capitulo 6- solo una noche

...Lilith:...

Definitivamente, este era mi oportunidad, yo nunca hago nada gratis y su Ángel quería saber sobre la muerte de su familia, por supuesto tengo que obtener algo. Primero antes de dar una información, de un momento realmente pensé que no iba a aceptar, pero extrañamente lo hizo. Algo que me sorprendió, pero no había más que aprovechar aquella oportunidad.

Sus manos se aferraron a mi cintura sin dejar de mirarme, por un momento creí que tenía algo en la cara.

— Vas a seguir mirándome o continuarás — Reprochó mientras que él chasquea la lengua, para comenzar a repartir besos por todo mi cuerpo, cuello, pecho, sus labios se deslizaron por mi cuerpo entero hasta llegar entre mis piernas, lo miro con la respiración entre cortada, él sonríe sin duda le gustó como me tenía ahora.

Alzó una de mis piernas y lo puso en su hombro, dejándome completamente visible para él, nuevamente comienza a repartir besos, pero esta vez en mis muslos, mientras que su dedo índice jugaba con mi ombligo.

Jadeó sorprendida al sentir su lengua, no pensé que realmente lo haría, su lengua me hizo estremecer apretando las sábanas. Su lengua jugando de un lado a otro con mi zona ya húmeda y segundos después. Siento como mete dos dedos al mismo tiempo causando que suelte un gemido de placer.

Maldito Ángel lo hizo sin avisar, tomándome por sorpresa...

— Vaya, estás muy sensible aquí Morozova — Sonríe con burla moviendo sus dedos, para meter otro sin piedad alguna. El muy desgraciado se está burlando de mí, estos no deberían ser al revés.

Yo solo jadeo estremeciéndome mientras Aprieto las sábanas con fuerza, mierda, sería mentira si dijera que nunca me imaginé en una situación así con Ángel, cada Noche imaginaba esos tipos de cosas con él.

Veo como saca sus dedos con una gran sonrisa mostrando sus dedos. No me había dado cuando llegue al clímax por estar tanto tiempo pensativa.

— Müller — Jadeo apretando las sábanas con fuerza retorciendo bajo de él.

— Que pasa Morozova acaso ya estás ansiosa — El muy desgraciado se burla de mí descaradamente — Vamos dilo, — Acaricia mis labios con su dedo pulgar clavándome la mirada — Quiero escuchar esos labios pidiendo que le foll* — El muy Maldito de verdad pretendía que lo rogará, algo que nunca he hecho en mi vida con nadie.

— T-te equivocas, no pienso rogarte. — Intento empujarlo por los hombros para apartarlo.

— Claro que lo harás — tomo mis dos manos inmovilizándolas arriba de mi cabeza — Pero sabes cómo lo harás — Susurra en mi oído para luego morder mi lóbulo.

Mis ojos abren de golpe, mientras que suelto un fuerte grito, el muy desgraciado había entrado sin avisar.

— pedirás gritos que me detenga esta noche — Comenzó a dar embestid*s, poco a poco mi mente fue perdiendo la cordura y solo podía gemir, cada Vaivén de que hacía era como entra en el mismísimo infierno, tan firmes y fuertes, estoy segura de que Mañana no podré ponerme de pie, por esa foll*d*. — Veamos que tanto resistes Morozova — Enrolló mis piernas alrededor de su cintura. Suelta mis manos para mover a posarlas nuevamente en mi cintura. Mis manos se aferran en su espalda y mis uñas se clavan en ellas.

La cama comenzó a moverse frenéticamente por los fuertes Vaivén, y estoy segura de que si no hubiera el ruido de la música afuera sería escuchaba.

Y tal como había dicho, no se detuvo, aunque llegamos al clímax, sino que siguió como si no hubiera una Mañana, no sé cuentas veces, me vine, mi cuerpo temblaba de placer abajo suyo, pero sin importar que no se Detuvo, quería cumplir sus palabras, que le rogará que se detuviera, aunque estoy cansada y mi cuerpo casi no aguanta, soy demasiado orgullosa conmigo misma para pedir que se detiene además para que mentir, me gusta, así que él pierde el tiempo buscando escuchar palabras que nunca saldrían de mi boca.

Si cree que va a obtener mis supuestas palabras de clemencia, o sea lo que está esperando, se equivoca.

— Vaya, eres muy resistente Morozova —

— N-no te creas tanto Müller— Jadeo y Ambos, terminamos llegando al clímax, creí que no al conseguir sus palabras iba a detenerse, pero hizo lo contrario, si no me dio vueltas dejándome en cuatro para luego tomar mis manos desde atrás.

Sobresalto al seguir una fuerte nalgad* que terminó resonando por toda la habitación.

— Como te atrevas a golpearme!— Gruño molesta, Escuchó como deja salir una risita y sin importarle mis palabras volvió a darme una nalg*da, pero más fuerte esta vez.

— Créeme que Mañana tendrás que estar en silla de ruedas — Siseó para volver empujar dentro de mí. Agarrando mis brazos con firmeza, besando mi espalda, yo solo hundo mi cabeza en la almohada para evitar que mis jadeos salgan tan fuerte.

Ángel definitivamente es un completo animal, lo único que tiene de Ángel es su nombre.

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