Capitulo 17

_¿Qué es la Luna de miel, tío?_

Pregunto el inocente jean Lucas.

_¿Ah eso? Bueno Jean, eso es cuando los osos recogen miel y se la comen, así hacen los recién casados, buscan miel en varias partes para comer y después hacer un hermanito._

_¿Un hermanito? Si yo quiero una hermanita._

Jaime, Belén y Genoveva mataban a Thiago con sus miradas, como se le ocurría decirle esa mentira a su sobrino, pudo haber inventado cualquier otra cosa, pero no, le pareció mejor darle alegría a su sobrino con una mentira llena de verdad.

Trinidad y Donato estaban en su luna de miel, visitando lugares de otros países, que dejara bonitos recuerdos en sus vidas y en el comienzo de su matrimonio.

_Te amo mi bonita, te metiste en lo más profundo de mi alma, con tu carita angelical, tu timidez, tu cuerpo, tus hermosos labios._

Cada palabra era un beso que Donato le daba, llenando de alegría a Trini.

_Yo te amé mucho antes que tú, empezó como un amor platónico, luego se convirtió en una obsesión, hasta que ya era un sueño que quería hacer realidad, hasta que lo logré._

Sus brazos rodeaban su cuello, besando sus labios, sintiendo como cada uno se llenaba de deseo por pasar toda la noche uniendo sus cuerpos.

En otro lado, Sheila y Dylan regresaban emocionados y triste por no estar en la boda de su amiga, aunque quisieron regresar, se lea hizo algo complicado, pero no pudo faltar un hermoso regalo.

_Trini debió sentir que su alma se salía, estaba en su boda y no lo sabía._

Sheila se imaginaba la sorpresa y su piel se erizaba.

_Su cara fue un poema, sus lágrimas casi no paraban._

Thiago sentía mucha dicha por su hermana, al verla tan feliz.

_Sin duda mi tío se ganó el premio mayor._

Genoveva habló muy orgullosa.

_¿Y ustedes qué? ¿Cómo les fue?_

Pregunto thiago curioso.

_UFF, por lo poco, tendremos quintillizos._

Dylan se quejó al sentir un apretón de Sheila, haciendo que todos se burlaran de sus locuras, los cuatro salieron de paseo, cenaron, bailaron, hasta que regresaron a sus nidos de amor, Thiago y Genoveva algo ocultos, mientras que Sheila y Dylan ya tenían su propia casa, comprada por sus padres, era hora de tener su propia familia, estaban en una edad donde querían seguir disfrutando su matrimonio, preparándose mentalmente para la llegada de sus hijos, que ya estaban de acuerdo que serían unos cuantos, a diferencia de Thiago y Genoveva, ellos seguían hablando de seguir conociendo cada etapa, no tenían prisa en nada, ya se conocían de muchos años, pero nunca en el convivir juntos como pareja y eso querían hacer, sus mañas, sus defectos como hombre y mujer, su carácter en casa, sus reacciones al estar molesto, la manera en enfrentar sus errores y pedir perdón.

_¿Crees que tus padres acepten que vivamos juntos, sin casarnos?_

_No, pero yo les hablaré el porqué, no te preocupes._

Thiago sonrío y beso sus labios una y otra vez hasta dejarla sin aire, juntos preparaban un rico desayuno, luego sería la conversación con sus padres, una que para nada sería fácil, pero tampoco imposible.

Horas después

_No lo puedo creer, yo jamás besé los labios de tu mamá, hasta que dimos el sí._

_Papá, no seas así, la decisión es mía, Thiago no quiere que ustedes crean que es él el culpable._

Ismael suspiro resignado.

_Bien, pero no quiero sorpresas, unos meses y ya quiero que se casen, no pienso permitir que mi hija no tenga una maravillosa boda._

Gisela sonrió, viendo cómo se abrazaron, uniéndose luego al abrazo, ya su bebe había crecido y solo quedaba ver cómo ella maduraba fuera de casa.

_Thiago, debes cumplir como un buen hombre._

_No te preocupes papá, yo cuidare de mi princesa hermosa, es la mujer que amo y amaré siempre._

Belén abrazó a su hijo, quedando en total soledad, ya sus hijos habían crecido, debían volar solos, formar sus familias como ellos lo hicieron una vez, vivir la vida de pareja, aprendiendo a comprenderse, que no es malo, si uno piensa diferente, si un día no deseas hacer nada, comprender que somos humanos y nos podemos equivocar, decir algo que lastime a quien amamos, pero no cambia que lo amemos.

Comprender que el matrimonio es algo de dos y de comunicación.

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