capitulo 8- pelea

...Lilith:...

Fui la primera en despertarme después de aquella noche tan, pero tan perfecta con Ángel, fue lo mejor de lo que pensaba; Sin duda había logrado subir mis expectativas.

Sin embargo, no tuve tiempo para pensar cuando tocaron la puerta, siendo nadie más que André, avisándome que había problema y debía regresar, así lo hice, pero el problema no era nada más que Mikhail, el muy hijo de puta, estaba enojado porque desaparecí en su fiesta, como si tuviera que darle algún tipo de explicación

— No tengo por qué darte Explicaciones.

— Pero Lilith — Lo miro fijamente.

— Quién diablos te crees Mikhail, no tengo por qué darte explicaciones de mi vida, no olvides que lo de nosotros solo es negocio.

— Solo negocios? — Pregunta acercándose a mí, para tomar mi cintura — Segura — El muy cabrón besa mi cuello bajando sus manos con intensión de meter su mano bajo mi vestido.

Antes de que pudiera llegar a tocarme lo alejó.

— No olvides quién manda aquí Mikhail, y esa soy yo, no tienes derecho de tocarme sin mi consentimiento solo cuando yo quiera. — El idiota ya cree que porque hemos tenido unas noches juntos puede venir y tomar iniciativa y está muy equivocado — Y si digo que no, es no, lárgate! — Señalo la salida molesta.

— Lilith — Intenta acercarse, pero no pienso echarme por atrás

— Vete! —Lo apunto con el arma en su cabeza y veo como sus ojos se abren sorprendido — Estoy, pero muy enojada Mikhail así que vete antes de que te revienta el cráneo con una maldita bala.

— Bien me iré, pero vendré a visitarte más tarde.

— Tú vendrás cuando yo quiera y te llame, no cuando se te pegue la puta gana, ¡oíste!

Con un suspiro asiente para retirarse de la habitación azotando la puerta, sé que debe estará furioso, pero ese idiota debe aprender que la tiene el control, soy yo.

Si piensa que me voy a dejar dominar está muy equivocado, no pienso caer tan bajo ni por él ni por ningún hombre del mundo.

— Salió como el alma, que lleva el diablo, ¿Qué pasó? — Pregunta André, solo rodeó los ojos.

— Él muy idiota, cree que puede venir a pedir explicaciones y hacer lo que quiera que no le olvide cuál es su lugar.

— No crees que sería más fácil matarlo, así quitas un Collins del camino — Recomienda mientras afila los dos cuchillos.

— No, él será el último Collins en desaparecer, ese idiota lo necesitaré. Su idiotez ayudará un poco. — Sonrió de lado.

Cuando menos se lo espera esa familia caerá y Mikhail me ayudará en esto y después me deshago de él, su familia h él pronto será un estorbo menos en mi camino.

— Bien y que paso con ese como se llamaba — Piensa por un momento — Sí- si ese tal Ángel, si bien investigue, es un agente en la oficina federal.

— Sí, eso lo sé — digo como si nada. André se cruza de brazos mirándome fijamente

— ¿De verdad estás loca? ¿Sabes que puede hacer ese policía?

— No te preocupes, ya lo tengo en la palma de mi mano.

— Que está pensado ese cerebrito tuyo.

— Nada nuevo no te preocupes — André frunce los ceños, sabe que cuando digo esa palabra debe ser algo muy malo y realmente no estaba equivocado. No está en mis planes dejar a Ángel ir así como así... Se metió en la boca del lobo al haber pasado la noche conmigo.

Esa tarde después de entrenar, decidí hacerle una visita al sexy policía, estoy segura de que debe estar furioso al ser engañado con su personalidad tan gruñón y vaya no estaba equivocada.

Estaba Furioso por ser engañado, creyó que la mejor opción era llevarle en la cárcel, pero se equivoca si caigo, él también cae

— Dime, todavía quieres llevarme a la cárcel Angelito — Me burló de él, veo como Aprieta los puños con fuerza sin saber qué decir, sé que debe Estar maldiciéndome y arrepintiéndose por sus adentros, pero me tiene sin cuidado.

— Borra esa foto.

— No hasta que aceptas mi trato.

— No lo haré, joder que más quieres, ya conseguiste todo lo que querías. ¿¡Qué mierda quieres!? — Explota Furioso.

— Ya te lo dije Ángel — Me acercó con pasos lentos para guardar el celular — Quiero absolutamente todo de ti.

— ¡Estás loca! — Me mira furioso mientras retrocede.

— No eres el primero en decírmelo.

— Escúchame bien Morozova — Se acerca como todo una bestia tomando mi brazo — Yo jamás seré tu amante, bajo ningún plan sucio que tengas en ese celebró tuyo.

— Entonces ya te decidiste, ¿No? — Frunce los ceños para darme vuelta para tomar mis dos manos.

— Crees que no seré capaz de arrestarte.

— Hazlo si tienes los cabales — Ríe, segundos después escuchó el ruido de las esposas; Sin embargo, En un movimiento ágilmente lo empujó para darme vuelta.

— Realmente quieres hacer ese Ángel — Lo miro fijamente.

— Créeme que no me voy a arrepentir de esto Morozova.

— Bien, entonces veamos qué tan bueno eres atrapándome — Cierro los puños poniéndome en posición de combate.

— No te defraudaré entonces — Él hace lo mismo preparándose, en el tiempo menos esperado la luz se fue dejando el apartamento completamente oscuro, no me da tiempo de reaccionar cuando siendo un golpe venir hacia mí cuál logro esquivar al haberme agachado, para darle un codazo en el cuello.

— Eso no fue muy bueno de tu parte ángel...

— Créeme que no me importa, aunque no es mi ética de golpear mujeres.

— No te preocupes, no golpearás a cualquier mujer Ángel Por eso da todo lo que Tienes, porque yo lo haré igual

Lanzó un puñetazo que le cayó directamente en el rostro, pero él no se queda atrás al devolviendo el golpe.

A pesar de estar oscuro estoy segura de que todas la cosas del apartamento terminaron alborotado, pero ángel no pensaba rendirse y yo Tampoco. El apartamento se convirtió en una guerra.

Después de darle un puntapié en la entrepierna, escucho como se Retrocede de dolor, pero él no se rinde tomándole del rostro para golpear su frente con la mía dejándome mareada por aquel cabezazo.

— Maldito — Gruño molesta.

— Te lo dije Morozova no tendría piedad.

— Y tienes boca para hablar — Lanzó una patada, sin embargo, una mano atrapa mis piernas y antes de que podría moverme caigo en el suelo, que estoy más que segura que arriba de Ángel. — Eso es muy pervertido de tu parte Ángel — Tomo sus manos que estaban puestos prácticamente en mis nalgas, me da vuelta al escuchar mis palabras dejando mi espalda en el piso, yo hago el mismo dejándolo justo como estaba para darle dos puñetazos en el rostro, pero como el muy hijo de puta nunca se queda atrás me da vuelta Nuevamente.

La Luz se prende de repente y veo el puño de Ángel que se dirigía en mi rostro.

— Vas a hacerlo? — Preguntó, al ver que se había detenido; sin embargo, baja su mano como si se hubiera rendido.

— Nada ganó con eso.

— Estás hecho un desastre — Reí al ver su cabello tan desordenado.

— Mira quién lo dice, creo que estás peor que yo.

— Esos es un insulto — Me acercó a su rostro.

— Tómalo como quieras.

Gruñe al haber recibido un cabezazo de mi parte dándome vuelta brusquedad para quedarse arriba de mí.

— ¿Qué, enojado?

— Eres jodidamente.

— Hermosa — Lo interrumpo con una sonrisa abrazándolo por el cuello y lo mejor es que no se alejó acercándose a mi rostro

— No sabes cómo te odió.

— Yo también — Susurro al sentir su respiración tan cerca y de un momento a otro nuestros labios se unieron en un movimiento brusco.

Mis dedos agarraron su cabello con fuerza, tirando de él hasta que notó cómo un gruñido salía de su garganta. Ángel agarra mis piernas subiendo su mano hasta mi trasero dándole un leve apretón, Nuestros labios se tocaron una y otra vez, jugueteando con nuestras lenguas como un ritual de fuego. Parecía que ambos competíamos por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.

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