Capitulo Dieciocho: Relaciones

Las semanas pasaron, Ana seguía realmente molesta mientras yo solo lo asimile con ayuda de Lidian quien ha estado presente apoyándome para controlar la magia de lázaro.

- Entonces el pescado?-

- Lo mojas en la salsa y listo.-

- No puedo creerlo, sabe muy bien tengo que intentarlo estás más que invitada.-

- Llevaré una poción digestiva.-

- Me invitas a cenar y ya ganas confianza eso me agrada.-

- Ana espera...-

- Es la Jefa Kirk.-

- Y mi madre, que estará pasando?-

- Zarina no había ido con ellas?-

- Si, disculpa debo ir a ver que sucede.-

- No pasa nada, nos vemos luego?-

- Está bien.-

Sansa se apresura para alcanzar a su madre, pero sin éxito las pierde.

- Ana no puedes seguir así, hablemos.-

- Todavía no puedo hablar contigo y sinceramente no sé si quisiera después de lo que hizo Zarina tú solo lo juraste.-

- Que querías que hiciera, era la solución más racional y el deseo de un hombre.-

- Decir no? ¡Ella acabó con la vida de un hombre Marión por merlín! Como puede ser eso racional.-

- Tú no eres madre Ana, ni la portadora de la magia del caos ni yo pero tampoco sabemos por lo que paso Zarina en esos años allá sola. Recupere a mi hija y esto no es nada comparado a lo que podría hacer como madre.-

- Tú crees que no lo sé! Ambas han sido como hijas para mí pero esto...-

- Lose y como tal entiende de razones Ana... no quiero estar mal contigo por favor.-

- Bueno ya, yo tampoco pero sigo sin estar de acuerdo.-

- No eres la única Bastian también discutí con él por lo mismo.-

- Quieres que hable con él?-

- No, no ya paso solo sigue algo molesto, pero como padre lo vio de diferente ángulo.-

- Y con Zarina? Hablaste?-

- Bueno ahora tiene que lidiar con más magia de la que está acostumbrada, puede que no sea nada aun así la concejal estuvo con ella la última vez que fui a verla.-

- Mucha curiosidad no? Nunca estuvieron tan cerca los miembros del consejo.-

- Lidian Centurión si, cada cuanto supervisaba el control de la magia del caos de Zarina hace algunos años supongo que ahora es por lo mismo nadie quiere alteraciones.-

- Seguramente.-

- Podrías ir a verla? La conoces si necesita ayuda no lo dirá a la primera.-

- Tengo tiempo ahora, podría ir... te informaré.-

- Gracias.-

Hablando de Zarina quien estaba junto a su hermana en un salón de clases.

- Entonces no pudiste escuchar de que hablaban?-

- No, trate de alcanzarlas, pero iban con prisa y las perdí.-

- Supongo que eventualmente nos enteraremos.-

- Oye, quería preguntarte algo tienes tiempo?-

- Para ti siempre, dime.-

- Es sobre Demian Cradwell.-

- Que ocurre conéll?-

- Paso algo entre ustedes?-

- No, parece un muchacho agradable, pero te dijo algo? Dímelo y hago que se arrepienta.-

- No, no... es todo lo contrario quería saber si tuvieron o tienen algo por que... hemos pasado tiempo juntos y...-

- Hay por merlín, te gusta.-

Su cara realmente lo demostraba, era emocionante podría estar para mi hermana cuando ella se enamorara de alguien en todo sentido.

- Quieres gritarlo a media academia!?-

- Lo siento, Sansa mírame si te gusta debes ir por él, seguro le encantará seguramente tú también le gustas.-

- Tú crees?-

- Eres una persona que no da por sentado algo a menos que tenga algún indicio entonces solo une las piezas hermana de igual forma diría que lo dejes fluir ver como se da todo.-

- Es mejor así, dejarlo fluir quizás solo son ideas mías.-

- Quieres que hable con él?-

- No, no... quisiera hacer esto por mi misma.-

- Estoy muy orgullosa de ti hermana, en lo que pueda ayudarte sabes que no debes ni preguntar.-

- Gracias.-

- Ahora si debo irme, tengo planes, pero hablamos no?-

- Por supuesto, espera tú cómo estás?-

- Mejor, trato de enfocarme en lo importante.-

- Me da gusto, sabes que también estoy para ti Zina.-

Zina... cuando éramos niñas a Sansa le costaba decir mi nombre entonces me decía así ahora que somos adultas no puedo evitar sentirme nostálgica y abrazarla.

- Zarina?-

Al no recibir respuesta se da cuenta de que no se encontraba o por lo menos eso pensaba hasta que escucho una voz proveniente de la habitación.

- No veía la hora de llegar cariño, tengo que...-

- Concejal Centurión.-

- Ana.-

El ambiente se llenó de un silencio incómodo y pesado, pero ahí aparecería Zarina para romper el momento.

- Amor? Disculpa la demora estaba en la academia y hablé con San...-

Puede que haya generado más confusión con su entrada, veremos que sucede.

- Ana? Que haces aquí?-

No dice una palabra solo la mira.

- Creo que deberían hablar.-

- Pensaba exactamente lo mismo, salimos un momento Zarina.-

- Sígueme por favor.-

Salimos al exterior de la vivienda.

- Es ella verdad? Quien estaba en la ducha aquella vez?-

- Si, nosotras estamos juntas desde hace un tiempo ya.-

- Zarina entiendes que ella podría ser tu abuela no?-

- Quieres hablar de mis gustos? Enserió Ana.-

- Sabes a qué me refiero, no puedes.-

- Que no puedo? Eres la menos indicada para decirme lo qué puedo o no hacer.-

- Tienes razón, pero lo que no puedes negar es que ella te utiliza, parece radiante y llena de vida dudo sea por su magia.-

- No te lo negaré, en un principio ambas nos estamos utilizando porque no aprovechar el método.-

- En que se supone que la utilizas?-

- Me ayuda a olvidarme de ti o por lo menos a sacarte de mi cabeza.-

- Crees que lo logrará? si me dices que si me iré.-

- Es muy pronto para decirte que si, pero lo estamos intentando verás ella no teme dar explicaciones, no teme a tener una relación, comprometerse en algo con alguien sabes?-

- Está bien ya entendí ahórrate el discurso. Yo quise enmendar lo nuestro pequeña, pero veo que ya está más que hablado y tienes un plan.-

- Nuevamente, lo intento Ana, puede que no te pueda quitar de aquí, pero si Lidian logra que deje de pensar en ti mi voluntad y el control de la magia del caos serán estables así como también mi vida.-

- En eso quedamos, yo te deseo que lo logres enserió.-

Sabía cuando estaba mintiendo, cuando trataba de convencerme y solo lo seguí el juego.

- Lo mismo te digo Ana nadie lo merece más que tú.-

Era una despedida a esa parte de nuestra relación, era algo que debía hacerse hace tiempo pero siempre una de las dos no tenía el valor.

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