La canción de la perla

Minerva salió afuera, solo veía mar y cielo.

Si miraba a la derecha estaba la vegetación de la isla y del otro lado igual.

Ya sentía hambre y sed, aunque su herida estaba mejorando.

Necesita poner en orden todo lo que había vivido.

Y saber cómo manejar esa situación.

Cuando de repente empezó a oler a pescado asado. Estoy delirando de hambre. Pensó, pero el aroma era fuerte, volteo y vio hacia la caverna que salía un ligero humo.

-¿A que horas regresaste?-pregunto Minerva a Kai

-¿Eso es pescado?

— Kai tu comes pescado?

Le pregunto Minerva.

Kai se le quedó mirando.

y le respondió:

"Piensas que por qué soy un tritón no debería comerlos?"

-Pues eres parte pez... Dijo Minerva mirando que ya llevaba comiendo la mitad de este.

Kai se sonrió y le dijo: "Apúrate a comer o no te dejo nada."

Minerva empezó a comer.

Kai entonces saco unas bebidas embotelladas.

Toma de seguro quieres una.

Minerva se le quedó mirando sorprendida.

-De dónde lo sacaste?

¿Hay gente en la Isla?

-No.-contesto Kai.-

Me lo dio mi amiga, que también me dio la ropa que te di.-

Minerva se quedó callada y siguió comiendo.

Al terminar de comer.

Miro a Kai, entonces le dijo:" Kai, quieres confianza de mi parte hacia ti."

Kai, la observaba y pensaba que Minerva era una chica muy bonita.

-Kai me estás escuchando?-Le dijo Minerva con voz fuerte.

-Si, claro y fuerte.- respondió Kai.

-Kai, necesito que me cuentes más sobre la perla, la isla de las sirenas, y que fue lo que pasó después que nos llevó el tsunami.-Minerva lo miraba con esos ojos verdes.

Kai suspiro y dijo: "Creo que para explicarte mejor, te tengo que cantar la canción de la Perla.

Así fue como nos enseñaron sobre ella."

-¿Una canción?-contesto Minerva.

-No, La canción de la Perla.-dijo Kai, cómo queriendo expresar que era muy importante esa canción tradicional.

Y empezó a cantar:

"Escucha el canto

que brota de nuestra madre

El hijo del mar ha nacido

mecido por las olas

Entrega la primera

escama dorada

Si su primera

escama dorada.

Ve con la pitonisa

la guardiana del santuario

Una escama,

por una perla

una bendición

una esposa

un futuro para ti.

Si escuchas está canción

y tu corazón lo desea

Es por qué el mar te lo pide

Que vuelvas por ella.

Sirena regresa al mar.

La perla te buscará

Te guiará a tu hogar.

En la isla de las Sirenas

Debes estar

Y el sello iniciar

Para que un ser

vuelvas a ser

Escamas y Aletas

te brotaran

Y el beso te salvará

Sirena regresa al mar.

El decreto de la Reina

una perla, una mujer

un solo ser brotará

La perla viajará

Por todo el mar

La hija del mar

encontrará

El canto la hechizara

y con Él regresaras."

Canto Kai ,pero Minerva sintió que en el momento que él empezó a cantar.

La caverna desaparecía y estaba dentro del mar.

Recordó el beso que le dió, y después de eso sufrió un cambio, pudo respirar bajo el mar y se fueron nadando ,Kai la llevaba de la mano dentro del remolino que había dentro del tsunami,las cosas pasaban a lado de ellos y había que esquivar estos para poder avanzar, sin embargo hubo un objeto que la golpeó,

lo que originó la herida.

Estando en forma de Sirena, no se notaba tanto hasta que volvió a ser humana.

El remolino impidió que Kai se ubicará de manera correcta y las corrientes marinas los llevaron a otra isla.

Minerva estaba en shock, la canción le hizo recordar, pero de repente cuando él llegó a la parte del decreto de la Reina

Vio una sirena de cabellos rojizos y ojos verdes penetrantes.

De piel plateada con pequeñas escamas por todo su cuerpo hasta la cintura.

De repente al terminar la canción, todo volvió a la normalidad.

-¿Que fue todo eso?

Esa era... Era una sirena, yo la vi-

gritaba espantada Minerva.

-Cálmate, la canción solo es una historia de nuestro pasado.- Decía Kai tratando de tranquilizarla.

-No claramente la vi, era de cabellos rojizos y ojos verdes penetrantes,se parece... -Dijo Minerva sin terminar

Kai se le quedó mirando.

Minerva ya había salido fuera de la caverna y veía el acantilado.

-¿Porque siento que ella tiene un parecido a mí?- Minerva le pregunto.

Kai la agarró y la abrazo tratando de tranquilizarla.

-Por qué me siento más confundida después de escucharte cantar.- Le decía Minerva mirando hacia el mar.

-Minerva si la perla te busco,

es por que eres una descendiente del mar.

Estaba destinado...

Que te encontraría algún tritón.- Kai le decía mientras los cabellos rojizos se ondulaban con el aire frente a su rostro.

Minerva volteo a verlo,

estaba todavía en sus brazos.

-Quiere decir que si no fueras tú...

Alguien más... Me hubiera secuestrado?-

Le decía Minerva mirando lo con esos ojos verdes ya con lágrimas.

-Se considera que si la persona acepta la perla, pues acepta el compromiso.

Pero si no se sella en la isla no cuenta

y pues sabiendo que es una mujer hija del mar.

Puede ser abolido el compromiso.

En el juicio de los sabios.

Y entregada a un tritón descendiente real.-Kai le expresó sin embargo no parecía feliz al decírselo.

Minerva sintió que las cosas se complicaban más.

Lejos de su familia.

Un mar que la separa de ellos.

Un tritón que si era su esposo y no.

Que todavía corría el riesgo que llegara otro tritón y se la llevará, como si fuera un objeto valioso.

Minerva miró esos ojos de mirada penetrantes de Kai que ahora se veían tiernos.

Detonaba una preocupación sincera hacia ella.

-Kai llévame a la isla, seré tu esposa pero prometeme que me dejarás ir a despedir de mis hermanos y mis padres- le dijo Minerva.

Kai sonrió y le contesto: " Te prometo llevarte después del sello en la isla.

Pero no solo los verás una vez, te llevaré cuántas veces lo desees, solo confía en mí".

Minerva sonrió de felicidad, volvería a ver a su familia.

Aún era una jovencita, pero aunque no amaba a Kai, estaba empezando a tener un vínculo afectivo por él, el síndrome de Estocolmo.

Lo que no sabía Kai y Minerva que los estaban espiando.

El aura que provenía de Minerva brillaba

y esa Aura solo era visible para los tritones.

Las perlas se guiaban por el aura para reconocer una descendiente del mar, sobre todas las demás mujeres de la tierra. Pero estando en el mar, la situación era diferente.

Era el aura un imán, que sabía muy bien Kai que tenía que llevarla a la isla de las sirenas para que estuviera a salvo de otros tritones.

Ya que había algunos que no respetaban las reglas de la Reina de las sirenas y pasaban por alto las tradiciones y las leyes de la pitonisa.

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