4. Reencuentro

Eran las diez de la mañana cuando una limosina se estacionó

frente al grupo CASTTOR, de ella salieron dos personas que se veían

distinguidas y muy sonrientes, se trataban de Eloisa y Lucas, ella llevaba un

vestido color lavanda profesional que era parte de su nueva colección de

mujeres trabajadoras, con zapatos de tacón medio de color blanco ya que el

clima lo permitía, su maquillaje era sencillo como siempre acostumbraba a lucir,

Lucas llevaba un perfecto traje de corte oficina color azul obscuro, su corbata

y pañuelo eran color lavanda a juego con la ropa de su acompañante.

En cuanto bajaron del vehículo cerca de una veintena de

reporteros los rodearon tomando fotografías, el hombre la acercó

protectoramente mientras los dos guardaespaldas se colocaban de manera que

hicieron retroceder a los periodistas.

-          Señorita Torres ¿puede decirnos el motivo de su

regreso?, ¿por qué está de nuevo en ciudad Glory?, ¿no le da vergüenza volver

después de lo que usted y su familia hicieron?, ¿qué opina su exnovio de su

nueva relación? – parecía que todos tenían algo que opinar y preguntar, ella

caminó orgullosa hasta estar parada frente a la puerta que cruzó miles de veces

para ver a su padre, futuro suegro y prometido, Lucas notando su vacilación la

apretó aún más, se giró para encararlos

-          He vuelto para encontrar a los verdaderos

culpables que inculparon a mi padre de hacer algo que no hizo, en cuanto a

Lorenzo no sé si sabe que he vuelto, pero no creo que sea de su incumbencia si

salgo o no con alguien más, lo nuestro terminó hace años y según sé el siempre

salió desde el día de mi boda con la señorita Serna, quizá deberían preguntarle

a ella que siente de estar en la vida de mi exnovio antes siquiera de que

termináramos.

Como era una transmisión en vivo los periodistas

palidecieron, de alguna manera nadie pensó que la hija de quien les envió se

viera envuelta en las preguntas, las opiniones en el internet estallaron, pues

si muchos apoyaron esta relación fue porque muchos creyeron que se dio después

de la ruptura, pero si fue antes la opinión se dividió con rapidez.

-  ¿Cómo puede tratar de incriminar a la señorita

Serna? – intentó salvaguardar las apariencias uno de ellos - ¡aquí la única

desvergonzada es usted?

-          He dejado una foto que muestra a mi exnovio

junto a la señorita Serna en el hotel, la noche antes de mi boda, etiqueté la

foto en mi cuenta de red uso el seudónimo #CASTTORinocenteTorres pueden

verificar la fecha por si tienen dudas – con una sonrisa en los labios dio

media vuelta y entró al edificio dejando a los reporteros helados de inmediato

entraron en la cuenta privada y efectivamente se encontraban las fotografías de

ambos implicados en el hotel, entrando al mismo cuarto la noche antes de la

boda y por si fuera poco había otras dos donde se mostraba a Eloisa esperando

en la entrada de la casa de Lorenzo y cómo este bajaba de auto con Amanda la

fecha el día de la boda, todo el internet estalló, las fotos comenzaron a circular

y aunque intentaron borrarlas todas no se pudo ya que la cuenta era privada y

no se los permitía.

En su despacho Amanda que había seguido la transmisión para

regodearse de lo que sufriría Eloisa jamás imaginó que le revertería la

situación, ¿quién diría que las mismas fotos que ella le envió a Eloisa para

burlarse de ella serían usadas como evidencia en su contra?, su delicado rostro

se deformó en una mueca de odio, tiró lo que había en su escritorio al tiempo

que gritaba enfurecida, Pavlov entró en ese momento, tenía un pequeño broche

que grababa todo lo que sucedía entre ellos, necesitaba desahogarse, antes que

el chico pudiera hacer nada ya estaba bajo el cuerpo de la mujer en el sofá,

cerró los ojos para pensar en su amada Rita, la mujer que estaba en una

institución psiquiátrica por culpa de Amanda, sólo así podía “cumplir” su

misión pensando que era la mujer que amaba, ella estaba siendo muy demandante,

demasiado, él casi termina lastimado por lo que decidió levantarla a la fuerza

y tomarla por atrás, de ese modo no tendría que verla, suerte que tomó un

afrodisiaco antes de entrar, la mujer no se resistió le gustaba el sexo rudo,

como loca gritaba “así Lorenzo, más profundo” a veces Pavlov sentía que la

mujer estaba muy confundida o fuera de sus cabales, luego entendía que hacía lo

mismo que él veía el objeto de su deseo. Entre jadeos y gemidos terminaron los

dos sólo con las partes superiores de su ropa, finalmente la mujer como si nada

sucediera se colocó la falda, generalmente no usaba ropa interior, era más

rápido decía y se dirigió a su escritorio. El chico se vistió y salió a

esperarla en la sala contigua, como de costumbre hasta la hora de la salida.

Mientras en la sede de CASTTOR cuando Lorenzo se enteró que

Eloisa y Lucas estaban en la puerta apretó los puños, su secretario observó

cómo su cara se crispaba visiblemente enojado, había visto toda la acción desde

su computadora, la voz de la recepcionista le indicó que la señorita Torres y

compañía deseaban ingresar, le dijo que los llevara a la sala de juntas.

-          No puedes permitirles el paso – comentó Armando

molesto

-          ¿Y cómo se los impido? – dijo con impotencia –

si mi madre me hubiera dejado encargarme de investigar bien el asunto pudimos

quitarles las acciones, ellos tienen el cuarenta y cinco por ciento al igual

que yo, son los socios con igual rango que el mío

-          Amigo, sabes que tu madre estaba muy alterada sucedieron tantas cosas - dijo Armando

-          Lo sé, pero aún ahora cada vez que toco el tema

no me deja investigar a profundidad

-          Ese día yo te entregué todas las evidencias –

contestó consternado Armando, sin embargo, no notó los puños en las manos de

Lorenzo

-          Si tienes razón, sigo tan enojado

-          ¿Y ese Lucas quién es? – preguntó con curiosidad

-          Un nuevo rico – dijo Lorenzo no deseaba que se

supiera de la que alguna vez fuera su relación con Lucas

-          Oh un novio o sugar daddy que sólo le da dinero

a tu ex

-          No sabemos si son novios – replicó molesto

Lorenzo, Armando esbozó una sonrisa

-          Como digas – le hizo una señal y ambos salieron

rumbo a la sala de juntas, el nuevo secretario se levantó de su escritorio,

Lorenzo le hizo una señal para que se quedara sentado, no le agradaban las

formalidades.

La sala de reuniones no había cambiado en tres años de

ausencia de Eloisa, mientras miraba a los alrededores les entregaron una taza

de café y otra de té negro según lo solicitaron, la mujer asistente le lanzó

una hosca mirada, todos sabían que gracias a la familia Torres casi perdieron

sus empleos además que su jefe vivía en un modo de autodestrucción, la joven

heredera la ignoró, se limitó a tomar la taza, sin beber el contenido. La luz del

sol hacía brillar su cabello castaño dorado y sus ojos color esmeralda lucían

tranquilos, tenía una nariz que no era demasiado delicada, era pequeña y un

poco redonda lo que la hacía parecer una niña a pesar de estar entrando a la

tercera década de su vida lucía como una joven de veinticinco años, esa imagen

se guardó en la pupila de Lorenzo que de sólo verla se detuvo un segundo, esto

no pasó desapercibido por el secretario particular.

-          Eloisa – dijo Lorenzo a media voz, mientras la

joven se volteó para mirarlo de frente, él también estaba impresionante, con un

traje negro ceñido a su cuerpo, una corbata color naranja brillante y un

pañuelo del mismo color acentuaba el azul de sus ojos

-          Lorenzo – el hombre hizo un gesto de enfado

-          Sólo me llamas Lorenzo cuando estás molesta –

dijo con nostalgia

-          Ahora sólo somos socios, ¿prefiere que lo llame

señor Castellanos?, no tengo problema – dijo ella con voz fría

-          Lorenzo está bien – replicó el hombre

obligándose a apartar la mirada, indicando que tomara asiento - ¿por qué has

vuelto realmente?

-          Lo dije hace un momento limpiaré el nombre de mi

padre – respondió con ojos fulgurantes

-          Tu padre estafó a la empresa casi nos lleva a la

ruina y tú – hizo una pausa estaba gritando – tú estabas de acuerdo

-          Si es lo que opinas de mí – ella tenía los ojos

llorosos después se recompuso, no lloraría – no me interesa, soy socia tanto

como tú así que he venido a hacer una auditoria interna, revisará el equipo que

contraté los últimos diez años

-          ¿Con qué derecho? – increpó el hombre fuera de

sí, Armando y Lucas estaban sorprendidos

-          Con el derecho de ser la segunda socia

mayoritaria ¿qué te parece? Es motivo suficiente

-          El resto de los socios no lo permitirán – estaba

conteniendo el aliento – necesitas la mayoría de acciones para poder hacerlo

-          ¿Algo así como el 53%? – dijo el hombre que

acompañaba a Eloisa, su voz contenía un tono de burla

-          No estoy hablando con usted – lo ignoró

-          Pues da la casualidad que tengo el 8% de las

acciones de CASTTOR, ¿qué opina entonces señor Castellanos?

-          ¿Usted es? – preguntó Armando

-          Lucas Armenta, amigo de la señorita Torres y

accionista de este grupo empresarial, con el 45% que ella posee y mi 8% tenemos

el 53 por lo que podemos hacer esta solicitud

-          Señor… Armenta – Lorenzo sabía quién era pero

detestaba que estuviera al lado de Eloisa – déjeme a solas con Isa

-          No hay nada de qué hablar a solas – dijo ella,

con lágrimas en los ojos al escuchar su apodo, el que sólo él le daba

-          Armando acompaña al señor Armenta afuera – dijo

sin quitar los ojos de Isa

-          Pero – intentó discutir, fue disuadido por la

mirada de Lorenzo – por aquí señor Armenta – arrastró las palabras

-          Ve Lucas, te alcanzaré en un segundo – replicó

ella en tono tranquilizador

Estuvieron por espacio de una hora en la habitación, era un

mal día ya que Armando no podía saber qué pasaba en el lugar, la cámara se

descompuso dos días atrás y el técnico no se había presentado, hasta ese

momento que llegó, cuando iba a tocar la puerta esta se abrió con una Eloisa

hecha un mar de lágrimas y un enfurecido Lorenzo, Lucas fue tras la mujer que

tomó un elevador y Lorenzo caminó con paso firme a su despacho.

-          Eres un imbécil - gritó ella antes que la puerta

se cerrara – mañana volveré con mi equipo y más vale que cooperes con la

investigación

-          ¿qué sucedió? – preguntó Armando con curiosidad

-          Nada le dije que si me iba a devolver el dinero

que estafó, ella dijo que está dispuesta a inyectar el capital que la empresa

necesita – el grupo estaba pasando por un pequeño bache, Amanda se había

ofrecido a solventar la deuda, pero Lorenzo se negó rotundamente, incluso llegó

a echarla de la oficina ese día – como pago por mis esfuerzos – agitó los

puños, Armando pocas veces le miraba tan enfadado – le recordé que esto era

culpa de su familia e insistió en su inocencia

-          ¿Y después? – no pudo aguantar Armando con

nerviosismo

-          La besé – confesó Lorenzo

-          ¿qué? – Armando estaba en shock

-          No sé porque lo hice – se llevó los dedos a la

boca – el resto lo viste, salió disparada de la oficina

-          Hermano ahora ella tiene prometido – lo dijo

intentando comprender esa confesión y escondiendo su enfado

-          Ella dijo que era un amigo y socio – replicó

Lorenzo con calma

-          ¿Después de todo lo que ha hecho la aceptarás de

nuevo? – preguntó Armando con incredulidad

-          No lo sé – repitió Lorenzo – estoy muy

confundido, déjame solo

Sin estar muy convencido Armando debió salir de la oficina

caminó muy lentamente, observó a Lorenzo sentado en el escritorio con la mirada

perdida sujetando la parte superior de su cabeza, el hombre salió y sacó su

celular para hacer una llamada, mientras en la oficina el director tocó sus

labios con impotencia y sonrió felizmente. Por fin ella había vuelto, no

importaba nada más en ese momento, al cerrar sus ojos sólo contemplaban la

imagen de la mujer en la sala de juntas.

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