el atardecer casi cubría el suelo, la silueta de Ana bajo mis sábanas era lo más bello que podía volver a ver después de estar juntas ella quedó dormida mientras que yo estaba en la academia tenía que hablar un poco más con mi madre sobre las clases particulares con la señorita Wood.
- Lo tendré listo para mañana.-
- Perfecto, si lo deseas estaré presente para sellar el cuarto de duelo.-
- Te lo agradezco mamá, no está de más tener un cuarto a prueba de magia.-
- Es una buena idea, en cuanto a lo que me pediste quizás debas enseñarle hechizos de mediano nivel y ver cómo evoluciona.-
- Según ella quiere ser una duelista y está muy interesada en los torneos.-
- Ya veo, te pido que por ahora no le enseñes hechizos mortales no queremos una desgracia.-
- No te preocupes haré lo posible para evitarlo, pudieron encontrar más para evitar el rechazo hacia Sansa?-
- Lamentablemente,, no hija no hay registros que puedan ayudarnos.-
- Que haremos mamá, no puedo estar evitando el contacto con Sansa toda la vida.-
- Por ahora sigue usando la ropa y los guantes, no vamos a rendirnos. Debes saber que estoy llevando un registro de esto para la prosperidad de por sí es la primera vez que la magia del caos yace en dos portadores a la vez.-
- Estuve pensando en eso, no veo otra manera de afrontar esto que doblegando a la magia. Debes ayudarme mamá.-
- Que tienes en mente?-
Mi madre no aceptaría a la primera simplemente por qué es peligroso y sumamente doloroso para mí pero había que intentarlo.
- Ahora que lo mencionas, todavía hay una última opción,, pero lleva tiempo.-
- Mamá sabes que eso poco importa.-
- Está bien, hubo un portador que era curioso con la magia del caos quería saber cuánto poder podía darle, que tanto podía hacer crear y acceder hasta que el sello lo negó, ya no era digno.-
- Está muerto entonces?-
- No del todo, según los registros sigue en su palacio encantado.-
- Palacio?-
- Pertenecía a la realeza de ahí ves la necesidad del poder, el creo ese palacio con la magia del caos al dejar de ser el portador se lo ingenio para seguir con vida, pero se convirtió en su prisión si alguien puede darnos una solución creo que es el.-
- Hay que intentarlo entonces.-
- Primero debo pedir autorización para visitarlo, es un mago peligroso hija y está bajo la custodia del consejo.-
- Vas a tener que informarles de todo no?-
- Ya lo saben, siempre han sabido de ti y de sansa.-
- No puedo sorprenderme aunque nos ahorra tiempo cuando hables con ellos quisiera estar presente.-
- Tendrás que estar ahí, ambas podremos conseguir que nos oigan y autorizar la visita.-
No era la primera vez que estaba frente al consejo, su magia era convencional y eran sumamente poderosos.
- Madre? Zarina?-
- Hija que necesitas?-
- Está todo bien?-
- Por supuesto, Tu hermana dará clases particulares pronto y vino en búsqueda de consejo.-
- Así es, pero ya me voy, te agradezco por los consejos mamá.-
- Ven cuando quieras hija me agrada el tomar el té contigo.-
- Hermana, cierto viste a la tía ana?-
- No se echó su auxiliar la estaba buscando también.-
- Quizás todavía esté en la vivienda, me ayudó a cultivar nuevas hierbas ya sabes mis tontas manos.-
- Claro.-
- Bueno ya me voy, las quiero.-
Se suponía que Sansa todavía estaría en clases, como no la note llegar.
- Zarina.-
- Demian, es bueno verte.-
- Lo mismo digo, necesitas que cure tu herida?-
- Puede que sí, tienes tiempo?-
- Para ti siempre.-
- Auch, me siento consentida.-
- Tengo la esperanza de que así, vengas y me digas que cenemos.-
- Sabes que me encantaría, pero por ahora no tengo tiempo.-
- Lose, por eso sé que ni bien tengas tiempo, me lo dirás.-
- Puedes apostarlo.-
- Mira esto, tu mano sano completamente.-
Cuando estuve con Ana sentí como mi mano sanaba, no era la primera vez que pasaba aunque tampoco quien lo causaba si ella o yo.
- Que bien, las vendas son muy molestas.-
- Sabes que pienso?-
Se acerca a mí.
- Que piensas?-
- Que sabías que tu mano estaba bien, pero querías verme, querías que tomara tu mano.-
- Mmj!
Maldición.
- Jefa Kirk.-
- Mira, como nueva.-
- Me alegra saberlo, a mi privado ven.-
- Se acabó la fiesta, espero verte luego.-
- Igualmente y suerte.-
Le guiño y voy al privado de Ana, ella estaba apoyada sobre su mesa esperándome, sella el privado y solo me mira.
- Como es esto? Hacemos el amor luego vienes aquí y coqueteas con mi auxiliar?-
- Nada me hubiese gustado más que estar contigo en la cama en este momento, pero tengo cosas que hacer además cuando duermes así eres tan hermosa Tía ana sería un pecado despertarte.-
- No sabes cuánto me molesta que me llames así.-
- Cuanto lo siento.-
¿No dice nada, que quiere hacer? ¿Quiere que me quede? ¿Qué me vaya?
- Por qué te enojas? Tú y yo no estamos juntas, solo vas a ver mis heridas o vengo para que me cures.-
- Me lo merezco.-
- Tú me amas y yo a ti, ambas queremos estar juntas, pero también soy la portadora del sello y llevo en mí la magia del caos no puedo permitirme alguna alteración de la magnitud que tú generarías, evito el caos y la destrucción lo entiendes verdad? No es por ti ni por mí es por todos ellos no sería digna de la magia si no pensará así.-
- Ven aquí.-
Me abraza, sabe que tengo razón aun así duele.
- Que debería hacer?-
- Que quieres hacer? ¿Quieres seguir jugando al gato y al ratón? Hoy me di cuenta de que tu amor es sincero, Ana también estuve pensando tanto mientras dormías sobre intentarlo sobre las posibilidades y todo termina en desastre, no tendría que haber vuelto.-
- No, no pequeña tú nunca debiste haberte ido y nosotras nunca debimos estar juntas.-
- Pero aquí estamos.-
Estuve en su privado un buen rato, hablando, pensando en todo esto junto a ella. Al salir podía sentir en calor en mi cara, mis ojos hinchados y enrojecidos caminé lo más rápido que pude hasta el patio y me fui directo a la residencia.
- Jefa Kirk?-
Cerro la puerta en su cara volviendo a sellar el privado.
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