capitulo 16- celos

...Lilith:...

Abrí los ojos y lo primero que vi, es la cara de ángel.

— Que bueno has despertado — Me mira para tocar mi frente — Hemos llegado. — Miro todos lados y en eso me doy cuánta que el avión ha aterrizado.

— Ya llegamos, despierta bella durmiente — Interrumpe André bajando las maletas.

Ángel se levanta y luego me extiende la mano, algo muy extraño de él, ¿Desde cuándo es tan amable? Además, el muy Imbécil casi me mata hace unas horas, y no qué carajos me ocurrió para hacer tal cosa, jamás me había atrevido hacerle ese favor a un hombre y tampoco planeaba hacerlo, pero como siempre Ángel.

Tomo su mano y él me ayuda bajar del avión, al bajar del avión veo las limusinas y camionetas mientras qué hay una fila de guardaespaldas.

— Bienvenida Señorita — Todo hacen una pequeña reverencia.

— No pensé que tenía tanto perros falderos — Susurra en mi oído, con una sonrisa respondí.

— Tú también eres uno de ellos — Tensa la mandíbula y Suelta mi mano, ahí está el Ángel que conozco.

— Lilith. — Mire dónde venía mi nombre y no era nadie más que Alessandro.

— Alessandro — Me abraza sin dudarlo, correspondí el abrazo.

— Te extrañé.

— Yo también — Con una sonrisa me alejé de él. — ¿Cómo has estado?

— Las cosas no han Sido igual desde que fuiste a Rusia. — En ese momento se fija en Ángel. — ¿Quién es ese?

— Es un amigo — Digo sin nada más, pero veo como Ángel Frunce los ceños.

— ¿Amigo? — Pregunta mirándome — Hace unas horas decías que era tu esposo. — Lo fulminé con la mirada.

— ¿Esposo? —exclamó Alessandro. — ¿Cómo qué esposo?

— Es una larga historia, ahora estoy cansada — invento una escusa, mientras qué Ángel sonríe.

***

Durante todo el camino Alessandro no se despegó de mí ni por un momento, mientras qué Ángel ni siquiera me dirigía la palabra, por alguna razón estabas más serio de lo normal.

— ¿Qué pasa? — Pregunto finalmente mirando, sin embargo, él ni siquiera se dignó a mirarme. — Ángel — Lo llamo para que me preste atención.

— Parece que vas a tener que educarlo muy bien Lilith — habla Alessandro aferrándose a mi cintura.

— Cuando piensas soltarme.

— Hace tiempo que no te veo sabes cómo te extrañe — roza su rostro en mi cuello.

— tanto me extrañaste.

— Te extraña muchísimo. — Me rio por sus palabras para Mirar Ángel, quien parecía estar en otro mundo, bueno, problema suyo.

Llegamos en la mansión después de casi media hora en auto, Alessandro se baja, dando órdenes para que pongan los equipajes adentro. Estoy a punto de bajar cuando alguien toma mi muñeca deteniéndome.

— ¿Quién es él? — Pregunta y yo fruncí los ceños confundida.

— ¿Por qué, te interesa? — Ángel aprieta mi brazo.

— Suéltame — Digo seriamente, porque no entiendo esa actitud que tiene si antes de bajar el avión estaba todo bien, debe ser su síndrome de bipolaridad — Primero cálmate si quieres hablar — finalmente me zafó de su agarre para bajarme del avión.

¿Por qué le habrá interesado tanto saber quién es Alessandro? Tanto Alessandro Como André son mis hombres a los cuales les tengo más confianza, sin contar que la diferencia entre Alessandro es que crecí con, es mi hermano adoptivo que mis padres habían adoptado, desde que era pequeña es como un hermano mayor para mí, pero a veces se comporta como un niño que parezco la mayor.

Entro en la mansión, no sin ordenar que dejen Ángel en su habitación, porque en este momento ya tengo cosas que hacer.

— Quién es el maldito boca suelto y quién lo envío — Pregunto con seriedad y Alessandro se sienta enfrente mío dejando una botella de vino y dos copas — Fue enviado por la mafia Walker. — vierte el vino en mi copa y luego en el suyo.

— Pensé que esa mafia no volvería a meterse en nuestros caminos Cuando habíamos matado el heredero mayor.

— Al parecer están en busca de venganza.

Sus palabras tienen sentido, matar el hijo mayor de los Walker, fue una amenaza para hacerlos saber que si se metieran en nuestros caminos terminarían como su hijo mayor; sin embargo, parece que ahora están en busca de venganza.

— Tus palabras tienen sentido ¿Por cierto dónde estaba la rata?

— En el lugar de siempre — Alessandro me mira, sin Embargo, no dice nada, sé que quieres decirme algo, pero no sabe cómo hacerlo.

— Ve al grano.

— Como que ese hombre es tu esposo, escuché de André, que es un policía en la oficina federal de Rusia, Lilith.

— ¿Y?

— ¿Sabes en qué te estás metiendo? — Sé que en ese momento está preocupado por lo que puede pasar.

— Lo sé perfectamente.

— ¿Acaso te enamoraste? — Pregunta y yo casi escupo el vino que estoy bebiendo.

— ¡Estás loco! — Grito y él Sobresalta. — Por supuesto que no! — Suspiro tratando de calmarme —él no es más un pasatiempo, ¡no tengo tiempo para esas estupideces! Lo sabes bien — Asiente mirándome con duda, al parecer me creyó mis palabras para nada.

Ya eran las 2 de la madrugada, antes de irme a dormir, pase por la habitación de Ángel, tal vez ya esté calmado; sin embargo, al abrir la puerta él no estaba en la habitación, así que entre buscándolo hasta que escucho un ruido en el baño.

«Se está bañando» Suspiro para sentarme en su cama, y sin dudarlo dejo mi cuerpo caer en ella.

— ¿Qué haces aquí? — Me levanto bruscamente al escuchar su voz.

— Ángel. — No me deja hablar y se sube encima de mí. — ¿Qué haces?

— Por fin recordaste que estaba aquí. — Me mira fijamente y parece que está peor que antes.

— Ahora que se supone que te pasa. — Pregunte confundida, pero él no responde hasta que sentí su rostro rozar en mi cuello.

«Espera un momento» Lo alejo de mí.

— Ángel, acaso tú, en el auto ¿Estabas celoso? 

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