11. La investigación

La desaparición de las cajas de archivos aún no se

solucionaba, Armando le había prometido que tendría la respuesta en poco

tiempo, pero no fue así, ahora sólo faltaban dos días para la boda por lo que

la policía se hizo presente en la sede de grupo CASTTOR, para asombro de todos

los trabajadores, se descubrió que los archivos de tres años atrás habían

desaparecido iniciaron una investigación por todo lo alto, los oficiales lucían

serios y bastante eficientes, el secretario particular estaba nervioso aunque

nadie pensaba que estuviera fuera de lugar debido a que esos días parecían

estar llenos de locura, los extraños comportamientos de Lorenzo alrededor de la

mujer Torres los sacaba de sus casillas, además de los continuos exabruptos de

la prometida de Lorenzo, no importaba lo que sucediera, caminaban por la cuerda

floja. A esas alturas dos recepcionistas, tres personas del aseo y una

secretaria ejecutiva habían sido despedidas, sin contar a los tres gerentes, un

chofer y otros tantos.

-          Cada mañana mi madre me hace un ritual de

trabajo – suspiró la joven de la entrada

-          A mí, mi padre me pregunta si aún trabajo aquí,

parece que hicieron una quiniela en la sucursal del sur – replicó la otra

-          Bueno, por mi parte mi madre está preguntando a

una amiga sobre algún empleo – añadió el guardia de seguridad

Conversaciones de ese tipo se escuchaban en los veinte pisos

de la empresa mientras que en las oficinas gerenciales las caras de todos se

ponían pálidas al observar el comportamiento de los dos principales accionistas

ya que no tenían sentido, los contratos habían sido firmados hacía dos semanas

y ellos como gerentes estaban como en un tiempo de trabajo interrumpido, la

orden de hecho fue simular que seguían trabajando, las secretarias eran las más

difíciles de engañar, la gerente de relaciones públicas inventó una campaña de

último momento, mientras que el área de contabilidad decidió “cooperar” con los

auditores y revisar las finanzas de tres sucursales, así cada departamento, la

reunión semanal tenía lugar como cada programación, sin embargo, no se discutía

nada, Lorenzo y Eloisa sólo se miraban uno a otro mientras el tiempo pasaba y

al final se iban sin ninguna instrucción, era la última reunión antes de la

boda y les entregaron una invitación a cada uno, Eloisa la miró y sonrió de

lado anhelaba que ese día llegara, lo manejaron como el día X y todo estaba

listo para el momento que se necesitara.

Videos de vigilancia de los estacionamientos, pasillos

alejados, no importaba mientras fueran cercanos a las oficinas de grupo CASTTOR

se solicitaron las grabaciones de 10 semanas atrás. Las empresas implicadas en

el transporte de las cajas de archivos, los empleados, los auditores externos,

todos estaban incluidos, se sabía que Lucas, Eloisa y Lorenzo habían sido

interrogados.

-          ¿Cómo se atreven a detenerme? – rugió la voz de

Amanda enfurecida en la recepción

-          Señora, sólo hago mi trabajo, usted ha estado

entrando y saliendo de estas instalaciones por las últimas semanas, las órdenes

son realizar entrevistas a TODOS – su voz se hizo más profunda – eso la incluye

a usted – señaló a la mujer, y a la otra a su lado – y a usted

-          ¿A mí también?, soy la señora Catellanos –

replicó indignada Estela

-          Si madre, a todos ya nos han entrevistado – dijo

Lorenzo tras ella – además señora Angelina puede esperar en la oficina si gusta

o en la sala de descanso, debido a que usted no entró al edificio sino hasta

que ya habían desaparecido las cajas no es necesario importunarla

-          Eso es injusto – añadió Amanda – mi madre puede

acompañarnos

-          Mandy, tu madre está en silla de ruedas y no

estuvo presente en las fechas que investiga la policía, ¿por qué querrías que

tu madre sufra en una sala de interrogación?

-          Yo… - se quedó callada mirando con odio a la

mujer en silla de ruedas, no sentía nada por ella, pero notó las caras de los

otros, mostraban sorpresa, confusión y más que otra cosa reprobaban su actitud,

de inmediato ajustó su expresión – tienes razón, vaya, ¿cómo no pensé en eso? –

intentó corregirse – Rosa lleva a mamá a donde Lorenzo te pida

-          Si, señorita – replicó la mujer que le hizo una

seña a André

El hombre abordó el elevador sin pronunciar palabra nunca

hablaba, Lorenzo los condujo a una de las salas para clientes VIP, mientras la

policía condujo a las otras mujeres a la oficina que usaban para interrogar, la

fila tenía a diez personas antes que ellas y se negaron a darles trato

especial.

-          Rosa, por favor, espera afuera con André,

quisiera poder disfrutar de la vista yo sola – dijo la mujer cuando Lorenzo la

dejó en la habitación

-          Señora ya conoce el protocolo – la mujer no la

toleraba pero si algo le sucedía el amo la despellejaría viva

-          Mira, no hay puertas, ni siquiera una ventana

que pueda abrirse, solo necesito un poco de privacidad – suplicó la inválida

con la voz cortada y con las lágrimas en los ojos

-          De acuerdo, quince minutos – concedió la

cuidadora, sabía que si no lo hacía se quejaría con Gustavo

-          Gracias – en cuanto la puerta se cerró logró

escuchar unos lastimeros gemidos, Rosa sonrió con satisfacción, le agradaba que

Angelina llorara, a la larga era como si todos los que tenían tiempo trabajando

para los Serna desarrollaran un gusto por el sadismo.

En la oficina la mujer no perdió el tiempo, secó las lágrimas

y miró debajo de la silla marcada como nueve en la oficina, revisó y logró

quitar el respaldo, encontró otro celular con la carga completa y dejó en su

lugar el celular que le dieron la primera vez, no sólo eso, incluyó dos

unidades de disco USB que tomó de la oficina de su marido, ella sabía

exactamente cuales contenían los videos incriminatorios, en el celular se

encontraban las listas de los policías corruptos y políticos que apoyaban a

Gustavo Serna, no tenía idea de para quien estaba recopilando información, sin

embargo, mientras el hombre cayera no le importaba, también observó a su

alrededor, colocó el celular entre su busto, lo había apagado y le indicaron

que los sonidos y bocinas fueron desactivados. Recordó el momento que recibió

el primer mensaje.

Según el mensaje que recibió del número desconocido a la

media noche debía encenderlo para poder recibir más indicaciones. Jamás se

alegró tanto de que Gustavo fuera como una máquina de precisión, a las diez en

punto siempre la obligaba a estar con él, a las once treinta la daba por

dormida gracias a la medicación que le hacían tomar, a las once cuarenta y

cinco se dormía, así que a esa hora ella podía contribuir, sonrió felizmente, le

explicaron que eran parte de un grupo que se vengaría por lo que les habían

hecho, muchos tenían venganzas de hasta veinte años, ella recibió el nombre

clave de Primera, ella en realidad era la primera víctima de Gustavo y su hija,

ella era la primera en ser espía real en la casa principal de los Serna y ella

era la primera interesada en acabar con ellos, le encantó su nombre clave.

Acomodó el respaldo de la silla y volvió a su lugar cerca del ventanal cerrado,

sus lágrimas comenzaron a rodar no necesitaba mucho sólo recordar el dolor de

perderlo todo, la puerta se abrió y una mujer llegó indicando que necesitaba

asear la habitación, Rosa y André observaron la nula interacción entre ellas en

un momento decidieron llevarla a la oficina de Lorenzo, Eloisa la saludó con

una ligera inclinación de cabeza y continuó en su llamada telefónica. En ese

lapso de tiempo Armando comenzó a llevar como siempre café o té, algún

aperitivo para la invitada, Eloisa notaba cómo todo lo que le acercaban a la

mujer en silla de ruedas era monitoreado, probado y revisado, no podía imaginar

vivir así 24 horas al día, Lorenzo también notó la extraña actividad, sin

embargo, ninguno dijo una palabra al respecto, siguieron trabajando.

Pasadas las cinco de la tarde llegaron a la oficina Estela y

Amanda furiosas por la poca prisa que la policía mostró ante ellas, que

merecían un trato deferente en su opinión.

-          Yo les pedí que no trataran a nadie de ese modo

– explicó Lorenzo – a mí me entrevistaron ayer a las ocho de la noche y fui el

último, necesitamos cooperar en esta investigación, es importante para la empresa

-          Buenas tardes – interrumpió educadamente Eloisa

-          ¿Ya te vas? – preguntó Amanda levantando una

ceja, Eloisa no dijo una palabra más

-          ¿Mañana? – continuó Estela con voz apagada

mientras Eloisa tomaba su bolso - ¿irás a la boda? – Lorenzo y Amanda se congelaron,

Eloisa trató de esbozar una sonrisa

-          No me la perdería por nada – replicó Eloisa

mientras salía – Lucas y yo estaremos ahí sin falta

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