Continuación
–¿Que haces aquí?, Bueno es obvio que estás trabajando, me alegra que trabajes aquí, ¿vivirás aquí?, Es que Mario no se quedaba, ¿tu eres el nuevo encargado?, Que felicidad. - la niña hablaba sin parar pues estaba muy feliz que su nuevo amigo estuviera en su casa, ya no estaría tan sola en ese lugar que llamaba hogar.
–Contestando tus preguntas, si estoy trabajando aquí, escuché que estaban contratando algunos trabajadores y me quedé como el encargado la verdad venía por cualquier trabajo. - Kalé sonrió y salió de la caballeriza para sentarse junto a Jane en un banco que se encontraba ahí.
–Y si me voy a quedar aquí, no tengo otro lugar a dónde ir, mis días libres los dedicaré para buscar a mi padre y hermano.
–Realmente me agrada que estés aquí, ya decía yo que tenía que ser alguien muy bueno y agradable, es que Razgu no se deja tocar por extraños, le dijiste que eres mi amigo ¿no?, Debe ser por eso. - Jane observaba a su caballo quien se recostaba muy tranquilo después del cepillado que le había dado Kalé.
–El supo que era tu amigo me olfateó debió oler tu olor en mi - Kalé se rió por las especulaciones de la pequeña frente a el,era muy creativa e inteligente.
–Lo sabía, ¡oh Razgu! - Llamo Jane al ver cómo el caballo cerraba sus ojos para tomar una siesta.
–Venia porque quería montar, pero viendo que Razgu se está durmiendo mejor me voy y vengo otro día - Kalé observo el puchero que la niña formaba al no poder montar con Razgu.
–Otro día será - Kalé se encogió de hombros mientras que Jane se resignaba a asentir apezarada.
–Nos vemos luego Kalé veré si me pongo a leer o a dar un paseo por ahí - abatida Jane se marchó de las caballerizas, pero luego su ánimo cambio pues su amigo se encontraba ahí, tal vez algún día le aceptaría una taza de té, ella sabía que sería muy difícil pues el tenía quehaceres y ella no quería perjudicar a su mejor amigo de ninguna manera posible.
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Al día siguiente en la mansión del Rey Maximiliano Kylon
–Señor la Duquesa De Hamill denegó cualquier visita, declaró que aunque fuera el Rey usted también era su padre y debía comprender que no quiere exponer a su hija de cuatro años a las artimañas de las personas codiciosas, que prefiere mantenerla a salvó hasta que ella sea capaz de protegerse, que si usted desea conocer de cerca a su nieta y formar una relación de abuelo y nieta que mandé una carta anunciando su visita al ducado Hamill, que será bien recibido por ella y su gente.
–Esa niña malcriada - el hombre detrás del escritorio era la Viva imagen de la Duquesa de Hamill, pero versión hombre y con años encima, aunque tenía un porte elegante no dejaba de verse qué había pasado por todo en la vida.
–Envia una carta, avisa que el Rey y la Reina iremos en dos días, que llegaremos cuando el sol este a lo alto. - La mujer de cuarenta y dos años quien se encontraba al costado del Rey, miraba fríamente al secretario de su esposo, dando indicaciones de como escribir dicha carta que se enviaría a su hija.
–Si mi Reina, está hecho, la enviaré enseguida - el secretario real salió de la oficina haciendo una larga reverencia.
Cuando las grandes puertas del lugar se cerraron dejado de lado al secretario la Reina hablo.
–Dejaras a Jonh a cargo, dejaremos que haga lo que quiera, Mark - el secretario - nos estará informando cualquier cosa.
–Se hará lo que digas. - El rey confiaba en él buen juicio de su esposa, ella era demasiado inteligente e intuitiva y lo había comprobado en varias ocasiones, sabía que debía hacer caso a su Reina si cuestionamientos.
La Reina Olivia Hartgul de Kylon, o como se le conocía antes "Olivia Katarina Hartgul princesa de Jyles", nuestra Reina era la primera princesa de Jyles el Reino vecino de Eudora, el Rey Raimundo ll dió en matrimonio a su hija como tratado de paz.
Cuando el abuelo del Rey Maximiliano aún reinaba y su padre apenas era un niño hubo una guerra contra el reino de Jyles dónde hubo bajas muy notorias de más de diez mil hombres tan solo quedaron menos de la mitad, y así fue en el reino vecino, por el bien del pueblo el abuelo de Maximiliano busco la paz y el antiguo Rey de Jyles no le quedó más que aceptar, al paso del tiempo el tratado de paz se rompió por una cláusula impuesta por el antiguo regente de Jyles, el tratado de paz no se restauraría hasta que su primer nieto(a) se casará con el primer nieto(a) de los Kylon y así se hizo al nacer el primer heredero y el último Maximiliano Kylon, este se puso en compromiso con la primera hija del ahora regente de Jyles quien ya contaba con dos hijos el mayor un Hombre y la menor una linda niña que llevaba por nombre "Olivia".
Al cumplir la edad para casarse ambos contrajeron nupcias, y a la edad de dieciocho y veintidós años tuvieron a La princesa Camila Kylon de Eudora, se esperaba tener a un hijo barón para el segundo embarazo de la reina, si no era de esa forma Camila sería instruida para ser emperatriz, pero sorpresivamente para un dos de noviembre de mil ochocientos veintidós nació Jonh Kylon de Eudora quien se convirtió en príncipe heredero y Camila en su primera princesa.
Olivia era una mujer de pelo castaño y ojos avellana era hermosa al ojo humano con bonitas proporciones, y era sorprendente pues contaba con cuarenta y dos años de edad no era vieja pero tampoco está en La flor de su juventud, aunque esto no era impedimento pues arrasaba con todo.
Ella era conocida como la Reina del Sol, - nada lindo tenía ese apodo como todos piensan - era cálida con quién ella quería, pero quemaba apenas te acercabas sin buenas intenciones, esto era igual para los desconocidos, hasta que ella no probará que eran de su confianza no cambiaría su actitud - y no era de buena manera que ella descubría que eran de confianza-.
Y lo que hacía más peligrosa a esta mujer es que tenía al Rey comiendo de la palma de su mano.
Reyna astuta vale por mil.
Gracias por seguir leyendo esta novela espero y descubramos juntos más de estos maravillosos personajes, sigan leyendo y disfruten, besos....
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