguien a quien deseas ver bien, que seas besar y cuidar, por quién lloras o sonríes si él lo hace, el amor trae sus pruebas y muchas veces el no comprender a quien amas, hace que todo lo demás muera, planes que haces con mucha ilusión y no terminan realizándose, promesas que haces con la certeza que vas a cumplir y solo basta una mentira para dejar todo a un lado, olvidas luchar por lo que te costó tener, hasta que te das cuenta, que el amor duele tenerlo siempre a tu lado, que casi nadie te ayudará a mantener eso tan bonito que hace tus días y noches felices.

_Papá, ya basta con eso, no quiero casarme por obligación, ninguno quiere esa vida._

El hombre se acercó, algo sorprendido.

_¿Como que obligada? ¿Tres años viviendo juntos, comiéndose y eso fue por obligación?_

_No discutiré contigo, papa._

Sheila salió de la mansión, paseaba por las calles de la ciudad, recordando buenos momentos.

Estados Unidos

_Señor Briceño, fue un gusto tenerlo aquí y por su buen desempeño, le tengo una noticia, regresará a su país, pero encargó de una sociedad con una empresa de tecnología._

Su jefe buscaba el nombre en la carpeta.

_Empresas Lugo._

_¿Cómo? ¿De los hermanos Lugo?_

El señor asintió, Thiago no sabía si alegrarse o sentirse incómodo, preocupado y nervioso, de ver a su amor, de novia con ese chico, Thiago fue a su apartamento, empacaba todas sus cosas, esa misma noche todos volverían a su país, Trini aprovecharía un evento en su país, para regresar de una vez con sus padres y por fin, sacar a la luz a su hijo.

Colombia

_Yo firmé el divorcio, ¡pero no pude decirle del embarazo.!_

_¿¡Estás embarazada Casandra.!?_

Dos personas se separaban rápido y Donado estaba sorprendido de lo que escuchaba, su esposa o casi exesposa, hablaba con alguien en su casa, de su embarazo como una pareja, donde estaban sus padres, salió sin decir nada, hasta ser alcanzado por ella.

_Donato, espera Donato._

_¿Desde cuándo sabían tus padres de eso?_

Fue su pregunta al voltear hacia ella.

_Una semana, por eso mi padre acepto el divorcio..._

_Por qué estás embarazada y por supuesto que de mí no es_

Donato seco una lágrima.

_ Bien, ya dejé los papeles del divorcio, espero seas feliz y siento mucho el mal momento que te hice pasar.

_Espera Donato, no te vayas así, no quiero que me odies._

Casandra lo aló del brazo, podía sentir su dolor en sus ojos.

_Si no me odias tú, tampoco lo haré yo._

Se acercó y la abrazo, un abrazo que tal vez sería el último, salió con el corazón dolido, fue a su apartamento y recogió muchas de sus cosas, volvería a su país, ayudar a su hermano, a recibir a su sobrina y esperar poder ver a su bonita algún día.

Venezuela

_Princesa, qué alegría tenerte aquí._

Ismael o dejaba de abrazar a su nena, la chica que ya era toda una mujer.

_Mi vida, qué linda estás._

Gisela abrazó a su hija, llena de emoción y alegría.

_Ya, ya me tienen aquí para rato._

Ambos sonrieron, pasaron a cenar, no era momento de preguntar sobre el chico que prometió amarla y respetarla

_¿No abrazas a tu tío?_

_¡Tiooo!_

Grito corrieron a sus brazos, Genoveva ya había perdonado a su tío, sabía que sería él, el dolido, cuando la verdad saliera a la luz.

_Te hace ver atractivo la barba, tío._

El hombre, de ya cuarenta años, sonrió a su sobrina.

_Tú ya eres toda una mujer hermosa, mi princesa._

El abrazo de ambos demostraba que volvían hacer los mismos de antes, la única diferencia, era que jamás volvería a ocultarse las cosas, era la promesa que le hacía Donato, sin saber que su sobrina, le ocultaba algo demasiado grande para él.

Las horas seguían pasando y la llegada de más personas importantes para cada familia, seguía, al abrir la puerta, una preciosa vos lleno los corazones de dos. Viejos que esperaban ver a ese nilo que tenia hermosa vos.

_Abuelo, abuela, llegamos._

El niño era abrazado por su abuelo y su abuela.

_Se olvidaron de nosotros, hermana._

Hablo Thiago con sus maletas en mano, esperando un abrazo de su madre y padre, pero Ninguno quería soltar a ese niño tan bello.

_Lo siento, chicos, ya ustedes no son los niños consentidos._

Trini sonrió y los abrazo, pasaron con sus maletas, ubicándose en sus habitaciones, no sería por mucho, casa uno quería más privacidad, aunque la casa era lo suficientemente grande.

Trini contaba lo maravillosa que fue la vida con ella, aunque difícil su embarazo, pudo cumplir su sueño de ser una fotógrafa profesional, capturar momentos especiales, que soñaba tener ella.

_Sheila, te he esperado mucho tiempo, ¿dónde estabas?_

_¿Qué te pasa? ¿Dijiste que te asfixio, ahora eres tú quien me busca?_

Dylan se acercó a ella, bajando la guardia.

_Mi reina, perdón, no quise decir eso, estaba estresado y cansado, no debí decir eso..._

_Pero lo dijiste y eso no te lo voy a perdonar._

Sheila subió a su habitación, dejándola allí solo.

_Me muero si no me asfixias, por favor, soy tu futuro esposo, te amo._

Sheila no volteo, aunque sentía su corazón que latía y sus labios formar una sonrisa, pero no le perdonaría esa así de fácil, Dylan se fue a su casa, no se podía quedar ahí, cada mansión tenía algo diferente que contar, menos las cosas que dolían en el corazón, que no se atrevía a sacar a la luz.

Trinidad y Genoveva deseaban que amaneciera, para poder verse, poder abrazar a ese bebé que tenía en su corazón y alma, ninguna se atrevía a preguntar por sus amores, los que seguían en su corazón y alma, llegaría el momento donde cada uno sacará lo que tengan guardado en lo más profundo de sus corazones, sanando heridas que no les permite ser felices.

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