capitulo 14- viaje

...Lilith:...

Dos días han pasado desde que no veo Ángel, últimamente he estado muy ocupada y más con los asuntos de Italia y por lo visto, tenía que ir para arreglar cuántas pendientes con algunas ratas, así que esa mañana le hice una llamada y como se esperaba no es fácil tratar con Ángel y creo que esto es lo que más me gusta de él.

— ¿Irás esta noche? — Pregunta André cuándo dejo el celular en mi bolsillo. Asentí. — No pensarás llevar esa policía contigo, verdad — Pregunta fulminándome como si ya supiera de mis planes.

— De hecho, sí, irá conmigo, lo acabo de avisar. — Digo sin nada más.

Aunque sabía que André no le gustaría mi repuesta. Él piensa que Ángel es un peligro por ser un agente en agencia federal, pero Ángel más que nadie sabe que si caigo él también caerá, no creo que sería tan estúpido para hacer algo así.

Además, si eso llegará pasar, estamos prácticamente casados, él no podría salir con las manos vacías.

— Lilith yo que fuera tú no confío Demasiado en él, es un policía nuestros enemigos, no te dejes llevar por los sentimientos.

— No le dejo llevar por sentimientos André — Miré el hombre amarrado en la silla con varias heridas en el cuerpo en el borde de la muerte — No he olvidado lo que soy, y yo Lilith Morozova nunca me dejó llevar por sentimientos. — Dejo la daga aun lado mientras qué André me entrega toalla para limpiar mi mano que está manchado de sangre — deshazte de él, en treinta minutos dejará de respirar.

Sin más salgo de esa habitación que apesta a sangre algo de lo que estoy acostumbrada para que me moleste.

Esta noche iría a Italia, para deshacerme de esos perros falderos que se han infiltrado recientemente en mi negocio y esto es algo que no permito, si se atrevieron a meterse en mis asuntos, que tengan los pantalones bien puestos por lo que les espera.

La noche llegó en un abrir y cerrar de ojos.

— ¿Estás segura de eso? — Pregunta André, preocupado. Sin duda todavía estaba en contra que Ángel fuera conmigo.

— No te preocupes, sabes que yo nunca hago algo antes sin estar segura. — Dicho eso subo el auto, veo como André suspira y luego entra en el auto en asiento de piloto para luego ponerse en marcha.

Si no tuviera Ángel en la palma de mi mano, por supuesto no haría algo tan estúpida como esto.

En un abrir y cerrar de ojos, el auto estaciona enfrente del departamento de Ángel y prácticamente estuve esperando más de media hora hasta que llegó.

— Vaya, esto es algún tipo de venganza.

— Piensa lo que quieras — Sube el auto de mala gana.

«Está enojado» Miro, su rostro sin duda era el hombre más apuesto que he visto hasta ahora, incluso estando enojado «Cálmate Lilith» Me abofeteo mentalmente.

— ¿Qué pasa tuviste un mal día? — Pregunte sonriente y puedo sentir como André nos observa a través del espejo retrovisor. — André deja de estar de chismoso al aeropuerto. — Ordenó y él sigue mis órdenes.

— Sabes las estúpidas escusas que tuve que dar — Ángel voltea a verme finalmente — No entiendo por qué tengo que ir contigo, ¿Qué quieres esta vez?

— Ya lo dije, quiero todo de ti, además porque crees tú qué te lleve conmigo.

— Crees que soy adivino — Dice enojado desviando la mirada, parece que tuvo que hacer mucho trabajo para convencer a su jefe para esos días libres.

— Porque podrías serme útil, en esos días no te he molestado, así que ahora te aguantas. — Me mira enojado, sin embargo, no dice nada hasta que finalmente llegamos al aeropuerto.

Y tomamos el vuelo hacia Italia, había reservado todo el avión para nosotros solos, somos los únicos que estaban, además de André, quien ya estaba roncado en el puesto de atrás, típico. Se duerme en cualquier lugar que esté cómodo.

— ¿Alguna vez los vas hecho en un avión? — Pregunto y Ángel me mira de golpe como si estuviera loca.

— ¿Estás loca? — Pregunta exaltado — No me digas que ahor-

— Exacto — Lo interrumpo para sacar el cinturón de seguridad y subirme arriba de su regazo — No, nos hemos visto en dos días, ahora te toca complacerme Ángel — Susurro con un tono Sexy frotando mis senos en sus pectorales. Y pude sentir como su cuerpo se estremeció por el simple roce.

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