Poder femenino

Cuando estuvo en el interior de su apartamento sintió por dentro de si misma un orgullo que nunca antes había experimentado ¿De donde había salido todo eso? No lo sabía pero ¡Demonios! Estaba que arde, pudo poner en su sitio a ese imbécil sin ser una sumisa estúpida como casi siempre pasaba, comenzó a reír sola, se sirvió una copa de vino y puso música, comenzó a bailar en su sala con la mayor felicidad que en algún momento había llegado a tener en este país, pero lo que más la satisfacia era que no dependía de absolutamente nadie, todo era por ella, para ella y gracias a ella, claro que muchas personas la habían ayudado de alguna u otra ma era pero ella había prevalecido, se había enfrentado a tanto y ahora estaba aquí sacando el rostro de entre toda la mierda que alguna vez le habían arrojado y decía aquí estoy, soy yo, lo logré y soy feliz, no necesito a nadie más que a mi misma para serlo, no necesito a nadie más que a mi misma para creer que soy poderosa, imparable y única. abrazo su cuerpo hasta terminar exhausta en el suelo, con un éxtasis del que no había Sido testigo antes, pero que la hacía feliz, Gracias, Gracias, Gracias por esto repetía sin cesar mié tras cerraba los ojos para contactarse con ¿La naturaleza? ¿El universo? ¿Dios? ¿Todos ellos? ni ella misma estaba asegura, pero aún así agradecía, con amor, con felicidad, con abundancia, agradecía y sonreía.

Después de su pequeño ritual improvisado nuestra irlandesa pidió algo de cenar, nada del otro mundo un poco de arroz chino de la esquina de su casa, subió a la azotea y se sentó a comer en borde, mirando la ciudad que nunca duerme, tan ruidosa y tan única, miraba a muchos puntos no muy lejanos, inventaba historias y se contagiaba de la felicidad que imaginaba que ellos tenían, siendo personajes de un libro más grande llamado vida, termino su comida y al bajar la vista noto una pequeña montaña de cigarrillos, negó con la cabeza y sin siquiera mencionar su nombre la imagen de su antiguo vecino volvió a su cabeza, no había pensado en él durante un rato al menos, pero siempre terminaba su recuerdo volviendo ¿Que estaría haciendo? Se pregunto ¿Ya habría buscado auroras boreales? O tal vez ¿Había reservado ese evento para cuando fueran de nuevo juntos? La última idea le resultaba increíblemente tentadora, sonrío, al menos a pesar de la distancia aún estaban ambos bajo el mismo cielo, mirando la misma luna una que tantas noches los acompaño en sus aventuras. Sonrío, comenzó a hacer un poco de frío por lo que decidió volver a su casa, habían muchas cosas que había olvidado y dejado de lado por todo este tema de mantenerse fuerte, una de ellas pensó con pesar había Sido Susej, negó con la cabeza, fue en búsqueda de su teléfono y le marco, no hubo necesidad de esperar mucho tiempo apenas timbró dos veces cuando la mujer contesto.

"Daphne cariño" dijo entre lágrimas.

"¿Su?" contesto la irlandesa preocupada "¿Está todo bien?"

"Claro que lo está" chillo con voz aguda "Por fin volviste a mi como el ruiseñor" volvió a llorar con más fuerza

"¿Ruiseñor?" seguía escuchándose el llanto "¿A qué te refieres cuando dices que volví?""

"Te fuiste sin despedirte" sollozo "Pensé que jamás volverías"

"Susej por favor" negó Daphne con la cabeza "Reconozco que no actúe muy bien pero jamás te abandonaría, solo me fui de viaje" suspiro "Por favor cálmate, eso no le hace bien al bebé"

Susej tardo unos segundos en retomar la compostura, cuando por fin fue capaz de articulado palabras nuevamente comenzó a hablar.

"¿Estás bien?"

"Si, ya todo está bien su" le contó la chica "Por cierto ¿A qué te referias con lo del ruiseñor?"

"Es una metáfora" contesto Susej "Andrew me dijo que tenía que amarte como a un ruiseñor, debía dejarte volar para que volvieras a mi cuando quisieras"

Daphne se comenzó a reír.

"Si por favor" suspiro "¿Cuando me ha molestado tu intensidad? La verdad es que siempre me haces falta, es solo que no había usado el teléfono recientemente entonces me olvidé de escribir, pero ya que volví a mi estado natural quiero tomar este tiempo para agradecerte por ser tan vez la mejor amiga que alguien podría tener, gracias por tu apoyo, por tu amor y sobretodo gracias por darme esa chispa que a veces le falta a mi vida, sin tu sería como un navío sin timón, como un velero sin velas y aunque se que no es usual que demuestre mi afecto, te amo, amo cada extensión de tu ser y jamás me gustaría hacer algo que te hiciera sentir que te abandone ¿Puedes perdonarme?"

Susej comenzo a llorar de nuevo siendo incapaz de contestar, Andrew quien entró a la habitación y la vio en ese estado en medio de un suspiro tomo el teléfono y fue quién hablo.

"Daph creo que es mejor que hablen mañana, en este momento está algo indispuesta"

"Pero ¿Está bien?"

"Si, son solo algunas hormonas jugando le una broma" se rió "¿Que tal si mañana vienes a cenar y se ven?"

"Me parece una idea genial"

"Bien pues no vemos mañana"

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