capitulo 4- solo una noche

...Lilith:...

Sonríe ante sus intentos de seducción, sé que Ángel no es así, no es el tipo de hombre que coquetea con cualquier mujer, así que es obvio que estaba tratando de asustarme.

Y quiero que le quede algo seguro, a mi nada y nadie me asusta sino al contrario.

— De verdad eres una loca — Gruñe apretando mis manos empujándome más a la pared, solo jadeo mientras lo miro sobre el hombro.

— Quién lo diría, el sexy policía tan pero tan salvaje. — Mi su rostro furioso.

Si el muy Imbécil pensaba podría asustarme y menos podría caer se equivoca.

— Cállate — Puedo ver que con cada una de mis palabras se enoja más y es algo que me encanta el se lo ha buscado así que se aguanta.

— Si me desearas tanto, me lo hubieras dicho desde la primera Vez, ¿Acaso no te enseñaron ser sincero? — Su rostro de ira me hizo gracia y suelto una carcajada que al parecer le molesta más.

Me suelta, las manos bruscamente, mientras que yo aprovecho para darme vuelta así quedando enfrente de él.

— T-tú de verdad — restriega su mano por su cabello Frustrado — Como puede existir una mujer tan...

— Hermosa — Lo interrumpo con una sonrisa, sé que estaba perdiendo la paciencia.

— Ya quisieras tu bien sabes a lo que vine, si quiero puedo arrestarte ahora — me amanaza con una sonrisa.

— Hazlo — Extiendo mis dos manos hacia él — Aquí me tienes puede arrestarme — Por su mirada sé que estaba sorprendido, por querer entregarme tan fácil.

— ¿Así de fácil? — Pregunta alzando la cejas como si estuviera sospechando de mí.

Río a carcajadas al escuchar sus palabras posando mis manos en mi cadera.

— Pero sé que no lo vas a hacer. — Lo miro fijamente y él hace lo mismo.

— ¿Por qué tan seguro de que no lo haré? — Cuestiona y se muy porque el ja venido hasta aquí, si fuera para arrestarme ya lo hubiera hecho desde que le di la oportunidad.

— Porque sé a qué viniste exactamente, viniste a buscar información sobre la persona que mato a tu esposa e hija ¿No? — Sabía que el había venido por eso, había dejado demasiado duda en su mente y tal cómo había adivinado. No le gusta quedarse con duda.

Abre los ojos sorprendidos, bingo había dado directamente al clavo.

— ¿Realmente no fuiste tú? — Niego con la cabeza. Jamás nunca me había ocurrido hacerle daño a su familia y nunca hice aquello, además en ese tiempo yo estaba en Italia.

— Podría ser de todo ángel, menos mentirosa, si yo de verdad hubiera matado a tu familia te lo restregaría en la cara, no le tengo miedo a nada — veo como me escaneo por completo, como si estuviera tratando de ver a través de mí. — No estoy mintiendo — remarcó— además piénsalo bien por un momento Ángel ¿Porque mataría a tu familia? — Lo miro fijamente — Como ves no tengo motivos.

— ¿Entonces tú sabes quién fue? — Pregunta y aunque realmente se quién fue ya que lo investigue al saber lo que había pasado.

Pero yo nunca me doy algo grátis si Ángel quiere esa información tendrá que darme algo a cambio.

— Ya te lo dije — Me cruzo de brazos sería — Lo sé, pero jamás en mi vida doy nada gratis — Lo miré de arriba abajo clavando mi mirada en su amiguito, algo que noto.

— Ni lo pienses — Retrocede. Y yo rodeó los ojos.

— Entonces no va a ver información que quieres — Mirándolo por última vez me doy vuelta dispuesta a irme si él no quiere cooperar porque tendría que regarle después de todo es él quién sale perdiendo no Yo.

— Sabes que tengo la mejor opción de llevarte a la cárcel y hacerte hablar¿no?

Me detengo sin darme vuelta al escuchar sus palabras.

— Hagas lo que hagas nada, saldrá de mi boca hasta conseguir lo que quiera — Me doy vuelta — Incluiso estando en la cárcel, no obtendrás una palabra en mi boca. — Me doy vuelta nuevamente caminando hacia la salida del baño.

— ¡Joder! — Gruñe molesto y escuchó como golpea la pared — Porque mierda quieres acostarte conmigo exactamente, hay millones de hombres en el mundo.

— Puede que haya millones — Sonriendo de lado. Me doy vuelta mirándolo — Pero te quiero a ti y eso nada lo cambia.

— ¿Por qué? — Me mira fijamente, lo sostengo la mirada.

— digamos que me encanta tu cuerpo sin contar lo demás. Bueno, como quieras ahora tengo asunto más importante que hacer.

Todavía no he olvidado por lo que vine y es a conseguir información a través de Mikhail y Ángel está retraczando mis planes.

Sé que tarde o temprano Ángel aceptaría mi trato, lo conozco bien y sé cuanto quieres saber quién fue el culpable de la muerte de su difunta esposa e hija, como decirlo, es como yo, que no descansa hasta saber lo que quiere, de alguna manera teníamos ciertas cosas en común.

Cuando quiero algo no me detendré hasta obtenerlo

y el es casi igual.

Ya había Sido demasiado por hoy, así que simplemente me retire caminando por los pasillos para regresar a la fiesta, cuando siendo que alguien toma mi mano para empujarme en la pared y antes de que pudiera mover mi cuerpo estampó sus labios contra los míos saboreando con brusquedad, tomando mi cintura apretándola entres sus dedos, Jadeo ante aquél acto.

— Solo una noche. — Susurra sobre mis labios, apenas al haberse alejado. Y asiento

— Solo una — Repito sus palabras asintiendo con la cabeza tomándolo de la nuca para estampar sus labios con los míos.

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