El desayuno duró un poco más de lo normal, después de tomo embutirse tanto era una proeza que ameritaba un tiempo mayor a algunos minutos, cuando por fin terminaron estaban tan llenos que incluso levantarse de la silla era una acción que necesitaba más que un pequeño impulso, la idea de la señora Aina era que salieran con energía, pero en cambio los había cargado de tanta comida que sintieron una pesadez y sueño casi inmediato apenas terminaron de comer, Erick al sentirse fatigado resolvió que no sería tan mala idea tomarse el día libre, no creía que un día retrasará el fotomontaje así que sin más tomo su teléfono y pospuso todo lo pendiente para este día, Daphne que aún no sabía de sus planes se había dado una ducha y cambiado de ropa cuando al verlo sentado con ropa informal en el sofá lo cuestionó.
"¿No teníamos que ir a un lugar hoy?"
"Ya no" dijo el con simpleza mientras meditaba con los ojos cerrados
"¿Cómo que ya no?"
"Lo cancele" suspiro "Estoy demasiado lleno para ser productivo hoy"
"¿Puedes hacer eso?"
"Trabajar de forma independiente tiene algunas ventajas querida Daph"
"Ya veo" rodó los ojos "Yo sigo estando desempleada". Se encogió de hombros
"¿Desempleada?" La miro dudoso "¿Cuando renunciaste a ser mi asistente en este viaje ?"
Daphne se rió avergonzada.
"Eso ni siquiera es trabajo"
"¿Ah no?" Se levantó del sofá para luego acercarse a ella y mirarla fijamente "¿Entonces que es?" El espacio entre ambos era mínimo, Daphne podía sentir como energía el calor entre sus cuerpos y de nuevo se hizo presenta, eso que justo la había acechado la noche anterior, la sensación punzante volvió acompañado de un hormigueo centrado en su vientre, veía como Erick le sonreía, con su perfecta y seductora sonrisa, su boca se abría pero no salía ninguna palabra, estaban allí uno junto al otro hasta que la señora Aina apareció.
"Ay Dios" chillo la mujer "Perdóneme no quería interrumpir yo solo…"
"No interrumpió nada" se apresuró daphne
Erick con picardía se enderezó mientras negaba con la cabeza.
"En efecto no sucedía nada" se rascó la barbilla "Solo estábamos conversando, no se preocupe"
"Si de esa forma conversan…" murmuró la mujer en un tono apenas audible para los perros "En fin solo venía para preguntarles que quisieran almorzar"
"¿Almuerzo?" Chillo Daphne "Pero si acabamos de desayunar"
"Si pero ya casi es el mediodía" agrego la mujer un poco exasperada
Daphne miro a Erick y el en su mirada interpretó que no estaba dispuesta a comer nada más en la menos lo que restaba de día, negó con la cabeza y acudió a su súplica.
"Por hoy creo que nos saltaremos el almuerzo" sonrío con simpatía "Si desea porque no va a dar una vuelta, de igual forma es muy probable que pasemos el resto del día durmiendo"
"¿No saldrán?"
"No" contesto Erick de manera cortante en busca de finalizar el interrogatorio
"En ese caso" dijo la mujer un tanto incómoda " le tomaré la palabra, si necesitan algo pueden llamarme"
Con eso salió de la habitación y tras su salida se escuchó al fondo un portazo dando por entendido que ya había abandonado la residencia, Erick estaba un poco incómodo y frustrado por la repentina aparición de la mujer, pero si algo era cierto es que para nada estaba bien que tratará insistentemente de buscar oportunidades con ella sabiendo el desastre de su última relación, este viaje debía ser todo menos un intento romántico, daphne necesitaba sanar, desconectarse, volver a sentirse bien con ella misma y para nada debía ser un intento de reconciliación de todo lo pasado entre ellos, con eso en mente recobro la compostura o al menos la poca que aún le quedaba y salió del salón rumbo a la ducha, una larga y fría ducha para retomar la sensatez.
Daphne había quedado un poco aturdida después de los eventos matutinos, era una tontería lo sabía, en otras ocasiones también había estado en privado con Erick pero nunca durante tanto tiempo, porque pensándolo bien un mes era demasiado, juntos en una casa, solos, sin nadie al rededor, era algo bastante tentador a decir verdad, cada vez estaban más cerca y se sentía como la tensión aumentaba con cada segundo, sin duda esto no se lo esperaba cuando aceptó la invitación, se acostó en el sofá y casi de inmediato cayó en un sueño profundo.
Tras un baño de al menos 30 minutos el fuego interno del hombre había cesado, todo esto claro, gracias al agua no fría sino gélida con la que optó por bañarse, se vistió con ropa sencilla y volvió al salón encontrando a Daphne sumida en un sueño profundo, Demonios, se dijo a si mismo mientras sentía renacer la excitación que tanto le había costado dejar atrás ¿Cómo haría para sobrevivir este mes? Se llevó las manos a la cabeza, Dios, si que sería difícil, sobretodo cuando solo con mirarla su mente se creaba las más divinas fantasías, escenarios y gemidos de placer, tan vividos que le hacían despertar cada uno de sus sentidos, viéndola allí quería hacer tantas cosas, quería besarla, recorrer cada centímetro de su cuerpo pero era simplemente imposible, un error, debía ser cuidadoso. sacudió su cabeza en señal de negación y se posicionó en el sofá vacío, comenzó a revisar las locaciones para la toma de los próximos días y logro disipar sus pensamientos, ayudándose a si mismo a concentrarse en la labor principal que había venido a hacer en primer lugar, esta toma iba a ser la protagonista de una revista turística, así que debía en todo lo posible exaltar cada escenario para que todos quisieran viajar a este maravillosos lugar, no era una tarea para nada difícil, después de todo este país parecía sacado de un cuento de hadas, el mayor reto de todo sería captar imágenes diferentes a todas las que ya existían, se rascó la cabeza pensativo, luego giró y miro a Daphne mientras su mente encajaba las piezas como un rompecabezas, ella lo ayudaría, después de todo, si había algo más cercano a un cuento en la vida real esa sin duda era ella, pero a pesar de que fuera una idea maravillosa quedaba el detalle más importante de todos, convencerla.
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