El nr 1

Apenas salió de la oficina del sr Basset, Darell comenzó a cuestionarse ¿Cómo encontraría a esa mujer? había tratado de llamarla unos días antes pero su teléfono estaba apagado, y así seguía, por las palabras de su jefe este asunto era de vital importancia y no podía renegarlo, debía encontrar la manera y hacer todo posible, no sabía cómo pero debía hacerlo, se rascó la cabeza, sería algo complicado, fue hasta el estacionamiento y entro en su auto, volvió a marcar al número de la chica aún sin respuesta, estuvo en eso todo el camino hasta que se le ocurrió una idea ¿y si llamaba a Erick? Tal vez el podría saber de su paradero o al menos podía ayudarlo a transmitirle un mensaje, no podia no intentarlo, era la opción más viable que se le ocurría al menos, iba llegando a su casa, estaciono el auto en el garage y despues de un suspiro marco el número de Erick sin siquiera meditarlo más , el teléfono timbró unos segundos, pensó que entraría al buzón y estaba preparándose para dejar un mensaje cuando la voz ronca del hombre hablo.

"¿Hola?" pregunto Erick adormilado

"Erick hola" le saludo "¿Te he despertado? perdona"

"¿Con quién hablo?"

"Soy Darell ¿Recuerdas? El editor de Daphne"

"Darell hola ¿Ha pasado algo?"

"Todo está bien, solo me preguntaba si sabes algo de tu amiga, llevo algunos días buscándola"

"Se tomó algunos días de vacaciones Darell, ya sabes que todo ese asunto de la presentación no le hizo nada bien"

"Claro, entiendo" lo interrumpió"Es solo que es imperativo que hable con ella ¿Crees que podrías darle mi mensaje?"

"Claro, mañana le digo sin falta que te llame"

"Maravilloso, muchas gracias Erick y de nuevo perdona por despertarte"

Erick tranco la llamada y con eso se quedó mirando hacia un punto vacío en la habitación, habían muchos puntos positivos de tener calefacción en la casa, pero, también habían negativos, como por ejemplo la ausencia del rostro de daphne, despertar y verla adormilada era una placer incluso culposo, ahora debía esperar a que amaneciera para poder mirar sus facciones, como todo buen hombre haria y por eso en ocasiones se odiaba ¿Por qué debía ser un buen hombre? ¿No sería mejor ser el villano? ¿Quemar el mundo por ella? Porqué si que lo haría, destrozaría a todos los que estuviera entre ella y el, pero no podía, su fuego se apaciguaba solo de verla a los ojos, así que tan buen villano no era, suspiro y se obligó a dormir, en la mañana le daría el recado a la chica, que esperaba solo fueran cosas buenas.

El sol se posó sobre el rostro angelical de Daphne haciéndola despertar, sus ojos se abrieron haciendo que incluso brillarán un poco más de lo habitual, hoy en particular se sentía inmensamente feliz, los últimos días habían Sido un parche al corazón, ella y Erick habían visitado tantos lugares, la química entre ellos era tan simple y tan bonita que no dejaba de alegrarle el alma el saber que nuevamente iniciaba un día de aventuras, salto de la cama y fue a ducharse, para cuando bajo ya Erick estaba en la cocina esperando por ella, como siempre, tenía un atuendo simple pero él le daba el plus con su aura, su cabello negro caía hacia su cara mientras veía algo en su teléfono, con sus facciones marcadas, al escuchar el sonido de sus pasos el hombre abandono lo que hacía y levantó la vista posándose únicamente en ella, este día, Daphne llevaba un vestido blanco holgado con unas medias panty color negro y zapatos estilo tacón, el sonrío dándole la bienvenida ¿Había algo mejor que verla? No, no lo había, de eso estaba seguro.

"Buenos días señorita"

"Hola" sonrío de vuelta "¿Cómo amaneciste hoy?"

"Estoy bastante bien. gracias" suspiro "Aunque debo admitir que luego de verte mi día mejoro significativamente"

"No digas tonterías"

"¿Quien dice alguna?" se carcajeo "No tengo la culpa de que tú presencia alegre mi corazón, deberías revisarte" Daphne lo miro confundida " No puedes ir por allí causando estas cosas" luego con un tono un poco más bajo agrego "ni enamorando personas"

"¿Que dijiste?"

"¿A que te refieres?"

"Lo último que dijiste" insistió "No lo entendí"

La señora Aina ingreso en el salón con el café y un desayuno mucho más simple que el primero, lo cual agradecían mucho, Erick evadió el tema y se dispuso a comer, agradeciendo por primera vez la intervención de la mujer, se había dicho a si mismo que debía controlarse pero le resultada tremendamente difícil hacerlo, su presencia lo cautivaba de tantas maneras que a veces no podía reaccionar a tiempo, negó con la cabeza, cuando ya iban en medio del desayuno recordó el mensaje que Darell le había enviado así que interrumpió el silencio y dijo:

"¿Dónde está tu teléfono?"

"Está arriba ¿por que?"

"Darell llamo anoche, dijo que necesita que te comuniques con el"

Daphne frunció el ceño.

"Seguramente va a darme malas noticias"

"No lo creo" dijo Erick pensativo "Se escuchaba bastante emocionado por haber logrado encontrarte, así que mejor dale la oportunidad"

"Está bien"

"Llámalo después del desayuno" le insistió "Hoy tenemos un tour por cumplir"

"Está bien" bajo la mirada de ella se habían alejado las emociones con las que había despertado.

"Daph" le llamo Erick haciéndola levantar la mirada de nuevo "Si quieres yo puedo estar contigo mientras lo llamas ¿Está bien? No necesitas hacerlo sola"

"Realmente te lo agradezco" le sonrío "Estoy un poco nerviosa, aunque lo que más me genera estrés es encender mi teléfono y tener que enfrentarme a la realidad, no es que no lo fuera a hacer, es solo que no esperaba que fuera tan pronto"

Erick se levantó de la mesa y fue hasta donde ella estaba, puso sus manos en su mandíbula y levantó su rostro con delicadeza, beso su frente y sonrío.

"Eres más fuerte de lo que crees Daph" la miro profundamente "tranquila yo nunca te dejare sola"

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