La perla de la Sirena

-Hola...- dijo Nataniel al ingresar a la pequeña biblioteca.

Nadie contestó.

Mientras más caminaba dentro de ella,

encontraba hermosas sirenas grabadas en cada rincón.

Las lámparas estaban diseñadas con esculturas de sirenas sujetando los faroles.

En los estantes se encontraban diversos libros. Desde actuales hasta muy antiguos.

De repente escucho a sus espaldas que le dijo.

-¿Que libro buscas?

El área infantil está en la entrada principal.-

dijo un hombre como de 30 años.

Al girar vio un hombre alto, delgado, de piel clara, cabellos oscuros y ojos color marrón.

Se veía bien vestido, elegante y su porte era de un hombre ilustrado.

Nataniel al verlo , tartamudeo al principio.

-Es..te... Yo... quiero...-

-¿Buscas algún libro en especial?-pregunto aquel personaje enigmático.

-Mas bien, busco al que le dicen el loco Bartolo- Dijo Nataniel.

El hombre se le quedó mirando.

-¿Sabes? Aquí se viene por libros- dijo el hombre con acento algo molesto.

-Es en serio, me urge localizarlo -dijo Nataniel desesperado.- solo él me puede ayudar a encontrar a mi hermana.-

El hombre parecía que no le escuchaba sin embargo sintió curiosidad de lo que estaba realmente sucediendo.

-Me dijo su tío...¡Que él estaba aquí.!

¡Me escape de casa! Dejé a mi hermana gemela sola en la casa.

Me salí por la ventana del baño y vine hasta hasta acá para encontrarle.

¡Pregunte por todas partes donde localizar la biblioteca!

Creo que es la única persona que me va a creer de lo que le sucedió a mi hermana mayor, Minerva. A ella se la llevaron las sirenas en el tsunami.

La culpa es de esa perla que encontró hace pocos días...- Aún no terminaba de explicar.

cuando el hombre puso delante de él un libro polvoriento.

-Si, te creo. Yo soy Alfonso D'Bartol, pero la gente me puso ese apodo "el loco Bartolo".

Porque dije lo que vi.- Dijo aquel hombre enigmático.

-La perla siempre tiene un gran poder,

eso me dijo aquella chica que conocí, un día cuando paseaba en la playa.

En aquel tiempo tenía yo como 17 años.

Vine de visita a pasar mis vacaciones con mis tíos. Pero nunca pensé que esa chica tan hermosa realmente era una sirena.

Ella me dijo que las perlas guardan muchos secretos, soliamos encontrarnos en la playa en determinada hora.

Ella me había dicho que era hija de un pescador, pero siempre hablaba de cosas que jamás había oído, un día por accidente resbalé de unas piedras que estaban en las costas, ella se tiró detrás de mí, y vi claramente cuando puso una perla dentro de mi boca, y selló este con un beso. Después de eso vi cuando se transformó en una sirena frente a mi, pero ese momento mi cuerpo cambio también. Me llevo a un reino ajeno a la vista humana.

Después de eso recuerdo que desperté en la playa, y vi claramente que cortaba un mechón de mi cabello.

Le tome la mano y me dijo que era una tarea que tenía que hacer, ya que estaba preparandose para ser la pitonisa y era una de las pruebas que tenía que pasar.

Pero no estaba en la prueba de convertirme en Tritón,sino que ella decidió darme su perla, para que pudiera vivir y no me ahogara.

Esa perla era única.

Cuando una Sirena nace la perla brota de la boca de esta misma.

Que al entregárselo a alguien y sellarlo con un beso significaba que había encontrado a ese ser maravilloso.

Sin embargo no podría quedarse a mi lado, por qué su destino era servir a su diosa como pitonisa, pero que había otra persona que también estaba destinada, y ganaría ese lugar quien cumpliera las pruebas.

Así que ella se llevó mi cabello, y la perla quedó dentro de mi cuerpo.- El hombre miro al chico.

Nataniel estaba tratando de entender la historia.

-Entonces...¿Usted si tiene la perla?- Preguntó Nataniel.

El hombre se desabotono la camisa y la perla está prácticamente incrustada en el pecho de Alfonso.

-No me la puedo quitar, parece que se hubiera enraizado dentro de mi.

Y en la luna llena suele brillar la perla.

Entonces me doy cuenta que ella está bien.

Ya que un brillo aparece en el mar que solo yo puedo ver.-

-¿Te puedes convertir en un Tritón?- preguntó Nataniel.

-No. Si ella no viene y me besa, no puedo convertirme, y según lo que ella me dijo, es que hay una isla especial de sirenas.

Aparte del reino que me mostró debajo del mar.

En ese lugar se llevan a las chicas que son descendientes de Sirenas.

Por la sangre de ustedes corre sangre de Sirenas, por eso vinieron por tu hermana.

De seguro fue escogida durante la noche en la cual la playa se pintó de azul.

Ya que vi un brillo además de la cual destella la sirena.- dijo Alfonso D'Bartol.

-¿Hay una manera de regresar a mi hermana?-

preguntó Nataniel.

-Este libro quizás le agrade a tu hermana gemela - dijo Alfonso D'Bartol cuando unas personas ingresaron a la biblioteca.

Vuelve mañana quizás tenga la información que necesitas - y prácticamente al decir esto saco a Nataniel de la biblioteca.

Nataniel, regreso a su casa.

Su padres aún no habían regresado, y su hermana Ximena ya estaba desesperada.

Ingreso por la ventana Nataniel nuevamente.

Y se puso a platicar a su hermana con el recién encuentro con el "Loco Bartolo".

Sus padres regresaron más tarde.

Nataniel y su padre regresaron a la playa hacer la búsqueda de Minerva.

Sin embargo si el relato era verdadero de lo que Alfonso le contó, entonces su hermana esta muy lejos de allí, reflexionaba Nataniel.

...****************...

Sin embargo, Alfonso si sabía cómo encontrar a la sirena, habían tenido un amor prohibido con ella durante mucho tiempo.

Justo después de que ella fuera

descalificada de ser pitonisa,

la obligaron a tomar un elixir del olvido

de la cual no tuvo efecto en ella

ya que la perla era como su corazón y al entregárselo a Alfonso, sus recuerdos estaban a salvo.

En si Alfonso D'Bartol si podía convertirse en Tritón. Pero solo en la luna llena.

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