Capitulo 9- No seré tu esclavo

...Ángel:...

Aunque quiero rechazarla, mis manos hacen otra cosa, al aferrarla a mí. Se supone que debería estar enojado esa mujer, no solo me engaño si no me vio la cara de estúpido, pero ahí está encima de mí moviendo frenéticamente su cadera mientras que mis manos se aferran a su cintura ayudándola al ritmo.

Gime cuando ambos llegamos al clímax para caer encima de mí.

— Todavía te sigues resignado en aceptar mi trato — Sé a lo que se refiere, y sinceramente jamás pensé en aceptar lo menos que quería era estar involucrado con ella, pero ahora no estaba en mis manos, esa mujer me tenía en la palma de su mano.

Pero si de algo estoy seguro, es que yo no pienso ser su amante ni menos su esclavo o algún tipo de espía por el estilo.

— No pienso ser tu esclavo Morozova — Escuchó una risita por su parte para levantarse mirándome fijamente.

— ¿Quién dijo que serías mi esclavo?

— Sé que porque me quieres en tu banda — me doy vuelta dejándola abajo mío.

— Por qué crees tú— La muy descarada enrolla sus brazos alrededor de mi cuello con una sonrisa en los labios.

— No pienso ser tu espía.

— No te preocupes Muller, de esos estoy lleno, ya te dije por qué te quiero conmigo — Desliza su dedo índice por mi hombro hasta llegar a mi abdomen — Me gusta tu cuerpo — Siguió Deslizando su mano hasta llegar a mi miembro y sin dudarlo los envolvió en sus manos — Me gusta el mini angelito. Y — usando su otra mano acaricia mi rostro mirándome fijamente — Me gusta el rostro que posees.

— Estás queriendo decir que solo me quieres por mi cuerpo — Parpadeo incrédulo, si de algo estoy segura es que esa mujer tiene una fila de hombres.

— Exacto, tu cuerpo, ¿Qué más podría interesarme de ti? — Fruncí los ceños al escuchar sus palabras, no sé si sentirme ofendido o halagado.

— Pero si tienes a un Collins atrás tuyo acaso no es suficiente.

— Puede ser, pero debes saber algo Ángel — Toma mi nunca y se acerca hasta llegar en mi oído — Me gustó lo exclusivo. — sonríe guiñando un ojo, me levanto sentándome en la cama.

— que pasa si no acepto tu trato.

— Mm — Hizo como si estuviera pensando — entonces nunca podrás encontrarla el asesino de tu familia.

— Realmente eres una Manipuladora.

— Y todavía no me conoces — se levanta para ponerse de pie y comenzar a vestirse — Piénsalo bien Ángel, porque este trato te beneficiará más de lo que piensas — Terminando de vestirse se acerca dándome un beso en los labios tan rápido qué ni siquiera alcance a esquivar. — no vemos pronto— Dicho eso se acerca a la ventana, mirándome por última vez, salta, me levanto rápido para dirigirme hacia la ventana y esa mujer ya no estaba en ningún lado.

— Vaya.

Una semana ha pasado desde lo que pasó con esa mujer y hasta ahora no ha aparecido entre de mí, supongo que ya se rindió, mientras que, por otro lado, en oficina federal recientemente se presentó un caso, y milagrosamente esta vez no es obra de Morozova. Si no obra de otra persona.

En los últimos días, han encontrado tres cuerpos enterrados, claramente que fueron asesinados, sin duda era el mismo asesino, las víctimas no pasan a los 26 siendo hombre o mujer, quién podría ser tan atroz al hacer algo tan inhumano.

A veces pienso que los humanos son peores qué las bestias y lo confirme estando trabajar en la oficina federal. Después de investigar y siguiendo las pistas con el equipo, finalmente llegamos a un sospechoso... Quisieron interrogarlo; sin embargo, al llegar a su este ya se había escapado.

— Mierda, Busquen por todo lados, no debe estar lejos — Ordenó, Mientras que comienzo revisar toda la casa hasta llegar al baño al fijarme en la ventana está, estaba abierta. — ¡Carajo!

De inmediato nos pusimos en marcha, es más seguro que el Maldito debe estar muy cerca porque no creo que haya logrado escapar en tan poco tiempo.

Durante la búsqueda llegamos a un edificio abandonado de ocho pisos, cada uno nos separamos para buscar en el edificio hasta que escuchó un ruido a punto directamente de inmediato donde proviene. 

— Hola Mi sexy Policía — Fruncí los ceños al verla. 

— Tú — Sin embargo, ella se aparta dejando ver un hombre colgando con una soga en el cuello desde afuera. Me acerco de inmediato para revisar el hombre. 

— Tranquilo no está muerto. — Después de confirmar que era cierto, volteó a verla. 

— De verdad estás loca — Ella solo se encoge de hombros con una Sonrisa.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***