Capitulo 18

Dos meses después, ya todos estaban en sus respectivos trabajos y casa, haciendo su mejor esfuerzo para saber llevar la vida de casados, de resolver sus propios problemas, circunstancias, tratar de aprender de sus propios errores, sin tener a su lado a sus padres.

La convivencia entre Thiago y Genoveva era cada vez mejor, no perfecta, por qué la perfección la daba el tiempo, hasta darse cuenta de que los errores de ambos era lo que hacía que ellos tuvieran motivos para amarse, respetarse, quererse con todo y ellos, saber que no necesitaban ser perfectos para ser feliz, solo tenerse el uno al otro en las malas y buenas.

_¿Te volviste loco.? ¿Acaso no ves el clima que está?_

Grito Genoveva.

_No sean cobardes, solo es agua._

Dylan motivo a su esposa y amigas, a visitar el colegio donde habían pasado momentos muy especiales, amorosos, amores no correspondidos, amores ha escondido y que ahora podían contar que todo eso, había cambiado, Dylan feliz de vivir con la mujer que amo siempre, Trini con su daddy, que ya tenía una familia y por supuesto Thiago, quien tenía en mente ya, algo que podía ser feliz a su mujer, su princesa, con quién deseaba pasar el resto de su vida, aprendiendo cada día sobre el amor y la comprensión en el matrimonio, tal como lo vio en sus padres.

Cinco chicos que ya no eran los mismos adolescentes de 17, le daban a los pedales de sus bicicletas, riendo, cantando y gritando de emoción, viviendo en sus mentes cada recuerdo que le llegaban, risas, tristezas y mucha alegría.

Llegaron a lo que fue su casa de estudios, donde aprendieron muchas cosas de la vida, caminaron los alrededores, todos tenían algo que recordar, que marcaba sus vidas, que jamás olvidarían, sus sonrisas se agrandaron más, cuando llegaron a la cancha.

_¿Jugamos, amigo mío?_

Pregunto Dylan con una sonrisa, mientras que Thiago solo quitaba su franela.

_Como en los viejos tiempos_

Las chicas gritaban emocionadas, como lo hacían en los viejos tiempo, pero la gran diferencia, eran sus grandes cuerpos, su altura, su manera de vestir, ya no eran esos jóvenes con mochilas, uniformes, peinados rebeldes.

_Ya vamos chico, están cayendo gotas de agua._

Grito Genoveva.

_Cinco minutos más, princesa._

Respondió Thiago, lanzando un beso, las gotas eran más grandes y los chicos seguían jugando, sin prestar atención a las insistencias de las chicas.

_¡Thiago.!_

Grito Genoveva, mientras corriendo a su lado, había visto como su príncipe recibió un pelotazo fuerte de Dylan.

_Amor que pasa, háblame._

Thiago seguía sin decir nada, bajo la lluvia, con todos los chicos alrededor, sus manos en su entrepierna.

_Que le hiciste, Dylan._

En el momento que Genoveva le reclamaba a Dylan, Thiago se puso sobre su rodilla derecha y saco un anillo, bajo la lluvia, en presencia de sus amigos y hermana.

_¿Mi princesa, sabes que no hay día que no te piense, que no quiera permanecer a tu lado para toda la vida, que cada defecto que tienes, lo tomo de la mejor manera, amo cuando actúas como niña mimada, te amo tal como eres, lo sabes, porque te amo aun cuando no pensaba hacerlo, mi princesa, quieres terminar de hacerme feliz, aceptando ser mi amada esposa?_

_Claro que quiero ser tu esposa, quiero seguir siendo tu princesa, para que me sigas consintiendo y tener muchos hijos igual de lindos que tú._

Un maravilloso beso y una vuelta bajo la lluvia, un momento tan especial, sus amigos secaban sus caras del agua que caiga del cielo o las lágrimas que salían de sus ojos, era un momento tan lindo para todos, en especial para Genoveva.

_Ahora si vamos o terminaremos con un resfriado._

Trini caminó adelante, seguida por las dos parejas que trataban de quitar el frío de sus cuerpos, pero así les tocó llegar a sus casas donde vivían sus padres.

_Bonita._

Donato esperaba a su esposa en la entrada con un paraguas y una toalla.

_Te amo mi amor._

_Sí, solo lo dices para que no te regañe, estás fría._

_Claro que te amo._

Trini besaba sus labios y lo abrazaba para que terminara mojado como ella, quedando una linda escena bajo la lluvia que seguía, aunque no duró mucho, el frío les ganó, hasta quedar abrazado a su esposo e hijo.

Mientras los recién comprometidos, eran regañados por sus padres.

_Miren nada más, ¿quieren enfermar?_

_No importa mamá, lo vale, es el mejor día de mi vida._

Hablo ella abrazando a Thiago y viendo su anillo, sorpresa que todos ya sabían, pero no participaron en la idea de ser mojados por la lluvia, aunque si eran feliz de esa noticia, solo faltaban ellos por tener una boda y sería sin duda una por todo lo alto, para la princesa, como lo que es para su padre y su prometido.

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