Desayuno

Eran aproximadamente las 6 de la mañana cuando Erick se despertó todavía estaba bastante fatigado pero no podía dormir más, tenía ansiedad, hacia ya bastante tiempo desde su último cigarro, suspiro mientras se llevaba las manos hacia la cabeza en un vago intento por peinar su desbocado cabello matutino,  se sentó en el sofá y con mucho esfuerzo, se levantó a hurtadillas para no despertar a daphne, quien aún yacía dormida, fue hasta su bolso y saco  la cajetilla que aún estaba intacta, había resistido durante todo el vuelo y aún después casi de milagro, puso el tabaco en sus manos, accionó el encendedor y dió el primer suspiro, lleno sus pulmones de la nicotina sintiendo como su cuerpo comenzaba a relajarse poco a poco, un terrible vicio, le decía su madre cada que lo veía, se rió mientras negaba con la cabeza, en ocasiones solía escucharla en su cabeza casi como si estuviera metida dentro de el, aunque en cierta parte aún así era, estaba tan ensimismado que no escucho los suaves pasos de la ninfa que lo acompañaba quien al verlo sentado en el ventanal de la entrada en un silencio casi funebre no dudo en acercarse a él.

"¿Está todo bien?" Pregunto la chica haciendo que Erick saltará del susto quemándose sin querer un poco el dedo índice.

"Maldita sea" gruño

"¿Estás bien?" Se apresuró la chica mientras tomaba su dedo "No fue mi intención asustarte" 

Erick se relajo de inmediato al sentir su tacto, levantó el rostro y se encontró con la mirada apenada de la chica, no pudo evitar reírse, parecía un venado a punto de ser cazado, ella continuaba soplando el dedo quemado en un fracasado intento de aminorar el dolor, la quemada o quizá incluso la culpa, todo por supuesto en vano.

"Tranquila Daph" se apresuró a decirle con un tono dulce "Solo me sorprendí un poco, no es para tanto"

"Te quemaste el dedo" le recordó

"Estoy conciente de ello" sonrío con humor  mientras negaba con la cabeza "Pero" hizo una pausa dramática para luego continuar "Sobreviviré" 

Daphne sonrío mientras rodaba los ojos, en medio de su interacción entro la Sra Aina, quien al verlos despiertos tan temprano se encontró bastante sorprendida.

"Buenos días para ambos" les saludo "¿Por qué se siente tanto frío acá dentro?"

"Bien día señora Aina" saludo Erick "Anoche encendí la chimenea pero imagino que en medio de la noche debió apagarse"

"¿Y la calefacción?"

"Sinceramente no la encontré" se disculpo el hombre un tanto avergonzado"

"¿Cómo hicieron entonces para dormir en el piso de arriba?" Pregunto curiosa

"No lo hicimos" resolvió Erick "Dormimos en la sala, era el lugar más caliente de la casa" 

"Vaya" dijo la sra Aina "No pensé que gracias a ese olvidó mío ustedes pasarían tan mala noche" negó con la cabeza "Les pido sinceramente me disculpen" sonrío con vergüenza "Ahora denme un minuto voy a encender la calefacción, de seguir en este frío van a contraer algún resfriado"

La señora subio las escaleras y al cabo de algunos minutos un pequeño estruendo comenzó a sacudir la vieja madera de la casa, junto con una sensación de calidez, la cual agradecieron profundamente, a pesar del calor que emanaban del fuego en la chimenea y la multitud de colchas con las que se abrigo, daphne sintió un frío abrumador que calaba en cada parte de sus huesos, a pesar de ya estar dormida en sus sueños sentía como su cuerpo se estremecía cada tanto de los espasmos causados por la temperatura, apenas bajo de la segunda planta la Sra Aina se pudo de inmediato con las labores del hogar, comenzando por supuesto por el desayuno, no había notado cuánta hambre tenía hasta que el olor proveniente de la cocina lleno sus fosas nasales causando un sonido proveniente de su estómago.

"¿También tienes hambre?" Pregunto Erick de forma irónica mientras veía la expresión de la chica, debía admitirlo, molestarla era un terrible placer culposo, sobretodo cuando sus mejillas empezaban a pintarse de un tenue carmesí, justo como ahora, Se veía sublime, tal como debía verse el arte, ese que te hace vivir, sentir, trascender.

Ella al notar su mirada no pudo evitar el calor que se posaba en sus mejillas, era algo tan tonto, solo una pregunta, una tan ridícula que el no poder contestarla sin sentir esto, está sensación quemante y puntiaguda dentro de si misma la hacía sentir como una imbécil.

"Si" contesto cuando volvió a sentirse sensata "¿Tu no?"

"Si claro" se sobó el estómago "y el olor que viene de la cocina no es de mucha ayuda"

"Es verdad" olisqueo daphne "No tengo ni idea de que será pero huele delicioso"

Erick asintio con una sonrisa para luego interrumpir la línea de sus pensamientos al escuchar que lo llamaban desde la cocina, fue de inmediato y vio la mesa servida, había huevos pancakes tocino fruta fresca, casi un bufete solo para ellos, se notaba el esmero que había colocado la mujer en la tarea, de hecho ahora que lo pensaba, está mujer tenía un nivel de hospitalidad similar a la de su madre, aunque claro este era su trabajo, pero sin duda lo hacía muy bien.

"Todo luce delicioso" elogió Erick "pero no era necesario cocinar tanto"

Daphne que venía tras de él al ver la gran mesa del comedor llena de palma a palma quedó sorprendida.

"Señora Aina" se apresuró a decir "¿Todo esto es solo para nosotros?"

La mujer paso de uno al otro intentando comprender el motivo para tanto alboroto.

"Deben alimentarse bien" dijo de pronto "después de todo tienen mucho que hacer el día de hoy y lo mejor es siempre salir con un buen desayuno"

"Si pero .."

"Nada de peros" interrumpió la mujer mientras colocaba sus brazos a la cintura "Aquí hace mucho frío así que deben comer más para que tengan energía" 

"Eso no tiene sentido" murmuró Erick pero sin dudarlo más se sentó a la mesa y comenzó a comer, seguido por daphne quien tampoco dijo ninguna palabra.

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