Daphne se sonrojo al escuchar la frase y no fue capaz de decir nada más, no entendía por qué cuando estaba con el de pronto las palabras parecían escaparse, a veces dudaba de si su cerebro funcionaba bien, normalmente en una conversación siempre sabía que contestar, pero, por alguna razón que desconocía con él era diferente, no era que se sintiera intimidada o algo similar, por el contrario, se sentía tan cómoda que a veces el factor del tiempo pasaba desapercibido, convirtiendo rápidamente minutos en horas sin que ella tuviera conciencia de ese evento, era más bien por qué temía decir algo que dañará el momento, temía incomodarlo y gracias a eso parecía ser una tonta la mayoría del tiempo, negó con la cabeza, por suerte había logrado sobrevivir al vuelo sin pensamientos intrusivos del día anterior pero la dicha no duró demasiado, una oleada de frustración la envolvió cuando recordó el desenlace de la presentación de su libro, después de meditarlo con calma había comprendido la complejidad de la situación, se agradecía a si misma y al momento de lucidez en el que acepto venír a este viaje, debía alejarse del foco mediático, volver a la calma, a pesar de que sabía que sus sentimientos por Salvatore no eran profundos no podía evitar el dolor de su orgullo siendo herido, más aún cuando hubo muchos testigos del hecho. No era justo, era casi karmico el hecho de que casi todos los hombres a su alrededor terminarán decepcionandola en mayor o menor grado pero decepción al fin, claro esta que con algunas excepciones, pensó mientras sus ojos volvían a la figura distraída de su amigo, quien yacía a su lado taciturno mientras revisaba su teléfono.
No podía evitar sentirse emocionada por la mágica vibra que había en este lugar, nunca había estado aquí pero había leído mucho sobre noruega en otro momento de su vida cuando la idea de ser una viajera se veía demasiado tentadora y sin duda tenía una gran expectativa, aunque siendo francos lo que más le emocionaba era la idea de estar alejada de todo, a Miles de kilómetros del problema. Se había cuestionado lo que debía hacer a continuación ¿Debía cambiar su número telefónico? Se pregunto, pero el no rotundo se plantó en su cabeza como una semilla enraizada, después de todo era una gran tontería y demostraba de su parte una falta de madurez, a pesar de lo mucho que quisiera huir llegaría el momento en dónde debería enfrentar los hechos, después de todo seguía siendo la imagen de la marca de Salvatore así que seguían teniendo asuntos que debían resolver, pero, lejos de los sentimientos que antes habitaban en su corazón por su ahora ex novio, ahora solo existía el repudio y un profundo odio completamente justificado, era un bajo, un sucio, un ruin ¿Cómo podía siquiera pensar en casarse con ella cuando hace menos de un mes se había acostado con Doran? ¡Maldito bastardo! Gruño en su interior, mientras negaba con la cabeza se prometió a sí misma que disfrutaría completamente este viaje, dejaría todo este tema atrás, claro que en algún momento debería enfrentarlo pero ese momento no era ahora, buscaría las auroras boreales y dejaría que sus ojos se cautivaran con todo lo que la vida quería mostrarle, se lo merecía, merecía ser feliz más allá de todo pronóstico.
Erick llevaba un rato mirando el rostro contrariado de su amiga mientras se preguntaba en qué podía estar pensando, aunque no tenía intenciones de preguntar, no quería traer a la conversación nada que la incomodara, algo que Evidentemente sucedería dada su expresión, estaba considerando iniciar alguna conversación cuando la voz cantaría de Daphne se hizo escuchar.
"¿Que estamos esperando?" Le pregunto
"Bueno, yo tampoco he venido a esta ciudad antes" se disculpo "Así que la productora que me contrato me dió un guía para que me ayude, estamos esperando por el"
Daphne asintio con la cabeza pero no dijo nada más, estaba un poco cansada, a pesar de haber dormido todo el vuelo su cuerpo tenía una pesadez incómoda , solo quería tocar la almohada del hotel y dormir, al menos unas 12 horas continuas, con pereza bostezo no pasando desapercibida por su compañero.
"¿Estás cansada?"
"No te preocupes" lo tranquilizó ella
"¿Cómo no hacerlo?" Se rió luego miro hacía un punto lejos y agrego con alivio "Allí viene nuestro guía"
Hacia ellos con un cartel de aproximó un hombre robusto de al menos 1.88 mts, con una mezcla entre pelirrojo y castaño, sus facciones eran más bien toscas y mirada fría, sus ojos azules eran lo único gentil de toda su persona, con una voz gruesa y un poco ruda pregunto.
"¿Erick Murphy?" Erick asintió contrariado "Bien sigame" agrego con frialdad
Erick y Daphne se miraron mutuamente incapaces de negarse a la solicitud del hombre, salieron del aeropuerto y de pronto el clima frio golpeó de inmediato a la chica quien de inmediato se abrazó a sí misma para mitigar el espasmo.
"¿No tiene algo más para abrigarse?" Preguntó el hombre tosco
Erick miro a su amiga a punto de congelación y se quitó su abrigo para colocarlo en sus hombros.
"Gracias" se apresuró a decir " y lo lame…"
"Basta" la interrumpió Erick "Ya deja de disculparte por favor"
El hombre abrió la puerta trasera y los invitó a subir al auto, ambos entraron, el siguió hasta el puesto de conductor, se sentó, encendió el auto pero antes de iniciar el viaje Erick le pregunto.
"¿Cuál es su nombre?"
Lo miro desde el retrovisor y contestó
"Noah" dijo sin más y empezó a conducir.
Erick acercó a Daphne hasta el y la abrazo sobre los abrigos sin decir ni una palabra, ella recibió el abrazo con agradecimiento, aunque sabía que estaban entrando en invierno nunca pudo imaginarse cuan duras eran las temperaturas, sintió un fuerte golpe de realidad cuando salió del aeropuerto, el cual por cierto tenía una calefacción increíble, al menos esperaba que el hotel contara con el mismo servicio sino no sabía cómo pasaría la noche.
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