Capitulo 1.

Inicia un nuevo día, me despierta un hermoso rayo de sol, me levanto a las 7:00 am, estiro mis músculos, y comienzo mi día.

Pongo algo de música, ya que eso mejora mucho mi estado de ánimo, escucho la canción llamada: Thinkin bout you. Ciara.

Tomo una ducha relajante, desayuno, bailo, canto y me preparo para ir al hospital, uso mi uniforme clínico azul marino, me agarro una coleta, dejando caer mi abundante cabellera.

Tomo mi bolso, y me dispongo a salir de mi apartamento.

Al salir de mi casa camino, ya que me gusta disfrutar las lindas calles de New York, disfrutar de un buen café mientras me dirijo a mi trabajo...

Al ingresar al hospital, me encuentro con mi colega, Martha, ella es mi enfermera mano derehca una señora algo mayor, pero le he tomado mucho cariño al paso del tiempo.

-Martha, Buenos días, ¿cómo amaneció?.-La saludo de beso-.

-Mi niña, muy bien, ¿y tú?, ¿lista para otra guardía?.

-Cómo siempre, es sólo que no me ha dejado dormir la noticia, de que la persona que compró los hospitales, ahora los dirigirá, pero usted sabe de que eso significa que cambiarán a todo el personal del puesto dónde se encuentre, y yo perderé el mio y es algo que me costó mucho.-Suspiro-

-Hija, todos saben que has hecho un trabajo increible y tal vez le comenten al jefe, y te tome en cuenta.-Dice Martha mientras la abraza por los hombros-.

-De verdad eso espero, en la reunión de personal, nos dirán que pasará con cada uno de nosotros.

-Ánimo mi niña, todo saldrá bien.

El día transcurre de lo más normal, atiendo a mis pacientes, organizo la adminstración y todo pero... Sigo pensando en que será de mi puesto.

Estoy tan pérdida en mis pensamientos, que no me percaté que me estaba hablando el jefe de piso.

-Oh discúlpeme Clint, no lo vi.

-No pasa nada Emily, te decía que en 10 min, nos quieren en el auditorio. Nos presentarán al dueño, para que estés lista.

-Oh, gracias, si ahí estaré.

Me dirijo al baño, y todas las enfermeras están vueltas locas, unas retocandose el kilo de maquillaje, otras entallandose más el uniforme con tela de cinta.

-Vaya vaya Emily, yo te hacía llorando en tu mini oficina, por tu puesto. -Dice en tono de burla, Charlotte-.

-Tal vez, preferiría hacer eso a estar pensando en como subir de puesto sin mover un sólo dedo.

Todas se rien de ella, ya que es una persona que sólo avanza por acostarse con medio hospital, egocéntrica y grosera con todos.

Ella sale del baño enojada, azotándo la puerta.

-Bueno, ¿y por qué hay tanto alboroto?, ¿dónde es la fiesta?.-Pregunto con curiosidad-.

-Jefa, apoco no se ha enterado de que el dueño es un bombón, y no sólo eso, está podrido en dinero.-Dice Karen una enfermera-.

-No, no tenía idea.

-Que raro, todas ya lo hemos investigado, es un ardiente y sexy jefe que todas deseamos tener.

-Jajaja, vaya ustedes son increibles.

Todas vamos hacia el auditorio, a mi me sientan en las filas de enfrente, ya que tengo un puesto alto, por ser jefa dto de medicina.

Y la sra. Martha a mi lado, por ser jefa de enfermeras.

-Hija, ¿llegué tarde?, ¿ya presentaron al nuevo jefe?

-No Marthita, llega a tiempo.

-Menos mal mi niña.

Nos interrumpe la voz del micrófono, habla el Sr. Jeremy, el actual director del hospital, nunca me ha caido bien, es un vividor de lo peor, y acosador de personal.

-Buen día a todos, el día de hoy se convoca a todo personal administrativo del hospital, con el fin de presentarles al dueño y empresario de todos nuestros hospitales más importantes de los Estados Unidos, reciban con un fuerte aplauso a Lloyd Hansen, nuestro nuevo jefe.

Todos aplaudimos, pero al entrar el Sr. Hansen, creo que hasta yo me quedé en shock, de verdad todo lo que decían de él es verdad, un hombre imponente, y realmente atractivo, con una mirada que pone a temblar a cualquier mujer, e incluso a mi.

El va entrando, y voltea hacia dónde estoy yo, y me mira con esos ojos azules tan brillantes como el cielo, y hace que me recorra un escalofrio por toda mi columna vertebral que tenia mucho sin sentir, provocando que se me erizen los vellos de mi piel.

Pero yo rápidamente aparto la vista para otro lado, no pude contenerle la mirada ni un segundo.

El saluda con un movimento a los demás, y comienza a hablar por el micrófono, acomodándose su perfecto y arreglado traje hecho a la medida, que se ajusta increiblemebte a su cuerpo tan bien tonificado;

Y no sólo eso, tiene una voz gruesa, sensualmente atractiva...

-Buenos días, mi nombre es Lloyd Hansen, y como ya lo dijo el Sr. Jeremy, yo soy el dueño de todos los hospitales que pertenecen a Cedars-Sinai Medical Center ahora llamados Hansen-Medical Center, los mejores en USA, y proximamente en toda Europa, he tomado la decisión de yo trabajar junto a ustedes, para poder elevar más nuestras empresas,  espero contar con su apoyo.

Hay una regla importante la cuál es que Jefe nuevo, administración nueva, serán cambiados de puesto, he revisado cada uno de sus curriculum, se les hará un citado en mi oficina a cada uno por separado y se les dará su nuevo rol.

Gracias, y ya se pueden retirar.

Al finalizar el discurso, me vuelve hacia mi, pero esta vez me corta con la mirada, la cuál hace que aumenten mis nervios, de verdad el Sr. Hansen impone.

La tarde pasa lenta para mi, algunas personas salen de la oficina del Sr. Hansen, muy tristes, otras felices y de verdad anhelo salir feliz de ahí.

-Srta. Emily, el Sr. Iloyd ya la espera en su oficina, por favor pase.

Asiento, y creo que siento que estoy apunto del colapso, mis manos sudan, estoy temblorosa...

Pero tomo valor y entro a su oficina, es elegante y de buen gusto, con un aroma exquisita, al parecer es la colonia de este hombre, lo miro y está de espaldas, con su cabello perfectamente arreglado, al parecer no se ha percatado de que entré, ¿O si?.

-Asi que usted es la Srta. Miller. -Dice Hansen, con su voz ronca-.

-Dios si sabia que estaba aqui, pensé-. Buenas tardes, asi es soy yo, un gusto.

El se da la vuelta y me recorre con la mirada, eso provoca de nuevo un escalofrio recorriendo mi columna...

Pero no expresa nada, sólo se detiene directo en mis ojos.

-Por favor, tome asiento. -Me indica él, señalando la silla-.

-Si, Gracias.

El se sienta en su escritorio, recostando una pierna arriba y otra abajo, ¿justamente se tenía que poner enfrente de mi?, los nervios me invadian...

Toma una carpeta, lee un poco, y a mi pensar esta leyendo mi información, y después la vuelve a poner sobre el escritorio.

-Asi que antes de entrar a trabajar a este Hospital, usted estuvo en el ejercito.-Me dice alzando una ceja sin mirarme-.

-Asi es, estuve alrededor de 1 año.-Contesté, frotandome las manos-.

-Muy bien, tiene varios títulos, y especialidades, y actualmente se encontraba como jefa del dto de médicos, pero iré directo al grano y seré breve Srta. Miller...

-No puede ser, me quitará de mi puesto, aqui vamos, pensé-.

-Usted tiene bastante potencial, tiene más estudios que cualquiera de sus compañeros de hospital, asi que, usted ahora será la nueva directora de este y toda la gama de Hospitales mios.

-¿De verdad?, pero... sólo los doctores con más años pueden llegar a ese puesto. -dije temblorosamente-.

-Nada es imposible, le reitero, usted tiene todo para serlo, ahora usted digame, ¿que opina?.

-Volteo a verlo, y nuestros ojos se encuentran, fijandose directamente-.

-De verdad se lo agradezco, para mi es un honor aceptar ese puesto.

-Excelente, claro esto conlleva responsabilidades, tiene que trabajar a la par conmigo, acompañarme a reuniones, recibirá todos los beneficios, chofer, auto, oficina...

-Oh de verdad no es necesario el chofer y el auto, yo vivo algo cerca de aqui y... -No me deja terminar-.

-Tiene qué, al ser directora de aqui, usted recibirá un buen pago, es sólo por su seguridad.

-No lo había pensado, pero tiene razón, disculpe.

-No se disculpe, sólo acepte las condiciones y listo, firme ahora mismo, se le dará una copia de las condiciones, tiene hasta mañana para decirme si algo no la tiene conforme, aunque ya haya firmado se pueden cambiar. -Dice él, entregándole un boligrafo-.

-Di una pequeña leida y el me explicó algunas, asi que me levanté y tomé el boligrafo, y asi es firmé...-

-Felicidades, nueva Directora. -Me dijo el extendiendome su mano-.

Sin soltarme de la mano el sólo me acercó un poco, y me dijo:

-Sólo nos tenemos, a los dos...

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