El día de relajación de Daphne y Erick transcurrió tan rápido que ls chica tuvo la impresión que a su día le habían faltado horas, no hubo mas cercanías románticas pero si hubo un gran disfrute por parte de ambos, ella creía, más bien estaba segura de que era la primera vez que habían tenido algo así, una cita podría decirse, sin drama ni problemas, hablaron de muchísimas tonterías, pero sobre todas las cosas disfrutaron del paisaje, cuando volvieron a casa Daphne envío el mensaje que le debía a Darell y compro el vuelo de regreso a Estados Unidos, subió a su habitación y comenzó a arreglar la maleta, estaba por terminar cuando Erick se posó en el respaldo de la puerta.
"¿Paso algo?" pregunto ella
"Estaba pensando en lo mucho que iba a extrañarte cuando te fueras" dijo de pronto " ya no estarás al lado de mi puerta, otra vez "
"Debemos mejorar nuestra relación cuando vuelvas a New York" le dijo la chica
"¿Cuál relación te gustaría que tuviéramos?" le pregunto con picardía causando que se sonrojara.
"Un buen paso es que estemos en la misma ciudad y nos frecuentemos más ¿No lo crees?
"Estoy de acuerdo" se acercó a ella limitando su espacio "Pero no contestaste mi pregunta"
"Es por qué no tengo una respuesta ahora, pero creo que podemos. conseguirla juntos"
"¿Vas a esperar a que vuelva?"
"Si, eso haré"
"¿Y si vuelves con Salvatore?"
"Confía en mí cuando te digo que eso no va a suceder" se llevó la mano al corazón
"Esa es mi razón de ser, confiar en ti" sonrío "Bueno compañera de casa, volvere a mi habitación como el hombre decente que soy"
"Está bien, mi vuelo sale temprano así que también voy a dormir"
Daphne se levantó del sueño y fue sorprendida por un abrazo express de Erick, quien aprovecho el momento para oler su cabello, luego en medio de un momento hilarante soltó un pequeño chiste.
"¿No venderas un poco de esa esencia tuya?"
"¿Mi olor?"
"¿Nadie te lo ha dicho antes?" ella negó con la cabeza "Tu olor es increíbles, es como a fresas pero con vainilla algo así"
Daphne tomo uno se sus mechones y lo olfateo.
"Creo que es el shampoo"
"Si pero tú tienes el plus" dijo el " Estoy seguro que no eres la única que lo usa pero si la que huele de esa manera"
Daphne se sonrojo y se soltó del abrazo.
"Bueno ya es hora de dormir, descansa Erick"
Erick sonrío con mucha picardía mientras asentía con la cabeza
"Estoy de acuerdo querida" beso su frente "Descansa" con eso salió de la habitación cerrando la puerta tras de el.
Daphne termino de alistar todo y fue de inmediato a acostarse, su estómago estaba un poco revuelto, no solo no tenía ganas de volver sino que tenía demasiado estrés por como terminaría todo, tenía miedo de enfrentar a toda la realidad, más debido al hecho de que se había vuelto una especie de influencer sin querer, todo gracias a Salvatore, ese bastardo, cerro sus ojos con fuerza y se obligó a dormir, al menos aunque habían Sido pocos días de verdad sentía que había descansado, Erick era una persona del todo terapeutica, estaba ansiosa porque todo este mes terminará para que ambos pudieran tomar un tiempo de todo y decidir que hacer, sabía que los sentimientos de el no habían cambiado, mientras que los de ella ahora eran más fuertes que antes, no sabía de dónde provenía todo esto pero estaba segura de ellos al menos, no decía que de inmediato debían estar juntos, esa no era su idea, solo esperaba compartir más tiempo con el para así poder reducir la distancia que aún existía entre ambos, quien decía que después de eso, después de que ambos hayan sanado ¿no había una posibilidad para ellos? No sería rápido pero al menos estaba segura de que valdría la pena, con Erick era mil veces más feliz que con cualquier persona en el mundo, sacaba lo mejor de ella y eso sí que lo agradecía.
Daphne entro a la profundidad de sus sueños en medio de muchos análisis e introspecciones, de las cuales sabía que se arrepentiría al día siguiente, cuando la mañana llegó de mala gana se levantó dando por terminadas así sus 'vacaciones' había tenido todo el día de ayer para asimilar su regreso pero no con eso fue capaz de aceptar su realidad, noruega era un país tan hermoso que fácilmente podría sentirse en un cuento de hadas, New York en cambio era una ciudad tan rápida y ajetreada que agota hasta de solo pensar en ella y eso sí que le daba tristeza.
Cuando estuvo lista escucho un golpeteo en la puerta, Erick abrió y le pregunto
"¿Estás lista?"
Ella asintio con la cabeza
"Entonces hagamos esto" extendió su mano en espera de la de ella
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