El mar del olvido

Minerva logró escuchar entre sueños a la mujer que le susurro a su oido.

Después de que está saliera de recámara; Minerva abrió los ojos en un intento de despertar, sin embargo sintió que la cama la absorbía, y empezó a hundirse dentro de está.

De repente salió de entre una gran nube esponjosa, estaba cayendo desde el mismo cielo, precipitándose hacia un Mar azul intenso.

Observó mientras caía, que el sol parecía que apenas estaba por salir.

Cuando Minerva dejó de caer en el vacío, ahora estaba entrando en un mar profundo parando su caída quedando acostada en la arena blanca y suave dentro de ese mar.

La luz del sol se reflejaba en la superficie del mar. El agua era cristalina,y no había más que arena blanca donde Minerva estaba acostada.

De repente escucho una voz amable y tranquila.

-¿Pequeña estás bien?-le pregunto aquella voz.

Minerva volteo hacia donde había escuchado esa voz.

Vio una hermosa mujer joven de largos cabellos oscuros ondeando entre el agua.

De ojos azules y labios hermosamente definidos.

-¡Me alegra que estés despierta!- le dijo sonriente aquella mujer.

-S, gracias... ¿En donde estamos?-pregunto aún aturdida Minerva.

-Este lugar se llama El Mar del olvido, me alegra recibir visitas.- la mujer estaba feliz al verla.- tú estás aquí por qué te están dando de beber el elixir del olvido. Que prácticamente es agua destilada de este Mar, que solo la Pitonisa puede ingresar.- le respondió aquella mujer a Minerva.

-¿Mar del olvido?¿ Estoy soñando?¿Como puedo respirar en el agua y caminar dentro de este?-pregunto Minerva

-Si

- No

-Es un lugar como el limbo, por eso sientes que estás respirando.

Estarás aquí conmigo, hasta que despiertes nuevamente, y durante estos días me estarás visitando, pero el día 21 te harán beber un elixir especial, se llama La lágrima de la Sirena.- Sigue diciendo la mujer de manera muy amena a Minerva.

-¿Como sabes eso?

¿Quién eres?- pregunto Minerva.

-Ven caminemos juntas y te seguiré platicando, me alegro que estés aquí conmigo Minerva.-le seguía diciendo la mujer

-¿Espera cómo sabes mi nombre?-Minerva le pregunto con un rostro mostrando desconfianza.

-Pequeña, yo sé muchas cosas, no estoy aquí para hacerte daño, sino para ayudarte a escapar, acompañame en el camino te platicaré.-haciendo la mujer un ademán, mientras empezó a alejarse de Minerva.

Minerva vio que no había nada a su alrededor, era un mar hermoso pero nada más había arena y agua transparente.

Así que Minerva le siguió, y estás fueron llegando a una Gran caracola.

-Pasa aquí es adónde vivo,en esta gran Caracola. -le dijo la mujer de largos cabellos negros.

Los muebles eran hechos de arena.

Dentro de este había una colección de esferas parecidas a burbujas.

-No las toques por favor, no quiero que se revienten, cuando las chicas se convierten en espuma de mar, procuro atrapar algunas de sus recuerdos, a fin de que no se pierdan por completo.- le dijo de manera triste aquella mujer.

Minerva se le acercó y se sentó cerca de donde estaba aquella mujer.

-¿Cuéntame quién eres y por qué me quieres ayudar?-pregunto Minerva muy curiosa

-Te diré mi nombre más adelante, pero necesitás saber qué lo que algún día fuiste desaparecera por completo y te convertirás en espuma de mar, aquí en el mar del olvido.

Tu familia, tu pasado,tus sueños...

Se perderá tu esencia, prácticamente morirá y quedará solo una vasija para que la dueña de la lágrima se quede con tu cuerpo y tu vida.-dijo con voz triste aquella mujer de ojos azules,sus labios temblaban mientras le decia.

-¿Eso le sucede a todas las mujeres que llegan a la isla de la sirenas?- pregunto Minerva aún sin poder comprender por completo.

-No, solamente a tí.

La mayoría pierden sus recuerdos pero no su esencia de mujer.

Olvidan a su familia, amigos y de que lugar llegaron.

Pero no olvidan lo que les gusta, si lo dulce o lo salado, sus preferencias de colores,

su esencia sigue intacta.

Solamente a tí, se te va destruir.- dijo triste la mujer.

-¿Pero por qué?

¿Que hice yo para que fuera escogida para eso.?

¿Por qué Kai me mintió?- dijo Minerva mientras se levantaba muy molesta, y caminaba dando vueltas alrededor

-Te puedo contestar algunas de tus preguntas, pequeña.

Llevo tanto tiempo aquí, cuando ustedes llegan me entero de como a cambiado la tierra donde yo vivía.- le volvió a decir aquella mujer pero con una voz tierna como si fuera una madre, tratando de tranquilizar a una hija.

-¿Por qué tú no desapareciste?- volteo a verla Minerva.

-A diferencia de ustedes, yo fui encerrada aquí.

En este Mar, pero este mismo empezó a tomar mi esencia.

Todo está cubierto de mi.

Mi deseo era desaparecer y olvidar.

Cuando yo me tiré al Mar ese era mi deseo.-le respondió la mujer.

-¿Te quisiste suicidar? - pregunto Minerva, cambiando el tono de su voz, haciéndolo más amable.

-La verdad, no pensé que mi decisión afectará tanto.

Tan solo era desaparecer.

Que tenía de malo.

Pero ellos no lo permitieron.-dijo aquella mujer.

-¿Quienes no te dejaron?-le preguntó Minerva temiendo la respuesta.

La mujer levantó la cabeza y la miró.

-Los Dioses, pequeña, ellos no lo permitieron.

Pero mañana te contaré más sobre mí, pero si quieres saber la historia completa y mi nombre, beberás el elixir nuevamente, ya que es la única forma de que podamos platicar,

Yo guardaré por el momento uno de tus recuerdos que ya salieron flotando, de ti.-le dijo la mujer.

Minerva empezó a buscarlas.

-Esas burbujas están flotando detrás de ti

-dijo la mujer mientras tomaba entre sus manos una de éstas.

-Mira dentro de ella.-invito la mujer a Minerva a observar la burbuja.

Minerva vio a sus padres y hermanos esa noche que fueron al mar por la noche, cuando brillaba las olas del Mar.

-Ese recuerdo ya no está dentro de ti, te lo guardaré para que no se pierda.

Guardaré los que pueda encontrar flotando.

Te los devolveré antes que sean los 21 días,

y puedas salir de esa isla.

Mientras llámame "Tía"- le dijo aquella mujer.-

Pronto despertarás, te estaré esperando.

Entonces Minerva sintió que algo la succionaba fuertemente.

Se encontró nuevamente en su habitación, exactamente como lo había dejado.

Entonces ingresó otra sirvienta, no era la misma del día anterior.

-Ya amaneció señorita, se ve con un mejor semblante, espero que su sueño haya sido reparador. Ya estamos en el quinto día de su llegada, faltan dieciséis días para sus nupcias con el príncipe.-dijo la sirvienta mientras levantaba las cortinas,y la luz del sol entraba dentro de está iluminando la habitación.

-El día se ve hermoso, me agradaría ir a caminar por la playa.

¿Me permitirían hacerlo?- pregunto Minerva.

La sirvienta le miró, y después le señaló donde estaba su desayuno.

-Saldré a preguntarle a la señora Bianca-

en un momento regresó.

Minerva se levantó y se sentó a tomar su desayuno.

Pero notó que en sus manos traía todavía la caracola con la perla que le pertenece a Kai.

***Este trabajo esta bajo contratado con NovelToon y la piratería, como la reimpresión sin permiso, están estrictamente prohibidas.***

***¡Descarga NovelToon para disfrutar de una mejor experiencia de lectura!***