Esa Perla defectuosa

Kai ayudó a Minerva a recostarse en un lugar seco, de la caverna.

Encendió el fuego, ya que había juntado lo necesario para poder llevarle a Minerva allí.

Minerva lo seguía observando.

Tratando de procesar todo lo que había pasado desde que el tsunami los había arrastrado.

Kai se le acercó para volver a revisarle y ofrecer alimentos.

Minerva se sentía confusa...

Pensaba si todo esto era un sueño y que a lo mejor estaba a punto de despertar.

-Mañana voy a salir, necesito ubicarme en que punto del mar estamos.- Decía Kai mientras se recostaba a lado de ella.

Viéndolo de cerca el chico era un ser hermoso de fantasía, como en los cuentos, pensaba Minerva al seguir observándole.

-Me gustaría que en vez de estar viéndome, me preguntaras algo sobre mí.- le dijo Kai con los ojos cerrados.

Minerva sintió que sus mejillas se ruborizaron, cuando Kai le dijo eso, ya que la había descubierto, entonces titubeando por un momento, se logró expresar.

-Dime...

¿Me ayudaras a regresar con mi familia?-pregunto Minerva a Kai.

Kai no habría los ojos, simplemente suspiro.

Minerva vio que no reaccionaba ante su pregunta.

-Kai... ¿De dónde eres?- le cuestionó Minerva tratando de que le dijera algo.

Kai volvió a hacer como que no le escuchaba.

Minerva miró el rostro de Kai, entonces le vino a su memoria un suceso que fue cuando la gran ola los jalo, que cuando ella sintió que ya no le quedaba oxígeno.

Logro ver a Kai que se acercaba a ella.

Y después se dio cuenta de que este la habia besado estando en esa situación.

¿Pero realmente había sucedido?

Minerva lo miro nuevamente y entonces se sentó a su lado, haciendo que su largo cabello rubio rojizo rozará el cuerpo de este.

-Sabes que tú has sido el primer ser que me ha robado un beso?

No me molesta, pero lo que quiero saber es por qué lo hiciste?-Le dijo Minerva acercado más su rostro hacia Él.

Kai en ese momento abrió los ojos y se encontró frente a esas pupilas que le parecían tan hermosas.

-Por qué, sino lo hacia ambos hubiéramos muerto ahogados, si hubiera sido en otras circunstancias, quizás lo hubiera hecho en la isla de las sirenas, extra oficialmente estamos casados según las leyes del Mar.-Kai decía eso mientras la observaba y volvió a cerrar nuevamente los ojos.

-Estás bromeando eres un tritón, no te puedes ahogar...

¿Que es ese disparate de que estamos casados según la ley del Mar?

Yo soy menor de edad.

No me puedo casar aún...- volvió a cuestionar Minerva a Kai.

Kai se incorporó, y se sentó frente a ella.

Y volvió a señalar la perla que traía ella en su cadena.

-Corrección, los tritones si nos podemos ahogar por ciertas particularidades, por ejemplo estar convertido en humano por una perla. Si,en parte es culpable esa perla que traes a lado tuyo.

Digamos que ella te ha escogido, de entre todos los mares para que fueras mi compañera... -Kai miraba a la perla, ciertamente con algo de recelo.

-Como es posible eso, que una perla sirva como casamentera?-Minerva se le acercó más a Kai -Te acuerdas qué hace rato me dijiste que te tuviera confianza, pues con esta historia estás haciendo que te pierda credibilidad.

Si hay tritones, existen las sirenas también, entonces para que una perla buscaría a una humana como novia de un tritón.- Volvió replicarle Minerva al joven tritón.

Kai la miro seriamente Minerva.

- Yo no bromeo sobre lo que te he dicho.

Actualmente, eres mi novia, digo esposa.

Se supone que tenía que secuestrarte y llevarte a la isla de las Sirenas, para que estuvieras allí.

Hasta el gran día; sin embargo, esa perla defectuosa. Hecho todo a perder.-

Contesto algo molesto Kai.

Minerva le dio un golpe en la mejilla.

-Aparte de mentiroso,eres un secuestrador.

¡Devuélveme con mi familia, Kai!-

Kai, se levantó y salió fuera de la caverna, desde lo alto se tiró hacia el mar.

Y se alejó nadando.

Minerva como pudo salió, para ver qué Kai había escapado tirándose al mar.

- Kai, no seas un cobarde!

No huyas!

¡Llévame con mi familia!-

Gritaba con desesperación Minerva llorando, mirando el horizonte en la que solo se apreciaba un gran océano y el cielo se estaba oscureciendo.

Minerva ingresó a la caverna, se sentó a lado de la fogata que Kai había hecho.

Y sintió una gran soledad, vio alrededor si no había animales.

Pasar la noche sola en la caverna,no era lo que ella deseaba.

Y aunque Kai, era su secuestrador, también la había salvado de morir ahogada.

Sin embargo, después de tanto llorar mirando la fogata se quedó profundamente dormida.

Que no se percató cuando Kai, había regresado.

Cuando Minerva despertó se dio cuenta de que estaba acostada en los brazos de Kai, este parecía estar profundamente dormido.

Se sintió aliviada que no la hubiera abandonado en su situación.

-Realmente era hermoso esa criatura.-

Pensó Minerva al observarlo

- Claramente se ve que no es humano.

Sus músculos están definidos por naturaleza. Su piel brilla con ligeros toques tornasoles

¿Será a causa de la arena del mar queda impregnado en Él"? -Se preguntaba Minerva.

De repente Kai abrió los ojos, Minerva cerro los ojos y se hizo la dormida.

Provocando que Kai pintara una sonrisa en su rostro.

-Sé que estás despierta, lo siento en tu respiración.-le dijo Kai.

Minerva entonces abrió los ojos, y haciendo que cómo que no se alegraba de verlo de nuevo, se incorporó quedando sentada a un costado de Él.

Kai se levantó y le arrojó una bolsa.

-Ábrelo, es ropa. Logre ubicarme ya, fui a ver una amiga que me dio ropa para ti.

Cuando te mejores te llevaré con ella.-

Minerva vio la bolsa con la ropa, pero las prendas parecían de hechura artesanal.

-Quién sería ésa amiga?

Sería posible que ella podría ayudarle a regresar a casa? -Pensaba Minerva.

-Me gustaría bañarme con agua dulce y quitarme la sal-Dijo Minerva a Kai.

-"Hay un pequeño manantial en la isla, ahí te podrás dar el baño cómo dices.

Pero hay que salir nadando por qué no puedes moverte mucho aún,y tendríamos que regresar de la misma manera.-Kai lo decía mientras empezaba avanzar hacia el acantilado,se volteo a verla -

Que te parece si mejor te cambias, mientras traigo algo para que desayunemos."

Al decir eso se aventó al mar.

Minerva se quedó pensando que otras opciones tenía.

Lo primero era saber más sobre la perla, y como lograr que esté la regresará a casa.

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