Al otro lado del océano ignorante del paradero de daphne Salvatore yacía sentado en su oficina, en total oscuridad emanando un aura enteramente asesina, seguía sin respuestas, no lograba dar con el responsable pero más allá de todo eso no encontraba a la chica, estaba a punto de volverse loco ¿Podría alguien perderse así? Se cuestionaba, si no fuera New York sino Italia definitivamente los resultados a su investigación serían diferentes, pero, no lo era, llevaba desde el incidente sin poder trabajar, no sé concentraba en nada, ni siquiera podía dormir, cada que cerraba los ojos miraba el rostro decepcionado de la mujer que hoy debería estar planificando su boda, pero el destino y sus jugadas no lo permitieron, claro debía ser eso, no podía permitirse ser feliz, por supuesto, no lo merecía, suspiro, ni por un momento se sentó a analizar que todos los sucesos venían de sus propias actitudes, su mente no viajo tan profundo, digno hijo de Loretta vinella.
"¿Hijo?" tocó la mujer la puerta del despacho que yacía entre abierta, de respuesta no obtuvo más que un gruñido seco "Debes comer algo, voy a prepararte un poco de..."
"Lárgate madre" la interrumpió "Aún no tengo las pruebas pero se que tú estuviste detrás de todo esto y voy a probarlo"
"No sé de lo que hablas Salvi" contesto con calma "Yo solo quiero tu bienestar"
"Claro" se rió sin gracias "Loretta vinella siempre tan considerada, si no te conociera bien te creería ¿Sabes?" le miro con sus oscuros ojos "Cualquiera que tenga un poco de sentido común sabe bien que estás disfrutando este momento, no intentes después de años de ser una madre horrible querer hornearme galletas y servirme el te" desvió la mirada "Este Salvatore no te necesita"
"¿Así es como me ves?" lo cuestione
"¿Debería mirarte de alguna forma diferente?" la increpo " Te has enfocado tanto es crear una idea de lo que necesito ser para ti que has frustrado todos mis intentos por ser feliz"
"Aunque no quieras admitirlo Salvatore esto no es mi culpa" le riñón "Yo no te mandé a acostarte con Doran" lo señaló "¿Acaso te drogue? ¿Estuve allí al menos?" lo miro con los ojos entrecerrados "Si algo de esto es culpa de alguien ese alguien definitivamente no soy yo, ya es hora que seas un adulto y comiences a aceptar la responsabilidad de tus acciones"
"Solo lárgate" dijo el hombre con voz cansada dando por terminada la discusión.
Loretta quien seguía en el respaldo de la puerta mientras miraba con incredulidad lo que sus acciones habían provocado, sin duda, justo en el momento de la revelación, disfruto ver la humillación en vivo de la ex novia patética de su hijo, pero, lo que nunca creyó es que la mujer fuera tan inteligente y de tan buenos recursos como para perderse tan bien que incluso para ella su paradero fuera una incógnita, odia ver a Salvatore así, después de todo ella amaba a su hijo, claro que lo hacía, sabía que sus acciones eran un poco radicales pero todas venían desde el profundo amor que sentía por él y claro, por el dinero, quería que él fuese feliz pero más que eso quería que fuera con una buena mujer, un prototipo que según su opinión estába lejos de alcanzar Daphne, aunque después de toda esta situación su cabeza no dejaba de arrojarle una pregunta recurrente ¿Había valido la pena? negó con la cabeza mientras se retiraba, no podía flaquear ahora, puede que la manera no haya Sido la más adecuada pero al menos se había librado del problema ¿No era así? la imagen abatida de su hijo volvía a su mente dejandola con un ligero sentimiento de arrepentimiento que sepultó en lo más profundo de su ser.
Aunque no quisiera admitirlo Salvatore sabía que su madre tenía razón y odiaba eso, odiaba saber que era su culpa, porque a pesar de que alguien más hubiese decidido hacer público su infortunio, fue el quien decidió ignorarlo con la fiel idea de que nada pasaría, de que el podría manejarlo, ignoro todas las voces en su cabeza que le pedían ser sincero, por el contrario solo se enfoco en buscar una forma de estar con ella para siempre y de allí surgió la idea del matrimonio, todo lo relacionado con esa petición había Sido una hilera de banderas rojas que el decidió ignorar solo por permanecer un poco más en la estación de la felicidad, definitivamente era un imbécil, desde el simple hecho de no haber Sido sincero hasta el creer que una propuesta cambiaría de alguna forma sus errores, no solo eso sino ¿Que le había hecho pensar que estaba bien hacerlo en su fiesta de lanzamiento? Era un soberbio egoísta, trato de volver un evento que tanto le había costado a Daphne en algo suyo y al final solo termino arruinandolo, al principio creyó que la decisión de la chica de marcharse habia sido precipitada, pero siendo justos y colocándose en su posición ahora entendía que tenía toda la razón, la había lastimado, humillado, ella mercería algo mejor sin duda, pero no quería que fuera alguien más quería ser el. Dió un puñetazo en la mesa y termino de beber de un tiron el resto de su whisky a las rocas mientras su cabeza le repetía ¿Por qué no puedo ser yo? ¿Por qué no puedo merecerla?
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