Capitulo 8

Llego al hospital, pero uso lentes, no quiero que alguien me vea el golpe. Después comenzarán chismes o rumores, y no tengo humor para pensar en esas cosas.

Estándo en mi oficina, recuerdo todo lo de anoche y me da ansiedad de pensar en eso, todo está acómodado en su lugar eso me alegra.

Tocan a mi puerta, sacándome de todo pensamiento.

-Adelante, por favor.

-Mi niña.-Corre Marthita hacia mi-.

-Ay Martha.-Dije yo abrazándola con todas mis fuerzas-.

-¿Qué te hizo ese infeliz mi niña hermosa?-.

Entre lágrimas le cuento todo lo sucedido, cada detalle.

-Es un asqueroso, espero el señor le de su merecido, mi niña, me da mucho gusto de que esto no pasó a más, aunque tú hermoso rostro tenga esa marca, ¿le dirás a tus padres?.

-No quiero preocuparlos, tú sabes cómo son, aparte...ya sabes.

Tocan la puerta, y la abren, rápidamente me pongo mis lentes oscuros.

Y es Lloyd, con su mirada fria y calculadora que tanto me aterra.

-Buen...-Y si, me interrumpe-.

-¿Qué no le ordené que no viniera y se fuera a casa a reposar Srta.Miller?.

-Me dice en tono amenazante-.

-Si señor, pero hay mucho trabajo que hacer y...

-Y nada, le di una orden, al parecer le gusta desobedecerme.

Pero ya que está aqui, le diré lo que hará, allá afuera en el escritorio de Martha, le dejé tareas para hoy.

-Si señor, ya se las mando a Emily.-Dijo Marthita asustada-.

-Excelente, mándeselos aqui a la señorita, y para más tardar quiero todo eso a las 8 de la noche. Con permiso.-Ordena Lloyd, azotando mi puerta, dejándonos paralisadas-.

-Ay Dios mio hija, se veía muy molesto.

-Lo estaba Marthita, lo estaba.

Canción:

Apologize/ Timbaland.Ft.Onerepublic.

https://youtu.be/ZSM3w1v-A_Y

Desde ese día, Lloyd fué muy diferente conmigo.

Ya no me miraba, ya no me hablaba...

Era el tipico jefe que llega enojado y serio a su trabajo, no sólo para mi, para todos a sido un infierno, nada le gusta, nada aprueba y todo está mal para él.

Estos días de juntas, yo me le quedo mirando, para tratar de decifrar cuál es su problema contra mi, pero no lo he logrado.

No soy una persona que le guste rogar, tampoco le dirijo la palabra.

Correos, tareas o firmas, todo lo hago mediante Marthita, y el hace lo mismo con su secretaria Natasha.

Cuando me toca hablar en las reuniones, el sólo me dirige miradas frias y calculadoras, desaprueba todo sobre mi.

En cambio a Natasha, ahora a ella es a la que lleva a juntas de trabajo, que me corresponden a mi, pero no me enojo, me quitaba algo de tiempo esas cosas...Pero ella al parecer lo disfruta.

Pasan días, y me siento muy rara, incómoda en mi trabajo, no es fácil que hace días atrás me hayan querido violar, y ahora que mi trabajo esté tan pesado, y que la persona que comenzaba a atraerme ahora me trate cómo si no existiera...

Me dirijo a un restaurante que descubrí ayer, hermoso con música de piano en vivo, fránces, llamado "Daniel". Me pareció una buena idea reunirme aqui con la nueva vicedirectora de los hospitales, al parecer Will no quiere tenerla cerca o algún contacto con ella.

Al llegar a este sitio, me dan mi mesa reservada, con una copa de vino.

Aprovecho para disfrutar la música, Apologize, es una canción que siento que es todos los dias que he pasado hoy, aún no se si podré seguir aguantándo con la indiferencia de mi jefe...

Y hablándo del rey de Roma, entra con sus trajes hechos a la medida, tan bien presentable cómo siempre, acompañado de Will, y su maldita secretaria Natasha.

Yo hago cómo que no, noto su presencia, aunque el ya notó la mia y me corta con su mirada fria.

Pasan de largo, y se sientan a algunas mesas de mi.

A veces volteo un poco, y el me mira de forma penetrante, que hace que mis vellos de pongan de punta.

Veo una chica, morenita, de cabello rizado, con una gran sonrisa dirigiéndose hacia mi.

-Hola, buenas tardes. ¿Tú eres Emily Miller?.

-Hola, un gusto asi es, ¿Natalie Kidman?.

-Siiii, vaya hasta que por fin nos conocemos en persona chica, eso de los mensajes no me gusta.

-La verdad estamos igual, prefiero esto a estar detrás de una pantalla.

Del otro lado de las mesas.

-Joder, no puede ser, ya llegó Natalie, que espanto.-Dijo Will-.

-jajaja, tranquilo.-Contestó Lloyd-.

-Vaya, por fin te ries después de días, lo feo es que de mis desgracias, sólo espero que no sea mala influencia para Emily-.

Volviendo al otro lado.

Estuve explicándole cada detalle de los hospitales a Natalie, cómo iba a ser su trabajo, y dándole sus horarios, asi como el itinerario de eventos.

-Gracias chica, me caes muy bien. Pero me dices que el trabajo no es pesado, y mirate, te ves algo estresada.

-Eres muy agradable, estos días han sido algo estresantes la verdad.-Le dije volteando a ver a Lloyd-.

-Oh entiendo, conozco a Lloyd hace años, el siempre ha sido una persona fria, terriblemente fria, sin sentimientos diría yo, odia al mundo entero, pero cuando es su trabajo es peor, todo le gusta a la perfección y sin errores.

No se por qué permitió un baile de gala en honor a los hospitales, el literal detesta todo eso, pero lo que más odia es que se enamoren de el...-Me dice mirándome fijamente-.

-No es lo que parece, sólo lo miro como mi jefe .y vaya, yo, yo no sabia yo propuse ese baile, sin saber que a el no le gustan, es que siempre veo que lo hacian otros hospitales y a mi me encantan los bailes...

-Vaya, lo agarraste de buenas, el odia eso, pero debe ser una buena excusa para hacerse publicidad, bien pensado chica.

-Gracias, sólo espero si asistan. ¿De dónde se conocen?, claro si se puede saber.

-Claro claro, yo fui mujer de Will, por años, y el es mejor amigo de Lloyd.

-Vaya, que impresionante, yo no tenía idea, el señor Will es muy buena gente.

-Ay si, pero es un idiota a veces, y yo una celosa, a cada rato terminamos y volvemos, de eso no hay problema jajaja.

La comida muy amena llegó a su fin.

-Un gusto, nos veremos en la gala del viernes, cuidate mucho y te dejo mi número chica.

-Gracias, igualmente, te veo después.

Sigo sintiendo la mirada de Lloyd, hasta mi restaurante favorito me lo arruina, mejor me voy, tomo mi bolso, y salgo del lugar.

Al llegar a mi oficina, sigo trabajando, estoy algo cansada.

Se abre mi puerta, y no tenía ganas de discutir pero era imposible en este momento.

-Dice Lloyd que te faltaron esas firmas, y estas hojas de acá están mal.-Dice Natasha engreidamente-.

-Primero que nada, tocas antes de entrar a mi oficina Natasha.-Dije algo alterada-.

-Oh perdón señorita directora.-Esta se regresa toca la puerta, y entra en forma de burla-.

-Sabes qué, ya te puedes retirar.-Le digo apuntándo la salida, y esta se va-.

Leo los documentos , ¿¡Pero qué le pasa a Lloyd!?, pero ahora si me va a escuchar mi jefe.

Camino cabreada hacia su oficina, y Natasha me quiere detener.

-Lloyd no se encuentra, sorry.

-¿Y crees que te haré caso?, te mueves o te muevo?.-Esta se queda asombrada, y puedo jurar que hasta asustada, que se hace a un lado y se marcha-.

Toco, y no responde, vuelvo a hacerlo y nada. Asi que decido entrar.

Noto las luces apagadas, sólo está encendida la lámpara de mesa; el se encuentra en su laptop, con su camisa de vestir negra desabotonada, dejándo lucir su definido pecho, siempre parece que nos ponemos de acuerdo en la vestimenta... pero sacudo mi cabeza y borro cualquier pensamiento.

-¿No le enseñaron a no entrar sin tocar?.-Dijo el siguiendo en su laptop-.

-Si, pero usted no responde. Pero a eso no vengo, y usted me va a escuchar.-Dije más cabreada que nunca, el se sorprende, aunque no lo quiera admitir, levanta su ceja derecha y pone los codos sobre el escritorio, juntando sus manos, sosteniendo su barbilla sobre ellas-.

Me tomo eso cómo que continue...

-Sabe qué, si se arrepiente de haberme salvado la otra noche, digamelo, no hay necesidad de que usted me ignore, o rechaze todos mis trabajos que usted y yo sabemos que no tienen error alguno, creame si ese es el motivo, no hay problema, se lo agradezco, pero, ¿para qué lo hace? Si se va a poner asi, estoy harta de su indiferencia, simplemente para qué me salva.

-No, entiendes nada Emily.

-No, claro que si entiendo, usted odia a todo el mundo, incluso creo que a mi también, es un bipolar, un día me salva y al otro se arrepiente, ¿qué tipo de ayuda es esa?.

-Sigues sin entender.-Dice cabreado, levantándose de golpe de la silla, incluso aventándola hacia atrás-.

-Ilumíneme señor Lloyd, por que no lo entiendo, pero hagalo bien, no vaya a ser que después se arrepienta de hacerlo.-Dije posicionando mis manos sobre mis caderas, mirándolo a los ojos y alzando mi cabeza, para no demostrarle miedo-.

-Ah si, excelente. Tú Emily, me distraes, ¡cada maldita vez que te tengo cerca!.

-Pues bien, sabe qué, ¿para qué demonios me contrata?, o para qué sigue con esto, es más despidame, o no, es más , se la haré fácil, ¡renuncio!.

Le doy mi gafete, y me doy la vuelta para irme, pero me detiene.

Me toma de la mano, para pegarme a el, me voltea quedándo yo frente a frente a el, posa sus enormes brazos sobre mi cintura, envolviéndome en ellos...

Y me dice:

-Creo que no has comprendido, ni una palabra mia, me distrae tenerte cerca, ¿crees que no me doy cuenta de cómo dejas de respirar cuándo me acerco a ti?, o cuándo te toco, ¿cómo se pone tu piel ante mi tacto?.

Y por que cada maldita vez que te acercas a mi, me dan ganas de besarte...

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