Capitulo 3.

Lo más lindo de la oficina es la vista que tiene...

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Sigo viendola, es todo muy muy lindo y acogedor ,pasando los 30 minutos, me dirijo a la oficina de Lloyd, encontrándome con su secretaria, es una chica atractiva pero se le nota a lo lejos que no le cae bien nadie.

-Buen día, Lloyd me está esperando.-Le dije a la secretaria-.

-¿Tiene cita?.-Me dice en tono engreido-.

-El me citó al llegar, o si gustas llamarle y decirle que lo espera la directora del hospital.

-Oh, es usted, pues pase. -Dijo molesta-.

Simplemente la ignoré, y toqué la puerta. El me dice "adelante" con esa voz ronca y demandante que tiene.

-Hola, con permiso. -Dije, al verlo sentado en su escritorio sin su saco, con su camisa remangada hasta los codos, y dejando ver su pecho.

-Necesito que me de un informe de cada movimiento que se haya hecho en el hospital, desde inversiones hasta cada vacuna, operación, etc.

-Claro que si, ¿para qué fecha lo necesita?.-Dije nerviosamente-.

-Para mañana temprano.-Me respondió sin dirigirme la palabra, sólo mirando su laptop-.

-¿Disculpe?, pero eso es imposible, es un trabajo para un mes o 2 semanas.-Pensé, debe estar loco-.

-Nada es imposible señorita Miller, y como dije anteriormente no me gusta decir las cosas 2 veces, si no es capaz de hacer su trabajo bien puede retirarse de su puesto y dejarlo que para alguien que si quiera trabajar-Me contesta super molesto-.

Sólo sonreí forzadamente y asentí.

-¿Puedo retirarme a realizar el trabajo?. -Dije rápidamente, antes de explotar contra el-.

-Claro, adelante.

Salí maldiciendo dentro de mi, pero le voy a demostrar que si puedo, por que me gustan los retos, aunque Dios mio que miedo trabajar con alguien asi.

Lloyd.

La veo salir hecha una fiera, pero quiero ver que tan bien trabaja. Si es digna para este puesto, y espero no haga que me arrepienta. Aunque confio en ella, puede eso y más, pero no lo sabe.

Emily.

Se me dan las 2,3,4,5,7,8 de la tarde y nisiquiera salí a comer con tal de terminar este trabajo, e increiblemente lo hago.

Ahora lo estoy terminando de imprimir, y aún tengo tiempo de sacarle copia, engargolarlo y ahora si, es hora de entregarlo, verémos que cara pone Lloyd.

Me dirijo a su oficina, ya es noche, y la mayoría ya se fué, asi que tampoco veo a su secretaria y me tomo la libertad de tocar la puerta...

-Pase. -Contesta el-.

-Buenas noches, aquí están los informes.-Dije dejándolos caer sobre su escritorio, pero a mi sorpresa, el no tiene expresión en su rostro.

-Excelente, gracias. Mañana los revisaré, ya puede irse a su casa.

-Soporto las ganas de decirle algo, pero también yo ¿en qué estaba pensando?, no puedo esperar un halago o algo, es sólo hacer mi trabajo-. Muchas gracias, hasta mañana.

Salgo de la oficina feliz, asi el no me haya dicho nada, para mi basta y sobra con haberlo acabado a tiempo y demostrarle que si puedo. Asi que merezco dormir como un bebé.

Las semanas siguientes, Lloyd estuvo conociendo a los demás hospitales que compró, me enviaba información sobre cada uno para que los estudiara, ya que de todos soy directora, no viajé con él por que no era necesario, hasta estar bien organizados de información, después será la presentación de personal en cada uno, y ahora si iría yo.

A veces me hacia videollamadas, de lo más profesional todo, aunque a veces era extraño para mi que el me mandara msj para saber el cómo me encontraba, pero nada más allá.

Voy en la camioneta con el chofer, me dirjo al hospital, visto un mono negro, de manga larga, con un escote no tan revelador.

Uso mi cabello lacio, suelto. Un maquillaje sencillo, pero mis labios rojos.

Bajo de esta, y camino hacia la entrada, y veo que ahí está el, platicando con un socio de él llamado, Will, me lo presentó mediante una reunión hace una semana.

Will se retira y ahora Lloyd posa su mirada en mi, pero yo hago cómo que se me olvida algo en la camioneta y me regreso, no se que me pasa, me ganaron los ¿nervios?, nonono, ¿qué me sucede?, claro, debe ser el ¿café?.

Cuando volteo el ya no está para mi suerte, asi que decido entrar, voy por mi gafette a la recepción, pero derrepente...

-Buenos días señorita Miller.-Dice él con su voz gruesa y demandante, que provoca que los vellos de mi piel se erizen.

-Oh, Buenos días Señor Iloyd, ¿qué tal su viaje?.-Dije sin mirarlo a los ojos-.

-Todo muy bien gracias, hoy tenemos trabajo, subamos a mi oficina.

-Si claro.

Ya en su oficina...

-Por favor tome asiento, hoy trabajaremos todo el día.

-Si gracias. -Preparo mis cosas al lado de su escritorio-.

El se sienta, pero antes de hacerlo se retira su saco, y sólo queda en una camisa de vestir negra, que se le ajusta a su cuerpo bien formado, pero a mi desgracia nota que lo estaba mirando.

-¿Sucede algo señorita Emily?. -Preguntó él con voz ronca-.

-No nada, emm, es sólo que se descargó mi ipad, necesito ir por mi cargador.-Dije con voz entrecortada, tratando de evitar el contacto visual con él-.

-Use mi computadora, venga aqui.-Me indica que me acomode en su silla-.

Lo hago, y él acerca una silla al lado mio, y su pierna roza con la mia...

Yo sólo siento como mi cara arde de los nervios, pero el está muy normal, como si nada pasara por debajo de la mesa.

Estoy trabajando, pero le tengo que preguntar cosas y sus aprobaciones.

-Señor, faltan algunos datos del hospital de Nueva Jersey mire...

Al decirle eso, el se voltea hacia dónde estoy, colocando una mano en el respaldo de mi silla, y chocando su pecho con mi hombro, haciendome deleitar mis fosas nasales con su colonia...

-Ya veo. -Dice él revisando lo que ella le mostraba, pero su mirada se desvió al escote de Emily, ya que cuando él se acercó, ella suspiró y un botón de su mono se abrió, dejándo ver su hermoso pecho.

El sólo sigue viendo por un momento más...

-Mire Emily, esos datos no me los tenian listos ese día, tendrémos que ir al hospital por ellos.-Dijo él sin despegarse de ella-.

-Claro, cuándo iremos para organizar todo.

-Ahora mismo. -Dijo él con voz ronca y viendola directamente-.

Ella voltea rápidamente y roza su nariz con el, de lo cerca que estaban uno del otro.

Sólo se quedan viendo un momento, que parecía ser eterno.

Emily.

Cuando el me dijo que ahora mismo me he volteado inesperadamente, y rozamos nuestras narices, y da la casualidad de que el mira mis labios, y yo no puedo dejar de ver los suyos...

Pero vuelvo a la realidad y veo que traigo los botones de mi traje desabotonados, y rápidamente me alejo parándome y dándole la espalda, para componerlo.

-Perdón, no fue mi intención, no me fijé. -Dije rápidamente sonrojada-.

El se levanta, posicionándose detrás de mi.

-No hay de qué preocuparse, sólo hay que tener más cuidado, hay muchos hombres hambrientos que podrían mirarla, y no queremos problemas...

Realmente me confundió mucho lo que dijo, pero tenía la boca llena de razón. Pero cada cosa  que dice hace que me ponga apenada, realmente intimida.

-No volverá a pasar, nuevamente le pido una disculpa y tendré más cuidado.-Le respondí, después de haberme volteado a verlo, y el claramente no me quitaba la vista.

-No se preocupe, ya pasó. Vaya por sus cosas, la espero en 10 min en la terraza del último piso.-Me ordenó, mientras sale de su oficina, haciendo una llamada.

-¿¡Por qué arriba!?, si dijo que iremos a Nueva Jersey, bueno le pediré al chofer que aliste el auto para salir.-Pensé-.

Ya después de recoger mis cosas, y pedirle al chofer que alistara el auto, subí al último piso para encontrarme con Lloyd, pero a mi sorpresa, me encuentro con una fila de helicópteros, y uno especialmente llamó mi atención, era de color negro mate, con detalles dorados, podría jurar que era oro, y tenía talladas algunas iniciales, "CLHM" que no entendía que significaban.

Sólo pensé, ¡maldición!, sólo espero que no vayamos ir en esto, de verdad yo tengo acrofobia, detesto las alturas. Comencé a sudar frio, y a ponerme realmente nerviosa.

Hasta que una voz realmente sensual me sacó de mis pensamientos.

-Señorita Miller, ¿ya está lista para viajar?, ¿se siente bien?. -Dijo Lloyd al verla pálida-.

-Señor, estoy lista, es sólo que... le tengo mucho miedo a las alturas y yo no...-tartamudeaba, y no me dejó terminar de hablar-.

Sólo se acercó a mi, y a estar a escasos centímetros de distancia, podía sentir su aliento mentolado, y me dijo:

-Siempre hay que intentar cosas nuevas, y perder el miedo, es parte de la superación personal, aparte, yo soy un buen piloto, y nunca dejaría que algo le pasara...

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