Capitulo 11

Al llegar a la estación de policías Britney y Angela dieron su declaración, pero el hombre al que Kendra había golpeado seguía insistiendo en que ella lo había atacado sin que él hubiera hecho nada, pero no contaba con que Angela llevaba un bolígrafo que grababa las voces que había alrededor.

Lo sacó y reprodujo la grabación que había hecho dejando a Kendra como inocente y al hombre como culpable, además de que tenia antecedentes penales.

-Kendra solo nos ayudó, algo que mas nadie hizo, solo cuando vieron que ella y su escolta estaban peleando con ellos se acercaron – acusó Britney

El teléfono de Kendra sonó y vio que era Ibrahim quien la llamaba, ella de inmediato contestó y lo primero que hizo fue preguntar si Annia había llegado a casa, además pudo ver las caras de Britney y Angela asombradas de escuchar que estaba hablando con él con tanta familiaridad.

-¿En qué estación de policía estas? – preguntó él de inmediato y ella le dijo en donde estaba

-Voy de inmediato, no te muevas de allí – le dijo y colgó la llamada

Ellas también habían escuchado los rumores de que Kendra no quería casarse con Ibrahim, por lo que al escucharla hablar con él con una voz tan dulce le extrañó y pensó que todo eso que había escuchado era una total mentira.

Un par de minutos pasaron y el teléfono de la comisaria sonó, el policía frente a ellas sonó asentía y las miraba.

-Señoritas pueden irse – fue lo único que les dijo después de colgar la llamada

Cuando salieron de la oficina estaban los choferes de las dos chicas esperándolas afuera y ellas se peleaban por quien llevaría a Kendra a casa, en medio de la discusión un auto se estacionó cerca de donde estaban paradas y cuando se abrió la puerta del mismo pudieron ver que era Ibrahim quien se bajaba.

-No se preocupen, ya han venido a buscarme – las otras dos chicas se quedaron con la boca abierta viendo lo guapo que era Ibrahim

Kendra se acercó a él y le dio un gran abrazo, de pronto la alejó y vio que tenia un corte en el brazo, por lo que la tomó allí y se puso serio.

-¿Qué te pasó aquí? ¿Por qué estas herida? – ella no se había dado cuenta de que tenía ese corte

Las otras dos chicas se miraron y al ver la actitud de él con Kendra quisieron tener a alguien que se preocupara de esa manera con ellas, además le habían agarrado un poco de estima a Kendra por haberlas ayudado en ese momento en que tanto lo habían necesitado y ahora ellas hablarían a favor de su salvadora para acallar a todas esas personas que hablaban mal de ella.

El la tomó de la mano y la llevó hasta el auto para llevarla a casa, pero antes intercambiaron contactos, durante el camino él la tenia tomada de la mano y solo veía el su brazo, no entendía porque ella se había arriesgado tanto por esas chicas.

Al llegar a la casa lo primero que hizo Ibrahim fue buscar la caja de primeros auxilios para desinfectar la herida, le puso un poco de alcohol y la trataba con una delicadeza como si se fuera a romper en cualquier momento.

De pronto vieron algo que se movió y era Annia que se había quedado dormida en la sala esperándolos.

-¡Ya llegaron! ¿estas bien? – la chica estaba emocionada de verlos llegar

-Si, todo está bien, anda a descansar que mañana tienes clases – la chica asintió y se fue a dormir, después de darles las buenas noches

-¿Aun tienes que trabajar? – preguntó Kendra al ver que la dejaba allí y se iba

-Tengo algunos pendientes que no he terminado por haber tenido que ir a buscarte – su tono sonaba un poco molesto

-Esta bien, yo me voy a acostar primero – el asintió y se fue a su despacho

Después de media hora Ibrahim ya había terminado lo que tenia pendiente, subió a su habitación y se extrañó de ver las luces encendidas, fue al baño y cuando iba entrando se asustó al ver que Kendra iba saliendo de allí, llevaba el cabello mojado y una camisa de él puesta.

El no esperaba que ella se metiera en su habitación y mucho menos que se pusiera algo de él, se veía hermosa y tremendamente sexi a pesar de que la camisa le quedaba enorme, podía ver su piel tan blanca y las pecas que cubrían la mayor parte de su cuerpo, ella se sonrojó al notar como él la miraba.

Él pudo ver su clavícula y por lo grande de la camisa unido a su gran tamaño pudo ver un poco más de ella, hizo un gran esfuerzo para luchar contra sus instintos y no tomarla allí mismo, por lo que se puso serio.

-Esta no es tu habitación – fue lo único que pudo decirle

-Se supone que nos casaremos pronto, se supone que este tiempo juntos es para conocernos – le dijo ella con una gran sonrisa en el rostro

El tomó su mano y la sacó de la habitación llevándola hasta la habitación de al lado.

-Esta es tu habitación y aquí dormirás – volvió a bajar la mirada y le abrochó uno de los botones superiores de la camisa

-Ibra no me dejes sola, siempre tengo pesadillas sueño que morimos y no quiero dormir sola, acompáñame por favor – él no creía lo que escuchaba, pensaba que ella lo esta seduciendo quien sabe con qué intención y él no la tocaría hasta que se hubieran casado

Él le tomó la barbilla haciendo que lo viera de frente y ella pensó que la iba a besar, así que cerró los ojos, pero el beso nunca llegó.

-No puedo creer que tu familia te haya enseñado que debes dormir con un hombre a la primera noche de pisar su casa – ella se sintió ofendida y se mordió el labio

-Mi familia dice que eres un hombre terrible y que si no me casaba contigo ibas a destruir a la familia Smith, además ellos quieren que pierdas dinero para que no puedas hacer nada en contra de ellos, me enviaron a buscar tus secretos, quieren que sea una espía y están de acuerdo con tu primo Alexei – al escuchar todo eso Ibrahim la tomó por el cuello

Ella conocía el temperamento del hombre frente a ella y quería que creyera en ella, además quería que supiera que había gente a su alrededor que quería hacerle daño y que ella quería ayudarlo, al parecer todo le estaba saliendo al revés.

Sentía dolor en su cuello y dificultad para respirar, pero a la vez sabia que él no le haría daño, tal vez estaba intentando asustarla y solo seria eso, él extrañado vio a la mujer quedarse tranquila, no gritó no pidió ayuda, se quedó allí esperando a que él la soltara.

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