Capitulo 11

Amaneció y la felicidad reinaba en cada uno de ellos, las reuniones de amigas, las noticias que llegaban a diferentes lugares, logrando sacar una sonrisa en muchas personas, las cuales vieron ese amor, florecer en la secundaria, también los preparativos de la boda, donde todos sacaban tiempo para ayudar a la chica, para lograr tener la mejor boda.

Trinidad salía de sus compromisos, para solo dedicarse a la boda de Sheila, y eso ya empezaba a poner celoso a Donato, que la veía cada vez más hermosa.

_¿A dónde vas?_

Hablo Donato serio

_A un evento._

Respondió Trini agarrando su bolso y saliendo de la casa, dejando a un daddy muy celoso, ver a su bonita tan bien vestida, toda una mujer hermosa, lo llenaba de celos, tanto tiempo tratando de llamar su atención y nada le resultaba, ya empezaba a meterse ideas en la cabeza, de que ya no lo amaba.

_Papá, ¿vamos a salir?_

_Si Campeón, te voy a presentar a alguien, que acaba de llegar al país._

Donato salió junto a su hijo, decidió no pensar más de esa manera, su bonita no era cualquier mujer, no dejaría a su bebé con él, para salir de fiesta, ese era su trabajo y se lo respetaba, de todas maneras, aún era temprano, disfrutaría la tarde en un parque, al aire libre.

Una hermosa tarde, que jean Lucas disfrutaba con su padre, siendo observados por todas aquellas personas que sentían curiosidad de ver a ese hombre tan guapo con un niño, sin una mujer al lado, las miradas de damas interesadas y otra de chismosas, hombres que criticaban y otros que imaginaban lo difícil si él era padre soltero, todo eso lo sentía Donato, viendo como su príncipe corría en el parque.

_¡Donato.!_

_Casandra._

Donato la recibió con un abrazo.

_Te ves bien, vine en cuando, me dijiste que tenías algo muy importante para decirme._

_Sii, es que..._

_Papá, ¿quién es ella?_

Jean Lucas interrumpió dejando a Casandra sin habla, los observaba a ambos y eran muy parecidos.

_Sé que estás muy sorprendida, así quede yo, al verlo._

La mujer se acercó a él, besando sus mejillas, en el fondo de su corazón, se alegraba por Donato, ella era muy feliz con su nueva pareja y su embarazo, así deseaba una vida para él, y saber que ese niño que seguía corriendo, era el fruto de su amor con esa joven, no le molestaba.

_¿Y ella? _

Pregunto Casandra.

_Es muy madura, ya no es la chica inocente que caía en mis palabras, ahora siento que soy yo, quien cae en sus encantos, me tiene cada vez más loco._

Donato hablaba viendo a su hijo jugar, ya cuando el sol se ocultaba.

_Déjate usar, así puede que te perdone._

Bromeó Casandra, para luego levantarse, ya era hora de regresar.

_Si eso quiere, con mucho gusto acepto y que solo sea yo, nadie más._

Respondió él con una sonrisa, haciendo sonreír a Casandra, Donato despidió a su ahora amiga, justo llegaba su hijo ya cansado y con deseo de volver a casa, las horas pasaban y ya jean Lucas dormía, siendo acariciado por su padre, quien no paraba de ver su reloj, era algo tarde y su bonita no llegaba, saco su celular y le marco varias veces, hasta después de la quinta vez, cuando ya estaba molesto, agarró la llamada.

📲_ Donde estás, trinidad._

Hablo Donato antes que ella dijera algo.

📲_Holaa, en una fiesta, ¿cómo está mi hijo?_

📲_¿Estás ebria? Dame la dirección donde estás, iré por ti._

📲_ Por supuesto que no, yo voy sola, en veinte minutos estoy allá._

Antes que él pudiera decir algo, ya Trini había colgado la llamada, pero no conducirá en ese estado, mientras subía a su auto, llamo a Thiago para que le diera la ubicación de su bonita, así pudo llegar donde la buscaba con su mirada, contra el acoso de todas esas mujeres ya bien ebrias, tanto buscar y casi molesto, la ubico con una pareja.

_¿Tu matrimonio para cuando?_

_Eso está muy lejos, mejor sigo celebrando el matrimonio de los demás._

Respondió Trini con una sonrisa.

_¿Y ese hombre? ¿Es algún amigo mi amor?_

Hablo la chica de la fiesta viendo cómo Donato se acercaba, trini volteo y su corazón se aceleró, ahí estaba su daddy, con ropa casual, tan bello, aun en sus cuarenta, era perfecto para ella.

_Buenas noches, felicidades a los novios, me disculpan el atrevimiento de venir por la señorita._

Ambos respondieron muy amable el saludo, quedaron viendo a Trini, con una sonrisa de picardía, al verla tan sonrojada.

_Él es Donato Lugo..._

_Ooh sii, el vicepresidente de las empresas Lugo, que placer tenerlo aquí._

El novio le daba la mano muy contento.

_¿Y ustedes qué?..._

_Él es el padre..._

_Soy su marido, si me permiten, debemos irnos, nuestro hijo espera._

Donato se llevó a Trini por la mano, sin permitir que se despidiera o negara lo antes dicho, agarrados de mano pasaron la multitud de personas que había en esa fiesta, Trini deseaba salir rápido de ahí y poder decir unas palabras a ese hombre que se creía dueño de ella, imaginando que seguía siendo la misma chica inocente de antes.

_Ya suéltame._

Hablo Trini al salir.

_Disculpa bonita, me asusté al oírte que te irías así, algo tomada, es peligroso..._

Hablo en tono suave, rogando que no se molestara, Trini suspiro.

_Donato..._

_Bonita, solo vine a buscarte, asegurarme que estés bien, que nuestro hijo no se preocupe, no quiero que te molestes..._

Él tocaba sus manos, acariciaba su largo cabello, con una sonrisa que derretía el corazón de Trini, sus miradas solo decían lo que sus cuerpos querían, él acarició sus mejillas suaves, acercándose lentamente hasta tocar sus labios, algo que logró que el cuerpo de Trini sintiera una corriente eléctrica, sus partes más íntimas doliera de deseo, cuando entraron en si, sus manos acariciaban esos puntos donde no tenían las fuerzas para detenerse, unos minutos y estaban ya dentro de un hotel.

_Bonita..._

_Sshhhh._

Donato terminó de quitar la última prenda, donde tocaba esos grandes senos, lamía con tanto amor, bajando hasta verla por completo, unas cuantas estrías que acarició y beso, llenándose de orgullo, de felicidad, estaba con ella, con su bonita, a quien pensó haber pedido para siempre, sus cuerpos se movían, de sus bocas salían sonidos que demostraban el placer que sentían en ese momento, hasta que sus cuerpos ya no daban más, Donato besaba su hombro, sus labios, viéndola dormir en sus brazos, era la mejor noche, después de mucho tiempo.

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