Capitulo 13

Me coloco en el asiento a un lado del de Lloyd.

Y hablando del rey de Roma, llega y sólo saluda moviendo un poco su cabeza, pero todas estas se desviven por saludarlo, y lo detienen preguntándole cosas que ni al caso, pero hay aqui algo que me sorprende, las deja paradas y con la palabra en la boca.

Se dirige al asiento a lado mio, y me dedica la sonrisa que me derrite, mostrándo sus dientes tan blancos y perfectos, por mi parte yo le devuelvo una sonrisa algo débil, a mi parecer puedo pensar que nota que algo estoy incómoda, y por debajo de la mesa, me toma de la mano y la aprieta fuerte. Y asi la mantiene, dando pequeños masajitos con su dedo pulgar.

-Den inicio a la junta.-Dice el con su voz autoritaria-.

Toda se lleva acabo muy profesional, cada una de las personas da su punto de vista a la presentación de Will, y cuando me toca darlo a mi, me levanto, comienzo muy bien explicando las cosas...pero, las dos de hace rato, sólo me miran con burla, y eso es algo que me incomoda mucho, trato de terminar lo más rápido posible, asi que sólo agradezco y lo hago.

Lloyd, me hace una cara de duda o de "¿qué te sucede", ya que creo que hasta el se impresionó con mi comportamiento, pero yo sólo lo miro un poco y rápidamente clavo mi mirada en la mesa.

Siguió la junta, que para mi gusto fue la más larga, y durante ella todo ese tiempo Lloyd no me quitaba la vista, de hecho pareciera que no prestaba atención a lo demás, más que a mi.

Al finalizar por fin la reunión.

Me levanto para retirarme al igual que todos, e Lloyd me toma del brazo y me pega a el, para decirme.

-Ante nadie bajes tu cabeza, ahorita hablaremos.

-No hay nada de que preocuparse, está todo bien Lloyd.

-A mi no me engañas, ¿lo sabes verdad?, y si no, te lo haré entender.-Me dice con esa voz que me da miedo, y esa mirada oscurecida, de mirarlo asi, quería hasta correr de ahí-.

-Está bien, hablaremos más tarde.-Le digo casi en un susurro-.

El me besa en mi mejilla, antes de soltarme de su agarre, ganándome las miradas de las 2 socias.

Llego a mi oficina y me desplomo en mi silla, a veces pienso que lo de esta mañana fue un error, de hecho...todo, desde fijarme en un hombre tan atractivo poderoso y para empezar siendo mi jefe, si hubiera pensado esto antes no hubiera tenido tantos problemas pero...el me hace sentir diferente, me gusta y eso no lo puedo negar ante nadie...mucho menos ante el.

Tocan a mi puerta, a lo cuál no respondo, no quiero ver a nadie en estos momentos.

Pero esta se abre derrepente, y es el, luciendo jodidamente guapo y molesto a la vez, pero por su mirada, no es hacia mi.

Unas horas antes...

Lloyd.

Me encuentro haciendo llamadas de algunos negocios fuera del pais, fuera del hospital y todo esto, tengo muchas cosas más por delante, y si, me refiero a los miles de negocios que están a mis pies.

Tocan a la puerta, y puedo ver que es Wiil, que entra algo apresurado, pero no se por qué me interrumpe de esa manera, asi que pongo el celular en espera.

-Si me disculpa un momento.-Digo a la persona celular, y le hago una señal a Will de que continue, si es que algo quiere decir-.

-Lloyd, creéme si no fuera importante, no entraría de esa forma a tu oficina a decirte...

-Lo corto antes de que continue-.-¿Acaso se está incendiando el edificio o algo por el estilo, cómo para qe me interrumpas enmedio de esta llamada?.

-Se trata de Emily.-Dice Will con un tono de preocupación-.

Lloyd cuelga corta la llamada y dirige toda su atención hacia Wiil, para después arrojar su celular al escritorio.

-Sabia que te importaba la chica.

-Tú sólo habla, ¿qué sucede?.

Entonces Will le dice todo lo que pasó por la tarde, entre Emily con las dos socias y claramente el le dio cada detalle de lo que dijeron para herirla...

-¡Mierda!, esas zorras, no saben lo que acaban de hacer, estoy harto de todo esto.-Dice Lloyd furiosamente-.

-Amigo, debes admitir que lo tuyo con Emily... bueno más bien, lo que quieres con ella, no es sólo un buen polvo y ya.

Te estás enamorando de ella, cosa que dijiste que me negaste hasta el final.

-Yo no creo en esas mierdas, y ella lo sabe.-Le responde Lloyd más serio que nunca-.

-A nadie has tratado asi como a ella, la cuidas, proteges de que ni el agua la toque , entonces no se que sea amigo. Sólo no seas como los demás idiotas, que se dan cuenta de lo que tienen hasta que lo pierden.

-Puedes irte al carajo tú y tus dichos, no me importa lo que digas o piensen los demás. Ya te puedes retirar.

-Cómo tú digas.

De vuelta a la hora actual.

Llega Lloyd, acercándose a dónde estoy sentada colocándose en cunclillas a un lado de mi, haciéndome que volteara mi silla hacia él, quedando a mi altura.

-¿Hay algo que quieras decirme Emily?.-Dice él, aunque presiento que sólo quiere que le repita algo que ya sabe-.

-No, no hay nada, ¿a qué te refieres?-Le digo inocentemente-.

-Un poco frustrado, se pasa las manos por su cabello perfectamente arreglado-.-Necia. ¿qué sucedio con las dos socias, Elizabeth y Scarleth? esta tarde.

-Ah, sobre eso... vaya, yo no tenia idea sobre que ellas tenian aventuras con su jefe en la oficina y que no piensan dejarlas.-Le digo sarcásticamente, cruzándome de brazos-.

-Sabes, el sarcasmo no te va bien. Ahora ven conmigo-Me dice levantándome de la silla con sus enormes manos-.

-¿Qué haces?, ah no, no no no, ya no quiero que me lleves a aclarar nada frente a ellas, yo sólo quiero saber...y escucharlo de ti mismo, mira a mi no me imp...

-No lo hice.-Me corta-.-Yo no he podid...mira a mi no me gusta la gente que se burla de los demás, por eso te llevo con ellas, para que no piensen que tienen algún poder sobre ti, no lo hago para aclarar nada, simplemente para que reparen el daño.

No me gusta mentir, si lo hubiera hecho, te lo diría.

-Enredo mis brazos alrededor de su cuello, lo cual no parece molestarle, ya que me toma de la cintura acercándome más a el-.-Confio en lo que me dices tú Lloyd-.

El sólo me dedica una de esas sonrisas que me derriten por completo, claro lo toma como invitación a mis labios, los cuales el saborea dándome un beso tierno y lento, se va intensificando poco a poco, rozando nuestras lenguas deliciosamente, lo cual a ninguno de los dos nos molesta, pero si no fuera por la falta de aire, no hubieramos parado.

El se separa de mi y un poco manchado de labial me dice:

-Esta noche pasaré por ti, iremos a cenar.-Dándome un escaso beso en los labios-.

-Me parece perfecto señor Lloyd. ¿A qué hora será?-Le digo más sonriente que nunca, sé que le gusta que le diga asi-.

-Se rie en bajo, y aprieta más el agarre a mi cintura-.-A las 8 señorita Miller, hoy puedes salir temprano de trabajar.

Antes de irse, se despide con otro beso. La tarde avanza rápido, decidí quedarme un par de horas más trabajando antes de irme de nuevo a mi apartamento.

Al llegar entro a ducharme, bailar en la regadera es una de mis cosas favoritas y más por que estoy algo nerviosa y emocionada de salir con Lloyd.

Me pongo una bata de seda para comenzar a arreglar mi cabello, cuando suena el timbre de mi departamento, rápidamente miro al reloj asustada, tal vez Lloyd ya vino por mi y yo aún no estoy arreglada, entro en pánico literal, asi que corro por mi celular para mirar la hora, pero apenas son las 6 de la tarde.

Asi que descarto que sea el y abro la puerta, y me encuentro con Scott, el chofer de Lloyd.

-Señor Scott, buenas tardes. ¿Qué lo trae aqui?.-Lo saludo cordialmente-.

-Buenas tardes señorita Miller, el señor Lloyd, me pidió que le diera esto.-Me dice, entregandome una bolsa de color roja algo grande, y una caja-.

-Oh vaya, muchas gracias Scott.-Le digo tomando las cosas-.

-Estoy para servirle señorita, el señor la recogerá a las 8.-Me dice para después retirarse-.

Entonces, me adentro nuevamente, decido observar que hay dentro de la bolsa y la caja, y miro un hermoso vestido de color negro largo, la tela era demasiado sedosa, era demasiado sexy de explicar cada parte de el, al parecer quiere deleitar su mirada mi queridisimo señor Lloyd.

En la caja se encuentran unas hermosas zapatillas negras, con suela roja, no debo tener mucho mundo para saber que son de marca muy exclusiva. Terminaré de arreglarme para medirme todo, aunque si me da algo de pena que el gaste su dinero en mi, sabiendo que aún no somos nada...

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