Capítulo 20

Kendra e Ibrahim iban en el auto rumbo a su casa cuando de pronto él detuvo el auto a un lado de la carretera y hubo un silencio total.

Ibrahim desabrochó hábilmente el cinturón de Kendra y le levantó el rostro haciendo que quedaran frente a frente, ella se sobresaltó al ver que él se ponía tan cerca de ella y que estaba demasiado serio, tanto que daba miedo.

-¿De verdad crees que tienes mucha suerte? ¿Cómo te atreves a competir en una carrera de autos? - ella recordó que en su otra vida él odiaba que ella participara en esas carreras

-No me digas que estás preocupado por mí, pero no te preocupes que cuando vaya a correr nuevamente te avisaré primero y siempre voy a tener cuidado - ella le sonrió

Los padres de Ibrahim murieron en un accidente automovilístico y por eso a él le aterraba que a ella le sucediera algo, ya que el accidente le había dejado un gran trauma y su preocupación hizo que ella se sintiera mejor y él se sintió avergonzado.

-No te creas mucho - le respondió él fingiendo seguridad y ella tocó suavemente su mejilla

-Sé que te preocupas por mí y sería lindo si me lo dijeras - ella no estaba molesta y era así que ella quería ser tratada

-Deja de comportarte así - le dijo él y volvió a conducir

Ella solo tenía ojos para él y en ese momento solo quería mirarlo, su mirada estaba fija en cada uno de los detalles de su rostro y son verla él sentía como ella lo miraba.

Cuando llegaron a la casa lo primero que él hizo fue preguntar por su hermana y le dijeron que estaba en su habitación estudiando y al mismo tiempo llegó Jacob a la casa.

-Sígueme - le dijo Ibrahim a Jacob mientras se dirigía al despacho

-¿Cómo es posible que hayas ido a correr?, ya no eres un niño pequeño y sabes lo que te puede suceder - hablo después de cerrar la puerta, la voz de Ibrahim era fría y luego de eso solo se escuchó un golpe

Después de eso se escuchó otro y otro, Joseph escuchó y estaba muy nervioso, sabía que a Ibrahim le costaba detenerse cuando se trataba de castigar a su hermano.

-Joven señora esto es malo, debe hacer algo para detener al señor Ibrahim - ella lo miró asombrada y no quería meterse en ese problema familiar, además Jacob no le caía bien

La forma de Ibrahim de reprender a Jacob era a golpes y eso nunca terminaba bien, por lo que Kendra contó hasta cinco y entro.

-Cariño déjalo, creo que es suficiente - le dijo ella con voz suave y el se detuvo de inmediato

-Vete y quiero que sepas que Kendra y yo nos hemos casado hoy - fue lo único que le dijo Ibrahim a Jacob

De inmediato entró Joseph con una taza de té para Ibrahim y Jacob salió de allí casi que corriendo.

-Señor aquí tiene un té para que se sienta mejor

-¿Qué es eso Joseph? - pregunto Kendra de inmediato

-Joven señora tiene razón al señor lo estaban envenenando y debe tomarse eso para limpiar su organismo - el rostro de los dos era de asombro y Kendra después lo miró para asegurarse de que había escuchado todo

-Tomate el medicamento Ibra, solo quiero que confíes en mí y te estoy demostrando cada cosa que te he dicho, en unas semanas te sentirás mejor - Kendra estaba satisfecha con lo que había escuchado

-Déjame un momento con Joseph por favor - le pidió Ibrahim y ella aceptó sin decir nada, pero entró de inmediato

Él vio que ella tenía en sus manos un plato con un dulce.

-Puedes comerlo después de que termines de tomar tu medicamento - le sonrió y salió del despacho dejando a Ibrahim con la boca abierta

Eso era precisamente lo que su madre le hacía cuando él debía tomar medicamentos, ya que nunca le gustaba su sabor y para la era muy difícil tomarlos, trayendole recuerdos que eran dulces y amargos a la vez.

Al salir Kendra tuvo una idea, ya que a pesar de lo que todos decían ella no era ninguna inútil, tenía conocimientos de medicina tradicional y sabía cómo emplear las plantas.

Así que salió al patio de la casa y comenzó a buscar algunas hierbas que le permitieran curar las heridas de Jacob, lo ayudaría y evitaría que Ibrahim se sintiera mal por haber golpeado a su hermano.

No quería que hubiera demasiados roces entre ellos, esos problemas podrían ser utilizados por los enemigos que tenian.

Después de rondar un buen rato por el patio por fin Kendra encontró las hierbas que estaba buscando, las arrancó y se fue directamente a la cocina, tomó un mortero de piedra y comenzó a triturarlas, las aplastó hasta sacarles todo el jugo y hacer que quedara con una consistencia pastosa.

Una de las chicas que trabajaba en la cocina se le quedó viendo y hasta le ofreció su ayuda, pero Kendra no quiso que nadie la ayudara, colocó el resultado en un cuenco y volvió al estudio en donde Ibrahim ya estaba totalmente solo.

-Ibra – lo llamó sacándolo de su concentración

-Dime – respondió él de mala gana

-Te traje esto para que se lo apliques a tu hermano en las heridas que le has hecho – él la miró y vio lo que tenía en las manos

-¿Qué es eso? – preguntó con un poco de asco en la mirada

-Son unas hierbas que encontré en el jardín, ayudarán a tu hermano a sanar sus heridas más rápido, no le harán daño y al contrario de lo que todos piensan he estudiado las plantas y sus efectos medicinales – él la miró y se volteo

-No voy a ayudarlo, que sufra un poco – siguió tecleando algo en la computadora

-Entonces iré yo y se lo aplicaré, después de todo soy su cuñada y debo preocuparme por él – Kendra salió de allí y se fue directo a la habitación de Jacob

Ella entró a la habitación de su cuñado sin siquiera tocar la puerta y Jacob estaba en la habitación si camisa, por lo que se veían los golpes que había sufrido, el rostro de él al verla allí era de absoluto odio.

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